CAPITULO 5-4

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– E-está mal- Jongho chilló, moviendo sus manos y envolviéndolas en su cuello, sus brazos sobre sus hombros. – No deberíamos hacer esto, nosotros-

– Puedes pasar toda tu vida cuestionándote a ti mismo, Jongho – Yunho dijo, rozando sus labios con los del chico, quien se inclinó hacia él, con un gemido a punto de escapar de su garganta. Pero antes de que pudiera hacer algo, Yunho se apartó – O puedes simplemente hacer lo que quieres. No pienses, solo deja ir todos tus miedos y comete tus pecados. A veces solo no importa, a veces está bien. – Susurró.

Jongho parpadeó, mirando a Yunho. – S-si- – susurró bajito – Quiero que me beses, Jeong Yunho. Quiero tus labios contra los míos.

– ¿Quién soy yo para decir que no? – Yunho dijo sonriendo y se inclinó a presionar sus labios juntos.

Jongho se congeló por un momento, pero luego sintió a Yunho apretar su cintura. Fue ahí cuando dejo ir sus miedos, sus interminables pensamientos sin valor y presionó sus labios de vuelta contra los de Yunho.

Yunho movió sus labios contra los de Jongho con fluidez. Su respiración se aceleró y se sentía viajar sobre los edificios, bajando y subiendo hasta arriba de los horizontes, sobre un paisaje rocoso, corriendo sobre grandes cuerpos de agua, suspendido en el aire mientras el sol brillaba sobre el océano. Besar a Yunho se sentía como volar.

Jongho se apartó. – ¿P-pero que hay sobre-... – comenzó a decir y sintió las manos de Yunho detrás de sus muslos, cargándolo y haciéndolo jadear. Nunca antes había sido cargado, no así, no por un hombre, no para ser besado.

– Piensas demasiado – Yunho dijo y presionó sus labios juntos otra vez, las manos de Jongho yendo a su cabello. Nunca había hecho algo como esto, no con un hombre. El rubio lo cargó hasta la sala, llevándolo hasta los sillones.

Yunho se separó del beso y Jongho tragó, mirándolo fijamente con sus grandes ojos. – Y-Yunho, no deberíamos...

– Oh, cariño, por supuesto que debemos – Yunho susurró sobre su boca y lo besó de nuevo.

– P-pero, qué hay de...– Jongho comenzó a decir y Yunho lo besó otra vez. – Shush-

Jongho lo besó de vuelta por un momento. – P-pero, somos hombres-

Yunho lo besó por un segundo – Los hombres tienen permitido besar.

Los labios de Yunho se desviaron a su mejilla, hacia su mandíbula, su barbilla – No entre ellos... – Jongho susurró y Yunho gruñó, besando sobre su barbilla, la esquina de su boca, su labio superior y después el inferior, después de vuelta a la otra esquina de su boca.

– Hmm – Yunho susurró, mirándolo – Voy a besarte otra vez, Jongho.

– Por favor, hazlo. – Susurró también y Yunho presionó sus labios juntos de nuevo.

Jongho lo tomó de los hombros, enredando sus piernas en su cintura. Nunca antes había hecho algo así, no con un hombre. Pero besarlo... no se sentía como algo forzado, se sentía como libertad para su cuerpo, su alma, sus pensamientos. Lo sintió en cada musculo de su cuerpo, como si emprendiera vuelo. Emprendió vuelo con los labios de Yunho sobre los suyos, y no había nada más.

Solo esto. No había gravedad, no había tristeza, nada que lo retuviera. Y por un momento, solo se rozaron, hasta que dejaron de tocar el piso. Jongho se separó aun con los ojos cerrados y ambos respiraron sobre el otro. Se lamió los labios, aun sintiendo los de Yunho, sintiéndolo sobre él. Yunho gruñó, bajando a besar su cuello.

– Y-Yunho... – Jongho comenzó a decir, tragando duro. – ¿Qué quieres hacer ahora?"

– Lo que quiero hacer ahora, cariño – Yunho dijo, con sus manos tomando las caderas de Jongho con firmeza – Es poner mis labios sobre cada rincón de tu cuerpo, sentirte en mi lengua, sentir tu pulso en mis labios – continuó con voz suave, y los ojos de Jongho se abrieron, empujando a Yunho lejos de él.

Yunho tropezó hacia atrás y Jongho se levantó.

– ¿Qué estás diciendo? ¡No puedes poner tus labios sobre cada rincón de mi cuerpo! Eso- eso no está bien. – Jongho exclamó y Yunho dejo salir un suspiro.

– No hagas esto otra vez – Yunho se quejó y Jongho tragó.

– Y-yo solo quería besarte otra vez, no quería que dijeras todas esas cosas, no quería que hicieras más que eso. Aun así, ¿Cómo lo harían dos hombres? No tiene sentido. – Dijo y Yunho se acercó a él.  – Un cuchillo solo va con un tenedor, no puedes usar un cuchillo con otro cuchillo, no tienen sen-

Yunho lo miró de cerca, poniendo una mano en su cintura. – Por supuesto que tiene sentido, todo tiene sentido, Jongho – le dijo besando su mejilla – Puedo cogerte-

– ¿Qué?

– Si, ¿Nunca lo has hecho con Sana? – Yunho preguntó con una risa disimulada.

– ¡Por supuesto que lo he hecho! Que ridículo de tu parte preguntar eso. Claro que lo he hecho, pero no sabía que era posible hacerlo con un hombre. No debería serlo.

Jongho murmuró, tragando duro.

– Todo es posible en el amor y la guerra, mi amor. Tú me preguntaste que quiero, ¿no? – Yunho preguntó, mirando profundamente a los ojos de Jongho. – Lo que yo quiero hacer, ángel, es verte desnudo, debajo de mí, conmigo cogiéndote hasta- – comenzó a decir y Jongho no se dio cuenta de lo cerca que estaba, pues sus labios estaban casi rozando su oreja. – hasta que lo único en lo que puedas pensar sea mi verga. Jongho dejó salir un gemido. – ¿No suena bien?– Yunho dijo sonriendo, mirándolo.

El chico estaba sonrojado, seguro de sentir sus pantalones apretados. Tragó.

– Y-Yunho, yo... debería irme. Discúlpame, no debí haberte besado, no debí habértelo pedido, no debí – comenzó a decir, saliendo de la sala hacia la puerta.

– Vas a escapar otra vez, ¿Verdad Cenicienta? ¿Tendré que ir a buscarte al ático y poner un pequeño zapato de cristal en tu pie? – Yunho preguntó con una pequeña e insatisfecha sonrisa.

– Estás siendo muy descarado hoy.

– Me has tenido pensando, Jongho. Pensando en ti vestido con absolutamente nada y- dios, no puedo creer que pensaste que yo sería quien estaría debajo de ti. – Yunho le respondió riendo y Jongho sacudió su cabeza.

– ¿Qué se supone que significa eso?

– Lo entenderás después. Pronto.

– No deseo hacerlo. D-debo irme, es tarde y t-tengo trabajo. Buenas noches. – Dijo Jongho rápidamente y corrió fuera de la casa y por la calle.

Todo lo que pudo hacer, fue pensar. 

Somebody to love - 2ho / YunjongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora