Lo ignoró, aunque internamente sabía que no iba a ser tan fácil escapar de eso, después de todo, estamos hablando de dinero y no era poco.
Decidido que quería pasar una semana relativamente tranquila; fue a su instituto, donde los profesores le recivieron con los brazos abiertos, disponibles a lo que él necesite. A Kenma eso le daba bastante verguenza.
Los profesores no le exigieron mucho ya que entendían sus situación y siempre fue de los mejores alumnos, por no decir el mejor, asi que no había problema alguno.
Finalmente fue a su "primer" entrenamiento en el club. La mayoría le hicieron preguntas de qué le había pasado, pero él sólo les dijo que estuvo enfermo. Yamamoto fue el único que ni se acercó. Kenma no tenía valentía como para disculparse, pero debía hacerlo, como lo hizo con Kuroo.
Terminó el entrenamiento y no se pudo disculpar con Yamamoto, lamentaba no haberlo hecho, pero quería esperar a tener un buen momento donde no los interrumpieran.
Se fue a su casa y en el camino del tren le llegó otro mensaje, pero no era de quien él pensaba, sin duda no lo esperaba.
"Te arrepentirás por haber ido como marica con el director".
-xxx-xxx-xxNo tenía el número guardado, pero no era necesario para saber de quien se trataba. Nuevamente se le estaban acumulando las cosas, estaba intentando mantenerse sereno y no explotar, no podía hacerlo, no después de cuatro meses.
Estuvo controlando su respiración por todo el camino a casa, finalmente llegando a la puerta de su casa y entrando por ella.
-Ya volví- dijo al llegar, una costumbre que quería mantener, sin razón alguna.
Pero como siempre, no tuvo respuesta de su mamá, aunque sabía que ella estaba en casa, algo que lo estaba perturbando porque usualemente estaría en el trabajo a esa hora. No le dio mucha importancia, como siempre.
. . .
Después del fin de semana, volvió a las clases y estaba dispuesto a disculparse con Yamamoto, fuese como fuese y encontró el momento perfecto que fue cuando se quedaron solos ellos dos limpiando, bueno estaba Lev ahí, pero él siempre termina rápido y se iba lo antes posible.
-Ey Tora- lo llamó por detrás.
-...- no contestó, sólo se volteó a verlo.
-Yo... debo disculparme, no debí tratarte como lo hice...- quería continuar, pero no sabía cómo continuar, no sabía que palabras utilizar.
-Vale- y sólo se volteó, continuando con su trabajo de limpiar. Kenma no se molestó por su actitud sabía que se lo merecía, pero no podía sólo dejarlo así, debía continuar.
-A lo que voy es que, fui un completo idiota contigo, quería que supieras que me arrepiento mucho por eso...- se notaba que estaba nervioso y que quería que lo perdonara.
-Bueno, pues vete a la mierda Kenma- contestó.
-Yo-yo no lo entiendo...-
-Mira, yo sé que te drogas o bueno "te drogabas". Nunca dije nada a nadie y cuando alguien lo mencionaba yo siempre lo negaba, pero claro, a ti nada de eso te importa ¿Verdad?- contestó bruscamente, con el ceño fruncido, mirando con odio a Kenma, un odio que el rubio no entendía.
-Qu-... mira yo no sabía nada de eso, y-yo lo siento- lamentó, pero eso no iba a cambiar nada.
-Mira, no me importa, pero yo no te perdono, porque me cansé de siempre intentar ayudarte y que nunca lo aceptaras, porque estabas tan centrado en tu miseria que los demás no teníamos lugar en tu podrida vida ¿verdad?- siguió gritandole. Kenma no sabía qué responder -Así que "miserable Kenma", puedes irte a la mierda, y estar tan sólo como siempre lo deseaste, porque es tu culpa el que estes solo, de lo único que te ocupas es de alejar a todos a tu alrededor, porque tú solito te quieres condenar a esa estúpida vida. Así que felicidades, lo lograste- se fue empujando el hombro de Kenma, quien estaba en shock, con lo ojos bien abiertos, realizando lo que acababa de pasar.
Inconcientemente comenzó a rascarse su brazo, hasta que le dolió y volvió a su realidad. Lo odiaba, sabía que Tora tenía razón. Nuevamente el odio y la ira volvian a su cuerpo.
Se fue a su casa, con su mente yendo a mil por hora. Abrió la puerta y esta vez no saludó, se fue directo a las gradas, pero no subió, volteó a ver a su madre que nuevamnete estaba en el sillón sin siquiera verle.
-Mamá- la llamó, pero ni volteó a verle -Mamá, por lo menos mirame- pedía, pero ella seguía sin reaccionar.
-¿Mamá, qué fue lo que te hice? ¿Por que sigues siendo así conmigo?- preguntaba, con los ojos irritados. Siguió sin recibir respuesta -¿Para qué me tuviste si ni ibas a quererme?- Ahí fue cuando comenzaron las lágrimas.
-...¿Por qué debería quererte, si tu tampoco eres un buen hijo que digamos- por fin le contestó, aunque sin duda él no quería escuchar eso.
-Tú me despreciabas, incluso antes de que comenzara a drogarme- reclamó.
-¡Te dejé de ver como mi hijo cuando por tu culpa tu padre se fue!- gritó.
-...¿Mi culpa? ¿MI CULPA? ¡Papá se fue por TU culpa, por cómo lo tratabas... NO POR MI!- ya estaba bastante alterado, estaba temblando y sentía que su cabeza iba a explotar -¡NO INTENTES TIRARME TU MIERDA!- estaba exasperado, casi sin poder respirar.
-Pensé que eras más listo ¿Por qué crees que las personas a tu alrededor se van? Es porque no te soportan- continuaba -Y si aun no se fueron, lo harán pronto, tu no mereces ser querido- dijo, sin esperar a que su hijo contestara algo, se fue de la casa.
Kenma recordó inmediatamente a Tora y cómo Kuro nunca lo fue a visitar, nadie lo fue a visitar... "estaba completamente solo" era lo que pensaba, olvidando por completo a la chica que le había estado acompañando todos esos meses. Nuevamente, sin poder evitarlo, sus pensamientos se dirigieron a los recuerdos de cuando escondió su droga en el baño. No podía evitarlo, o tal vez si, pero ya no quería evitarlo.
Subió a paso lento las gradas, y entró en el baño. Sacó la droga de su escondite, la cual seguía allí sorprendentemente. Se fue a su cuarto, puso el polvo en su escritorio, hizo unas rayas... y nuevamente se encontró en ese mundo del que de cierto modo nunca escapó y siempre estrañó. Otra vez, todo de nuevo.
Espero sigan leyendo aunque no suba tan seguido los caps bdbdbd ;p
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Alone again... [Kenma Kozume]
FanfictionKenma comienza a experimentar con drogas para escapar de sus problemas familiares y académicos. Al principio, solo consume ocasionalmente, pero rápidamente se encuentra atrapado en un ciclo destructivo de adicción. Su vida comienza a desmoronarse: d...