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Abro mis ojos poco a poco cuando siento una luz brillante blanca sobre mí, me intento incorporar, pero una mano intenta detenerme, es Frank.

-Hay cariño al fin despertaste

- ¿Frank?

Me abraza

- ¿Te sientes bien?

-Me duele un poco la cabeza - digo

Frank me Toma la mano

- ¿Qué sucedió?

-Dafne se enojó y me empujó caí sobre una mesa de Charles

Frank me mira boquiabierto

- ¿Estabas en su departamento? - se lleva las manos a la boca y ambos una sonrisa

-Si

-Esta como loco afuera ni se ha movido también esta Gasly y Carlos

- ¿De verdad? - cierro los ojos - Frank estoy está empezando a salirse de control

-Yo tampoco sabría como escoger - dice

sonrío me un dolor en la espalda me hace quejarme. Charles se asoma por la puerta y al verme despierta entra silenciosamente. Frank se retira.

-Hola - dice - De verdad me alegro mucho que estés despierta, lo siento mucho

-Charles - tomo su mano - No es tu culpa

-En parte si-digo - Estas en tu derecho de acusar a Dafne si quieres

-Descuida ya la tengo de enemiga

Charles sacuda el cabeza un poco divertido, se sienta en la cama y me observa.

-Me asuste mucho

-Estoy Bien - digo - Nada grave

Asiente, se acerca a mí y me da un beso en la frente.

-No dejaré que nada así te vuelva a suceder

-No sé cómo me vas a cuidar de esa bruja que es tu propia novia

Agacha la cabeza

-Seremos bueno amigos, Charles

Me mira mientras sus ojos se humedecen un poco.

-Estoy seguro que si

Charles acomoda a mi lado, se acuesta a mi lado y cruza el brazo por encima de mis hombros. Charles coloca mi cabeza su pecho con cuidado de no lastimarme.

-Los amigos cuidan a los demás - dice como excusa - No te enojes

Me quede dormida en un silencio frío en su pecho. Charles y yo estábamos seguro que no queríamos ser amigos. Que ya había pasado el límite de todo.

*******

El lunes lo tomé para descansar y Frank se encargó de cuidarme sin embargo Charles estaba más presente que Frank el lunes y estaba muy obsesionado con la idea de estar conmigo y cuidarme. No habíamos tenido noticias de Dafne y Charles no quería hablar de ella.

El martes en la mañana estoy sentada en mi ordenador, me habían agarrado cuatro puntos de mi frente por lo tanto necesitaba un poco de descanso, aunque faltaba poco para irnos a España claro, si Ferrari nos daba el sí.

Dos toques en la puerta me sobresaltan. Me quedó plasmada cuando Camille mi jefa entra con una bufanda y gafas.

-Vine apenas me enteré ¿Estas bien, cariño? A ver

Me mira la frente y hace un gesto desagradable

-Ferrari me pidió una explicación que hacías en el departamento de Chales Leclerc y le dije que lo ayudaste a llegar a casa. Te caíste y tropezaste

250 Km Charles Leclerc y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora