Capítulo 18: Progreso

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Capítulo 18: Progreso

Han pasado bastante desde que a Gon le dieron reposo absoluto, honestamente llevamos tanto tiempo en casa que creo que los dos hemos perdido la noción del tiempo, lo peor es que creo que todo esto tiene a Gon muy cansado, Gon nunca ha sido de quedarse quieto, ni, aunque se rompiera ambas piernas, creo que ha resistido mucho y no se cuanto más aguante.

-Buenos días Gon, te traigo el desayuno -Entre a la habitación y lo encontré durmiendo con Pochi. -Gon, a desayunar

-¡Mhm...! -Molesto se escondió entre los cojines. -¡Déjame!

-Voy a dejarte el desayuno en el velador... -Suspiré apenado y le dejé la bandeja en el velador. -Desayuna temprano por favor

-¡Ya Killua, ya! -Sollozo se tapo entero.

-Es por el bien del frijolito... No te enojes por favor -Lo miré y este no se movía, suspiré y me acerqué a la puerta. -Ya me voy, Pochi ven, a desayunar -Tome la perilla de la puerta y espere a que Pochi saliera de la pieza, una vez los dos afuera junte la puerta.

Mis días de hace meses que era la misma, despertarme, bañarme, hacer el desayuno para todos, llevárselo a Gon, hacer aseo, trabajar mientras hago el almuerzo, aunque no tengo muchos talentos para hacer almuerzo, después sigo trabajando, hago la once, trabajo, hago cena, trabajo, lavo todo, arropo a Gon y me acuesto.

-Ay Dios... -Cansado deje los papeles y mi computador mientras miraba el techo, ya había pasado un buen rato desde que le deje el desayuno a Gon, así que decidí ir a ver si desayuno. -Supongo que iré a ver a Gon... -Me levanté y fui a la pieza. -Permiso... -Entre y vi la bandeja tal cual. -Gon, ¿Qué pasa?

-No tengo hambre... -Se tapo la cara y comenzó a llorar. -Estoy cansado Killua...

-Lo sé -Me senté a su lado y le acaricié el cabello. -Ya te falta tan poco, por favor aguanta un poquito más, por nuestra calabacita -Sonrió un poco y soltó una leve risita.

-Ah... -Sollozo me asintió mientras yo le terminaba de consolar.

-Tienes seis meses y tienes que estar tranquilito, ya sabes que nuestra calabacita es delicada -Volvió a sonreí y se aferro a mí. -Ya veras como estos meses pasan volando y muy pronto disfrutaremos de nuestro chiquito

-Sí... -Respiró profundo y me asintió. -Ya estoy mejor, gracias

-No hay nada que agradecer -Me quede con él, acariciándole el pelo hasta que se volvió a dormir. -Mi amor... -Con lágrimas me quede con él, tengo rabia y pena, porque no puedo hacer nada por él.

Estuve un rato con él hasta que tuve que levantarme, delicadamente subí su cabeza y con mucha delicadeza me levanté de la cama. Apenas llegue al comedor mi celular sonó.

-Ah... -Suspiré pesado y conteste. -Killua Zoldyck al habla... -Cansado miré a otro lado.

-Hola Killua, aquí su jefe -Inmediatamente me asuste.

-¡Je-jefe! -Inmediatamente me pare derecho como si lo tuviese en frente. -Dígame que necesita

-Killua no sé si te lo habrán comentado, pero recibiremos a unos alumnos en la primera comisaria -Esto me huele mal. -De hecho, es el curso donde esta... Mhm... ¿Cómo se llamaba? ¿Qué era tu sobrino? -Solté una risita mientras negaba con la cabeza.

-No, no, no, es el hijo de mis mejores amigos -Hubo un momento de silencio y hable. -¿Q-qué tiene que ver eso conmigo...?

-Como la imagen de la comisaria, te necesito aquí

-Pe-pero jefe, yo ya le expliqué qu---

-Claro que te daré un pago extra -Me quedé callado y lo pensé.

Por Ser Iguales [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora