Charles y yo salimos del paddock a los estacionamientos. Veo a Toto caminar con Susie, visiblemente no de buen humor. Susie me sonríe a medias y yo asiento. Toto me mira pero aparta la mirada. Charles abre la puerta del Ferrari SF90.
No te preocupes, se le va a pasar.
Al llegar a la habitación, Charles me arrastra por el espacio, chillando de felicidad. Me deposita en la cama y me llena de besos.
Un baño -dice acariciando mi mejilla- Y luego una cena romántica.
-¿Una cena romántica?
-Para mi futura esposa.
Sonrío, acaricio su mejilla y él sonríe.
-Te amo -dice sonriendo- Siempre.
Charles se deshace de mi ropa en menos de dos minutos, me atrae hacia él y de pronto todos mis males desaparecen.
-¿Le has dicho a mamá que el agua debe estar tibia, verdad?
-Sí, mi amor -dice Charles viéndose en el espejo- Es su nieto.
-Tienen una pelea.
-¿Tu madre y mi madre peleándose por el bebé?
Asiento.
-Charles -me acerco a él- Te ves muy bien de azul.
Se gira para verme y sonríe.
Salimos de la habitación y de inmediato, Charles es rodeado por una marea de fans emocionados. Aunque he visto esta escena antes, no puedo evitar sentir un atisbo de nostalgia al recordar las veces que esperaba fuera de hoteles, buscando su firma en una camiseta. Pequeños momentos que Charles desconoce. Ahora, como su prometida, experimento una felicidad sin igual.
Charles y yo compartimos una velada en un pintoresco restaurante que ofrece vistas al conocido Beach House Hotel. A pesar de la temperatura, que se encuentra en un delicado equilibrio entre lo fresco y lo cálido, no nos detenemos en nuestro intento de disfrutar de una noche placentera.
La brisa suave del atardecer acaricia nuestras mejillas mientras tomamos asiento en una mesa. Tengo la sensación de que siempre cenábamos en grupo cuando estábamos en semana de carrera. Charles lleva una camisa azul con rayas blancas y vaqueros blancos.
-¿Estás bien?
-Sí, digo - Estaba pensando.
-¿En mi, verdad?
Asiento, me toma de la mano y la besa.
-¿Estás bien con el cambio?
-Sí, lo miro - Un poco extraño pero bien.
-Sé que la relación que tenías con Toto no será igual con Mattia, pero por eso no tienes que preocuparte.
-¿Por qué?
-Se va después de esta carrera - dice - Es un imbécil.
-Charles, lo miro - ¿Tantos cambios de la nada no afectan?
-Claro que sí, dice tomando mi mano - Pero es lo mejor.
-¿Quién será el director?
-Ya lo verás -dice sonriendo - Serán buenos amigos.
-Charles, dime...
-No -dice sonriendo - Ahora voy a pedir mi cena.
Después de cenar, Charles y yo llegamos al hotel luego de una noche como él la había dicho, romántica. Carlos entra al vestíbulo y me alza la mano. Charles me mira y alza las cejas.
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250 Km Charles Leclerc y Tu
Storie d'amoreTu, una periodista apasionada por el automovilismo, recibe una emocionante oportunidad profesional al ser asignada para trabajar con la prestigiosa escudería Ferrari en una revista especializada. Con gran entusiasmo, se sumerge en el fascinante mund...