Somebody to love - 2ho / Yunjong

CAPITULO 2-4

–  Cariño, ¿En dónde estuviste? Dijiste que irías a la iglesia, pero...– Sana comenzó a decir, pero luego miró detrás de Jongho y vio a Yunho, de pie del otro lado de la acera.

– ¡Yunho! Oh, no te había visto, ¿Te gustaría pasar? – Sana preguntó, y Jongho hubiera querido que nunca hubiera sugerido eso.

Por alguna razón, no quería estar junto a Yunho con Sana alrededor. Quería que su amistad con Yunho fuera un poco más íntima, no sabía por qué.

– Estoy bien, gracias – dijo con una sonrisa relajada – ¿Por qué no vienen a cenar a la casa el próximo viernes? Kazuha tendrá una pequeña reunión de colegas principalmente, quizá Jongho podría conocer unos cuantos abogados.

– Sería un desastre – Jongho comentó cortante, haciendo a Yunho reír.

– Ahí estaremos, ¡muchas gracias! – Respondió Sana agradecida y Yunho se despidió agitando la mano, Jongho mirando mientras se alejaba caminando, sonriéndose a sí mismo mientras cerraba la puerta.

– No sabía que irías a verlo.

– No lo hice, lo encontré afuera de la iglesia – Jongho dijo.

– ¿Qué hicieron?– Sana preguntó, viendo a Jongho quitarse su abrigo y sus zapatos, apresurándose a tomarlos por él, pero Jongho los dejó a un lado por sí mismo.

– Fuimos a caminar.

– Es adorable, ¿Verdad? – Sana le preguntó y Jongho la miró. – Kazuha me dijo que solía gustarle a todas las chicas de la escuela.

– ¿Kazuha y Yunho se conocieron en la escuela? – Jongho preguntó, caminando hacia su estudio.

– Si, se conocen desde que eran niños – Sana le respondió.

– Oh, que bien...

– Se fugaron, de hecho – Sana dijo y Jongho se giró a mirarla.

– ¿En serio?

– Si, es por eso que Kazuha se vino a vivir a Londres, se escapó con él, sus padres estaban devastados – Sana le explicó y Jongho frunció el ceño. – ¿Por qué se fugaron?

– Bueno, Kazuha quería escapar desde un principio, le dije que no lo hiciera, pero... ¿Qué sabía yo de todos modos? Era mucho más joven que ella. Sus padres no querían que estudiara o trabajara, pero ella no lo permitió y se escapó, y Yunho se fue con ella.

– ¿Por qué?

– Porque la amaba de verdad, eso fue lo que Kazuha me contó, que Yunho le dijo que haría cualquier cosa por ella. Todo un Romeo – dijo soltando una risita.

– ¿De verdad? – Jongho preguntó un poco sorprendido.

– Por supuesto, ¿Acaso no te dice algo la manera en la que él la miraba aquella noche? La ama demasiado, digo, la deja trabajar y tomar decisiones importantes, eso es amor.

– Todos los hombres deberían dejar trabajar a sus esposas, Sana, no importa si las aman o no – Jongho dijo simplemente y Sana se quedó de pie frente a la puerta.

– Si, pero no es correcto. Digo, somos mujeres después de todo, tenemos que cuidar la casa y a los hijos – Sana le respondió y Jongho se sentó en la silla de su estudio.

– Creo que debes aprender unas cuantas cosas de Kazuha – espetó – Deberías buscar un trabajo, Sana, para distraerte...

– No quiero un trabajo, cariño. Eres muy dulce, mi pequeño hombre moderno – Ella le respondió riendo, besándole la mejilla. – Iré a prepararte algo de comer, debes estar cansado después de esa caminata.

Jongho gruñó mientras la miraba alejarse caminando. Cuando se fue, se permitió ahondar en sus propios pensamientos. ¿Yunho en serio amaba tanto a Kazuha? Porque no lo parecía, o quizá solo era él.

Aquello hacía que su estómago se retorciera un poco sin saberlo, el pensamiento de Yunho tan enamorado de Kazuha. Lo hacía despreciarlo un poco, a pesar de ser tan encantador, guapo y elocuente.

Pero claro, por supuesto que amaba a su esposa, ¿Por qué no habría de hacerlo? Jongho también ama a su esposa. Tiene que hacerlo. Él solo debe dejar ir esos estúpidos pensamientos y concentrarse en su trabajo.