Samara un Amor de otros Mundos

Conexión de almas

De pronto Samara se quedó como pensativa y vinieron imágenes a su cabeza, y dijo para si misma, cuántos Mundos, cuántos seres observados, cuántos cerebros analizados, cuántos tiempos perdidos? Cuántos planetas destruidos por falta de Amor de sus habitantes, nacen, vuelven a nacer, desaparecen, y vuelven a nacer, se autodestruyen replicando sus vidas en otros cuerpos.

Miles de años con tantos enviados con la misma misión de enseñar cómo se debe amar, y todavía no comprenden y siguen confusos? Que es todo esto energía creadora? una broma del universo?, una gran farsa de todo el cosmos? Porque yo sigo tratando de entenderlos?.

Mientras pensaba esto, agachó su rostro y de sus bellos y profundos ojos brotaron nuevamente unas lágrimas tan luminosas como si fueran unos diamantes con sus diferentes escalas cromáticas.

Al mismo tiempo Danny tenía también una reflexión parecida y pensaba.

Dios mío que hago aquí, porque nací, cuál es el sentido de esta vida, cuál es la Misión que debo cumplir en esta tierra ? todos pelean y discuten, hay guerras, hay egoísmo, solo piensan en ellos, quieren tener más y más dinero y si no lo tienes no vales, tanta gente en las calles sin comer, tantas parejas odiandose y  niños viendo  sus conflictos y como dejan de amarse, que es toda esta locura? Dónde está ese Amor que tanto dicen tenerse, Guerras y más guerras, Cuando terminara esta locura sin sentido?, no entiendo este Planeta, Dios mío hasta cuando?.

Era como si ambos estuviesen conectados por alguna extraña causa.
Samara alzó la mirada, y cuando lo hizo sus lágrimas habían desaparecido.

Lau - que te pasa Samara tienes algún problema?

Samara - no es nada Laura solo fue que recordé a mi Familia, eso es todo.
Lau - ha ok, por cierto hablame de tus padres, porque seguro debes de tener, porque uno no nace del aire.

Lo siento Laura no deseo hablar de ese tema.

Lau - ah !!!  seguro estás peleada con ellos y andas por estos lugares como mochilera en busca de aventuras, y eres una de esas niñas ricas que se viene escapando de los tentáculos de sus padres controladores.

Samara solo sonrió sin ofenderse por lo imprudente del comentario de Lau, y le dijo - no, no es eso Laura, solo que no deseo hablar de ellos nada más, es todo.

Lau - está bien no se me ponga tan seria, no volveré a preguntar más, tranquila,( en ningún momento Samara se puso molesta y solo fue exageración de Lau) por cierto ya estamos llegando a mi casa.

Lau - es una casa humilde por cierto,  y riéndose dijo es que mi papá no está con nosotros, el vive en los Estados Unidos y nos envía remesas con dinero desde allá, y le guiño un ojo a Samara.

Mintio como broma, pues era una casa muy grande, de color melón con ventanales blancos muy amplios, con una puerta grande y pilares blancos en cada extremo de la puerta, y un garage grande con el portón pintado de blanco, y una jardinera con muchísimas flores de variados colores, resaltando el lila en la mayor parte de ellas.

Cuando entraron las recibió una mujer de unos 60 años muy amable de aspecto agradable y cuerpo juvenil, con una amplia sonrisa en su rostro, ojos color miel claros, de mirada dulce, con pestañas muy largas y de cejas perfiladas, mujer agraciada de aspecto, piel bronceada, sin parecer clasista ni snobista, pero si muy culta y bien maquillada con un cabello ondulado y pintado de color castaño claro y bien peinado

Sus zapatos eran dorados y de tacones muy altos, que la hacían ver de una estatura más elevada de lo normal, con un vestido color bermellón y un collar con imitaciones de perlas reales, estaba impecable.

Las recibió sonriendo y le dijo a Samara; mucho gusto hijita, mi nombre es Lorena Cantero estirandole la mano y casi obligada a tocar la de ella, y mientras rozaba sus dedos y apretaba su mano lentamente, los ojos de Samara brillaron y percibió  de inmediato un oscuro pasado que no afectaria ni a su presente ni futuro, y se pudo dar cuenta que a su trabajo no iria como diría despues al despedirse, si no que iría a encontrarse con un hombre extraño y  de no tan buena reputación personal que digamos.