Samara un Amor de otros Mundos

La Danza de las Mariposas

De pronto Samara se encontró en un bosque con Árboles tan grandes y anchos que la superaban 100 veces en estatura y grosor, era como si la hubiesen trasladado a un lugar tan pristino y virgen como en el comienzo de la tierra.

Era un bosque donde se podían ver pájaros multicolores de muchas variedades, y escuchar sonidos donde solo se podían identificar entre ellos, especies extrañas y de precoz belleza, pájaros carpinteros picoteando árboles vetustos o jovenes.

Varios colibríes volando a su alrededor, otros haciendo un baile, y mostrando sus plumajes en todo su esplendor, tratando de llamar la atención de la hembra, las aves expresando canticos tan variados y hermosos, nuevas canciones que nunca había escuchado, que salían de sus picos y que las tatareaban con tanta naturalidad y expontaniedad, creando una magia encantadora y harmoniosa que solo ellos podrian expresar desde sus corazónes puros como el agua, oh como un verdadero genio en el arte del Canto.

Era un coro de sonidos que al unisono se entremezclaban logrando una sonoridad ininteligible a los oídos, era el planeta tierra ? Oh acaso Otro planeta ? Oh quizás otra dimensión ? Oh había retornado desde dónde comenzo la vida en el planeta, al primer paraíso acaso ?.

Se filtraban muchos rayos ultravioletas del sol en medio de hojas y ramales, reflejos gruesos y finos, quedando de color naranja el sitio con sutiles tonalidades de gris, y que cuando están a punto de ocultarse, se niegan a partir de alli, pero luego huyen de ese lugar, por temor de no volver a nacer, con la clara consigna de retornar cada día a esa misma hora y crear magia en el lugar, que lo tornan más hermoso.

Samara solo observaba extasiada ese cuadro donde el pintor estaba oculto tras sus ojos y era el que verdaderamente observaba y se maravillaba de su obra.

No lo podía creer, ver tanta belleza junta, el aire tan puro y noble, hojas pequeñas revoloteaban con ventiscas cortas de atardecer en la atmósfera, mostrando pequeños remolinos que no distraían la visión si no más bien la embellecian.

Mientras el grupo gritaban su nombre, y Lau aún mas preocupada por la perdida de su amiga junto con el guía, llamaban por su nombre a Samara, en gritos que se repetían y repetían sucesivamente como un eco en las montañas, Samara, Samara, !!!!!! Decían algunos intentando ayudar a la persona perdida, y ser escuchados por ella.

Pero al no encontrar respuesta alguna, el guía Francois acotaba con mucha preocupacion, y preguntandose decía - Dios mío dónde estará? en este bosque nadie nunca se a perdido, y existen muchos claros entre los senderos, y es imposible que no esté aquí y que se haya extraviado de esa forma, imposible, imposible !!! remarcaba la frase repitiendola muchas veces con rostro de preocupación y angustia en sus ojos, y un atisbo de misterio sin respuesta alguna en el.

En ese preciso instante Samara empezó a ver cómo Miles de Mariposas la rodeaban como en un gran remolino a su alrrededor, la envolvían como un vestido, que se enrollaba y desenrrollaba al mismo tiempo, a una distancia de 15 centímetros a su lado sin toparla, y transparentandose su figura a través de estos insectos tan maravillosos y coloridos, creando una Mágica y única Danza en un solo cuerpo.

Eran las Mariposas y Samara, un olor delicioso a Sándalo Broto de su alma e inundó de su aroma personal todo el sitio, pues en ese lugar lo imperceptible en ella, se volvía más perceptible que nunca, y tambien a notarse aún más a su alrededor, lo mágico y hermoso empezó a tomar presencia, al mismo tiempo que su piel emitía destellos, como iluminandose así misma desde adentro hacia fuera, más por el amor y alegría que sentía en ese instante.

Cada experiencia positiva y de Amor que Samara tenia, nutria como un alimento a la Nave Nodriza y los seres que allí habitaban, y así ocurría con cada experiencia buena, de amor o de compasion que ocurria en el planeta tierra, y lo mismo pasaba en cada Mundo habitado en todo el Universo, cada vez que alguien expresaba Amor, ocurrían milagros maravillosos y buenos, para el bien de infinitas especies y civilizaciones en el espacio.