7#Odio propio

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Ni siquiera se le pasó por la cabeza el decírselo ¿Cómo podría decírselo sin más? Le tendría que explicar todo y seguramente después de eso iba a obligarle a que lo deje. Sin duda Kuroo no lo iba a entender ¿Y cómo lo entendería, si siempre tuvo una vida perfecta?

Nunca lo iba a admitir, pero siempre le tuvo envidia a Kuroo, no sólo por su familia, sino que también no había nada que lo detenga, si tropezaba se levantaba de inmediato.

¿Cómo lo hacía? Nunca se lo preguntó directamente, que vergüenza. 

-¿Qué? Claro que no, es sólo mi madre, lo mismo de siempre- Se limitó a responder, realmente era muy bueno improvisando y poniendo excusas. 

-Ken...- pero el rubio se adelantó.

-Ah, ¿Y por qué me habías llamado?- fue el camino más rápido que encontró para desviar el tema.

-Eh...- claro que se dio cuenta del cambio de tema, si era insistente sabía que Kenma lo podía echar de su casa -Te quería decir que, había otra fiesta el domingo, y si querías venir, pero no creo que sea una buena ide-.

-Vamos- sabe que sonó un poco anticipado y ansioso por ir así que lo solucionó -Me puede servir para distraerme de mi madre...- bajó la mirada. 

-¿Estas seguro?...- realmente le sorprendió la respuesta de Kenma, ya que usualmente cuando pasaba algo que le dolía, se aislaba de todos durante unas horas y en otros momentos durante días. 

-No quiero estar en casa el sábado, no quiero estar a su lado- por fin dijo algo sincero.

-...Vale, si te ayuda...- 

Y se quedaron un rato hasta que Kuroo se paró y dijo que iba a traer su consola para que ambos jugaran un rato antes de que deba irse. 

Pero Kenma, recién cuando el pelinegro estaba ya subiendo, se acordó de lo que le pasó hace tan sólo unos momentos. Iba a ver su cuarto, Kuroo nunca había visto uno de sus ataques, ni tampoco sabía de tales. Le vino un miedo grande de que vea cómo era realmente. 

-¡Kuroo, espera!. llamó, pero el otro ya había abierto la puerta de la habitación. 

Kenma fue corriendo hacia él, aunque ya no había forma de detenerlo en ese punto. Llegó y vio la mirada de Kuroo por toda su habitación. Y volteó a verlo, con una expresión incrédula. 

-¿Qué fue lo que pasó?-

-Nada- no tenía por qué explicárselo, si no quería, no lo iba a hacer. 

-Kenma, literalmente tu habitación está destrozada y todo está tirado por todos lados, ¿Qué fue lo que pasó?- lo miraba con preocupación 

-¡Nada! ya vete...- fue lo único que pudo decir. 

-Kenma...-

-Por favor Kuroo... necesito estar solo...- desvió la mirada de la penetrante del pelinegro.

Kuroo ya sabía que no importaba cuanto insistiera, el pequeño no aceptaría nada, lo mejor que podía hacer era hacerle caso e irse. Aunque quiera quedarse a su lado, como siempre deseaba cada que él se ponía de ese modo. Nunca supo qué debía hacer en esos momentos, ya que nunca sabía qué era lo que le pasaba a su armador, cada que estaba sólo. 

En esos momentos lo único que Kuroo podía pensar era en que realmente no conocía a Kenma y que nunca lo hizo, y que sigue así hasta ahora. Era un pensamiento que lo abrumaba mucho ya que Kenma si que lo conocía, bastante; en esos momentos, no le parecía justo, pero no podía obligar al otro a confiar en él. 

Kenma se quedó ahí en el marco de su puerta, pensando en ¿Qué sería lo que tendría que hacer ahora?. Nuevamente le vino a la mente el hecho de que se parecía mucho a su madre, volvió el odio y miedo hacia sí mismo, ya que realmente no sabe de lo que es capaz de decirle a los demás. 

Se tiró al piso de su habitación, ignorando toda la ropa y papeles tirado por todos lados. Y cerró sus ojos, deseando descansar de todo, sentía que estaba llegando a su punto máximo de todo lo que le estaba pasando, y no sólo ahora, sino todo lo que le llevaba pasando desde pequeño. 

¿Cuánto más podría soportar? En eso se equivocaba, ya que aún no se daba cuenta, de que ya no estaba soportando nada, ya que el hecho de que haya caído en las drogas era una prueba de todo, del hecho de que realmente ya no es tan fuerte como antes. 

Las cosas cambian, los cambios son imposibles de evitar, por más que uno quiera que no ocurran y que todo siga igual... los cambios pasan por una razón, a veces por algo bueno o algo malo...


Yeeeiiiii bueno hice lo que pude, lo más rápido que pude para que saliera como quería, perdón si esta historia estpa un poco vaga, por lo menos a mi me parece así, aun no llega mi parte favorita de la historia ddbdbdbbdb

Alone again... [Kenma Kozume]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora