Pase semanas Navegando en el Barco, me sentía ya muy cansado de estar encerrado.
Pero al llegar a Hong Kong tenía la visión un poco borrosa después de estar oculto en la zona de carga sin la luz del dia durante tanto tiempo, solo mantenía contacto con otro marinero que era el cómplice del que me ingreso al barco, que era el que me traía la comida, y algunas ratas que se paseaban por mis pies buscando una que otra migaja de lo que comía y se caía al piso mientras lo hacia, pero que luego las olvidaba.
Tanto así que hasta me había acostumbrado a ellas y no tomarlas en cuenta en absoluto, además solo eran 2 o 3 que merodeaban y no molestaban.
Yo dormía en una confortable Amaca que me había dado el que me ubico en las bodegas del Barco, nunca dormí en el piso, o si no hubiera sido muy peligroso para mi salud, lo digo por las Ratas.
Ya al llegar al Puerto, me tuve que ocultar en una caja de madera que estaba vacia y poder salir del barco con ayuda del hombre que me puso de polison, así pude salir sin que nadie se diera cuenta.
Me apresure a tomar un taxi para ir a un hotel, estaba muy cansado de haber estado encerrado en esa bodega con su mal olor el cuál se me había pegado junto con mi sudor, solo queria llegar Bañarme, cambiarme de ropa y salir a comer una comida más decente de la que me habían dado esos Marineros.
Descanse un poco en el Hotel que solo lo alquile por unas horas, solo para asearme, comer y descansar un rato entre sabanas limpias, luego de eso baje a tomar otro taxi que me llevaría a la terminal de buses, y asi poder viajar a la ciudad de Yunnan.
En un viaje muy largo que me tomaría varias horas para llegar, para después hacer transbordo y pasar al siguiente viaje, que era aún más largo.
Mi destino era el pueblo de Bidur, que quedaba un poco más cerca de mi objetivo que era el Tibet, para llegar dónde la familia Whang Cheng que me había recomendado mi amigo, y que era la que me recibirían y darían hospedaje esos dias.
Cuando llegue y me presente y se enteraron de parte de quién iba, y me recibieron tan normal como si me conocieran desde hace ya mucho tiempo, y me dijeron entre serios y agradables unas palabras que me tranquilizaron " lo estábamos esperando " pensé ¿Que?¿ lo estábamos esperando ? Y les dije ¡¡¡ que rápido les aviso mi amigo !!!, dijeron un ¡¡¡ si !!!, para luego atenderme muy bien como si fuese uno mas de su familia.
Era un hombre de 40 años Yuan, y su esposa de casi su misma edad Houan, con 2 hijos una chica de 15 años de nombre Kian y su hijo de 17 Louchen
En esos tres días que pase allí en ese lugar, estuve muy pensativo y con la incertidumbre de que me depararía el destino en esos sitios tan lejanos de dónde dónde me encontraba e iba a conocer, y que había llegado a ese pueblo solo para dirigirme a Lhasa la capital del Tibet.Ellos casi no hablaban mucho, y solo se dedicaban a sus tareas, y no se entrometian ni preguntaban nada de mi, muy común en nuestras familias latinas de preguntar absolutamente todo, en cambio ellos no lo hacían por su misma cultura.
Me despedí de ellos muy cordialmente el día que tuve que partir, con un abrazo y la mano a su esposa e hijos, antes de partir con mi mochila hacia mi destino, les quise dar dinero por agradecimiento, y no me lo aceptaron, ví un poco extraño su comportamiento y continúe mi camino.
El día que llegue a la ciudad de Lhasa, esta me resultó fascinante, toda su cultura hermosa y misteriosa, recorrí muchos pueblos, ví mucha gente de ojos rasgados, subía montañas mientras me abrigaba muy bien por el frío, y que al recorrer cada población pequeña, preguntaba a los más ancianos si habían escuchado sobre algún lugar extraño dónde la gente vivía por cientos de años.
Unos negaban con su cabeza, otros se encogían de hombros, otros en cambio me ignoraban y me veían como un simple extraño, todo por ser extranjero.
Muchos me miraban extrañamente.
En uno de esos pueblos mientras yo trataba de hacerme entender, un joven se acercó muy amablemente a mi y les explico mi pregunta, porque algunos de ellos solo conocían los dialectos de esos sitios oh que les enseñaron sus ancestros, y no acostumbraban a hablar en Chino por respeto a sus antepasados por el fastidio que sentian por la ocupación China en antaño, y que solo por eso los jóvenes manejaban más el idioma Chino y no les molestaba hablarlo como a los más ancianos.
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Samara un Amor de otros Mundos
Science FictionUna joven extraterrestre llegará a la tierra desde la Constelación de Orion, con la Mision de investigar como aman, y configuran los seres humanos su Amor, en todas sus formas. Labor que deberá cumplir con mucha precaución sin revelar su identidad...