18#Kuroo

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Al ver la droga tirada en todas partes de su escritorio, se me rompió en corazón, no sabía si lo que estaba viendo era real, pero real o no, debía reaccionar, debía hacer algo de una vez, en vez de seguir como ignorante... como lo llevaba haciendo hasta ahora. 

Agarré un cuaderno tirado por el piso, arranqué una hoja en blanco y puse el polvo y pastillas en él, fui directo al baño y sin titubear los lanzé por el inodoro, bajando la cadena. 

Volví a la habitación de Kenma, me senté en su cama y me puse a pensar en porqué él tomaría este tipo de cosas y de cómo los cosiguió, no lo entendía, se supone que Kenma no era así. 

Pero al parecer el Kenma que yo conocía ya no existía. Tanto es mi asombro que el tiempo pasó volando y escuché a Kenma entrar en la casa. Era momento de enfrentarlo y ver cómo ayudar. 

Entró al cuarto, me vio por un segundo, pero me ignoró, ¿Por qué hacía todo esto?
Cuando estaba de espaldas a mi, me dije que era el momento. 

-¿Desde cuándo lo haces?- debía ser brusco, sino no podría ayudarlo. 

Kenma se quedó quieto un segundo, parando de haver lo que estaba haciendo, volteó a verme con expresión seria. Nos quedamos un momento así y eso bastó para que yo notara que sus ojos estaban sumamente rojos, sus ojeras eran enormes y había algo en su brazo... era un punto rojizo, como si le hubieran sacado sangre. 

-¿De qué hablas?- preguntó mientras reía de forma casi irónica.

-Kenma tiré tu droga, así que deja de finjir- sentía que esas palabras no estaban saliendo de mi boca, porque parecían irreales, nada de esto debería de estar pasando. 

Fue como si Kenma recién se diera cuenta de que yo ya lo sabía; volteó a ver a su escritorio y notó que la droga que estaba allí anteriormente, ya no estaba. Su expresión de apatía cambió repentinamente a una de desesperación. 

-No, no, no, no, no, no- repitió mientras iba revisando los cajones de su escritorio, esperando encontrar las pastillas que tenía allí, pero yo ya había revisado toda su habitación y me había deshecho de todas ellas por el inodoro -Mierda, mierda, no, no, carajo- maldecía - ¡¿Por qué mierda lo hiciste?!- 

A Kenma ya no le importaba finjir o no, su respiración comenzó a ser ruidosa y sus manos estaban temblando, me paré de su cama. 

-¡¿Kenma te estas escuchando?!- Kenma fue hacia su armario y buscó allí -Kenma tiré absolutamente todo... carajo Kenma- quería llorar, pero no era el momento, ahora yo debía enfrentarlo. 

-No, no, no, no, no, no- continuaba, mientras tiraba toda ropa que estuviera a su paso, sin saber qué hacer. 

-¡Kenma, ya basta!- intenté detenerlo, así que lo agarré por un hombro y darle la vuelta, para vernos cara a cara, pero al hacer esto él me emujó muy fuerte por los hombros, logrando que diera unos pasos hacia atrás. 

-¡Carajo sólo callate ¿Qué hiciste?!- me miraba intensamente a los ojos... ¿Quién carajos era él?

-Las tiré por el inodoro- dije ya con más calma. 

-Joder... ¡Este no era tu puto problema!- me gritó y vi sus ojos ya estaba llorosos, no le importó y siguió buscando con desesperación. 

De la nada Kenma sólo se detuvo, comenzó a caminar hacia la puerta, se quería ir. 

Lo intenté agarrar de su brazo, pero nuevamente me apartó de un empujón. Pero noté que no estaba yendo a la salida, se dirgía al baño y antes de que pueda reaccionar él ya se había encerrado. Me desesperé porque no estaba seguro de qué iba a hacer. Golpee la puerta una y otra vez. 

. . . 

Cerré la puerta con llave, y sacé la droga que tenía en los bolsillos del pantalon, no pretendía drogarme en ese momento, eso haría más fácil la sitiación a Kuroo. La iba a ocultar, así que busqué donde podría ocultarlo, mintras escuchaba las suplicas de Kuroo para que saliera. 

Puse las bolsitas en un hueco que había en la pared detrás del lavamanos. Me miré en el espejo; salí del baño, lo empujé. 

-¡Largate!- le grité. 

-No, Kenma no te puedes hacer esto- dijo, yo sólo reí. 

-¡Claro que puedo y sin duda no me lo vas a impedir- lo aparté y bajé a la sala, Kuroo me seguía por detrás. 

-¿A qué te refieres con que sin duda YO no puedo impedirtelo? ¿Kenma, tienes idea de cúantos años hemos estado juntos? Porque parece como si lo hubieras olvidado, yo siempre estuve a tu lado- dijo, como si intentara demostrarme que yo le debía algo o como si debiera mostrarle gratitud. 

-Yo no te lo pedí, así que no sé que mierda más quieres de mí- dije, mientras sonreía con ironía y burla -Si tu te quedaste a mi lado, es porque eres un idiota-. 

-¡Mierda Kenma, tú me importas ¿Acaso no lo notas?!- nuevamente me gritó, joder no quiero que se haga al héroe. 

-Pues tú no a mí, asi que te puedes ir yendo- me di la vuelta para irme de ese lugar. Pero noté que mi madre estaba bajando por las gradas. 

-¿Qué es este griterío?- preguntó, seguro estaba durmiendo, se notaba cansada. 

Yo sólo miré a Kuroo, desafiandolo a que se lo dijera, a ver si se atrevía ya veremos qué pasa si se lo dice, va a ver de lo que soy capaz. 

-...Kozume se estuvo drogando- finalmente dijo, sin dejar de quitarme la mirada de encima. 

Ahora Kuroo por fin me va a conocer, a ver cómo reacciona a la mierda que soy... 

Mi madre comenzó a gritarme, la verdad ya no la escuchaba, no tenía idea de cuanta mierda me estará diciendo, yo ya sabía que debía hacer. 

Me fue a la cocina, mientras Kuroo y mi madre me seguía, vi lo que yo quería y sun dudarlo, agarré el cuchillo de su lugar y me voltee...



Oh noo, qué hará Kenma, idk :3 sólo espérenlo. 

Alone again... [Kenma Kozume]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora