15#Desesperación

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-Por fin llegas- dijo Kenma apenas ver al chico llegar a las 7:50.

-Ya bueno, perdón por hacerte esperar rubiecito- Y le puso un brazo sobre sus hombros, mientras con el otro sacaba más pastillas del bolsillo de su chaqueta. 

-Debo ir a vender, así que no voy a estar todo el tiempo contigo, para tu tisteza- se burló.

-Está bien, mientras me des unas a mi-.

-Claro, si eres mi mejor cliente, ¿cuantos quieres?-.

-Cinco pastillas- sabía que eso no le iba a durar toda una semana, pero debía prestarse aunque no quiera endeudarse.

-Aquí tienes- le entregó y esperó a que le diera el dinero. Así que Kenma se preparó.

-...No traigo dinero ahora, ¿está bien si te pago después?- dijo, esperando que aceptara.

-Claro, mientras me pagues no hay problema- dijo con simpleza. Y Kenma agradeció.

Se fueron a la fiesta, la verdad era una fiesta grande y afuera estaban las personss que fumaban, adentro igual habían, casi todo estaba lleno de humo.

-Lo mejor de esta fiesta es que es barra libre, así que pidete lo que quieras- lo acompañó a la barra.

-No sé qué pedir- habían muchas opciones y no sabía qué era ninguna de ellas.

-Te recomiendo el tercero-.

Le hizo caso y pidió ese, esperó a que se lo dieran, sorprendentemente no tradaron mucho. Vio que era un vaso pequeño, pero antes de que pudiese agarrar el vasito el bartender agarró un mechero y le prendió fuego, y finalmente le puso una bombilla.

-Toma, antes de que el fuego se apague- dijo el pelinegro.

Dio un sorbo largo, sin parar y vio cómo el fuego se iba apagando mientras llegaba al final. Al terminar hizo una cara de disgusto, pero la verdad estaba dulce.

-Es una bebida fuerte, asi que mejor si no tomas más hasta dentro de unos minutos, uno de estos es como cinco o seis vasos de otras bebidas- y se fueron de ahí.

-Si vas a seguir tomando, es mejor que no mezcles, trata de tomar sólo el que yo te dije- sin duda este chico sabía lo que decía, seguramente por experiencias pasadas.

Pasó la fiesta en los rincones, fumando, tomando aunque muy poco, y drogandose. Hasta que se hizo un poco tarde, ya iba a ser la 1:15 am.

-Ya terminé, vamonos, aquí la fiesta va a seguir, pero mejor si vamos a mi habitación así te muestro otra forma de drogarte, ya que eso fue lo que me pediste ¿no?-.

Kenma sólo asintió y se fueron directo por donde vinieron. Hasta llegar a la universidad y a los dormitorios.

Al entrar al cuarto, le dijo que se sentara en la cama y que esperara. Mientrastando él buscaba algo en los cajones y luego en su armario.

-Mira, antes de hacerlo te lo voy a preguntar. Este otro método, no es peligroso, porque yo sé lo que hago, pero ¿Le tienes miedo a las agujas?- preguntó finalmente, mientras sostenía un cinturón delgado en su mano.

-...No- era la verdad, no le daba miedo y en especial si es que se trataba de una forma de drogarse.

-¿Seguro que quieres probarlo?- se aseguró.

-Si- sentenció.

Y se puso manos a la obra, le hizo un torniquete en el brazo izquierdo, por encima de su codo. Sacó una aguja de su escritorio, el cual tenía un líquido blanquesino

-¿Listo?- preguntó y el rubio asintió.

Finalmente le inyectó, a cambio Kenma dio un leve quejido. Comenzó a sentir cómo el líquido entraba en su cuerpo. Nuevamente estaba drogado. 

. . . 

Al llegar a su cuarto, desenfrenado comenzó a buscar entre la ropa tirada que tenía por toda la habitación. Sabía lo que debía hacer, él sabía que sólo haciendo la tarea de los demás no iba a conseguir el dinero suficiente. Lo único que se le ocurrió era vender su ropa. 

Comenzó a agarrar algunas sudaderas, poleras y las metió en su lavadora. Estaba determindo a verderlas. 

Agarró su celular y cuando la ropa se terminó de lavar la estiró encima de su cama, y una por una fue sacandoles fotos. Entró a una página donde sabía que vendian ropa y comenzó a publicarlas una por una con el precio correspondiente. 

Sabía que no iba a ser rápido que alguien comprase, así que si eso tardaba más de lo pensado, tenía en mente ir a su preparatoria e ir ofreciendo a algunos de su clase si querían esa ropa. 

Sabía que se veia desesperado, pero lo estaba, ya que necesitaba más droga y no sabía cuánto aguantaría sin drogarse. 

Así que ahora sólo tocaba esperar, esperar a que alguien le comprase su ropa y ver hasta donde aguantaría de esta manera tan deplorable y miserable. 


Holiis se que este cap no es muy largo, pero bueh. Disfruten igualmente. :p

Alone again... [Kenma Kozume]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora