Después de hacer un exitoso pastel de sartén (ligeramente quemado, gracias a Yunho) y comerlo con dos copas de vino cada uno, Jongho apoyó su cabeza contra el hombro de Yunho, ambos mirando la tele.
Era una película, pero ninguno realmente podía prestarle atención. Los labios de Jongho estaban chupando sobre la mandíbula de Yunho, quien pasó los dedos por la cintura del chico, bajando lentamente con cada toque. Jongho escuchó la voz de la mujer en la televisión, cómo jadeaba hacia su amante por alguna razón. Yunho movió una mano hacia los pantalones sueltos de Jongho y se los bajó sin dudar, haciendo que el chico se mordiera el labio, sintiéndose mareado. Jongho recostó su cabeza contra el pecho de Yunho, arrastrándose sobre su regazo. Yunho tiró de la ropa interior de Jongho, bajándola por sus muslos y tirándola al suelo.
El chico estaba frente a la televisión, el arrastre de humillación y la punzada de culpa que siempre recibía mientras hacía esas cosas con Yunho llenándolo de pies a cabeza como de costumbre, pero lo ignoró como siempre, dejando que sus piernas se extendieran sobre el regazo del rubio Los diálogos de la película continuaron y Jongho se mordió el labio, viendo a Yunho tomar una botella de aceite lubricante a su lado. Recostó su cabeza sobre el hombro del rubio, los ruidos estridentes de la película continuando. Yunho envolvió su brazo alrededor de la cintura de Jongho y extendió su otra mano entre sus piernas.
– Tienes que confiar en mí, Jolie. Siempre te amaré – El hombre de la película dijo con voz áspera.
Jongho sintió el primer dedo deslizándose por su entrada y mordió las mangas de su suéter. Sintió a Yunho arrastrar su dedo hacia adentro, dejándolo deslizarse hacia afuera descuidadamente antes de enroscarse. Jongho gimió, arqueando la espalda, cubriéndose la cara con las manos.
– ¡Oh, James! ¿Cómo podría perdonarte? – La actriz en la televisión lloró, escondiendo su rostro entre sus manos. La película era en blanco y negro, por lo que los puntos aleatorios en que se extendían por la pantalla hicieron que la visión de Jongho fuera confusa.
– Y-Yun-nngh – Jongho gruñó, mordiendo la tela de las mangas de suéter.
Yunho metió su segundo dedo completamente, con los nudillos hasta el fondo, sintiendo su interior, enterrándolos profundamente y abriendo un poco. Jongho jadeó, dejando que el suéter cayera de entre sus labios.
– Eres tan hermoso, mi ángel – susurró Yunho en su oído, haciéndole sentir un placentero hormigueo por su columna vertebral. Jongho dejó escapar un grito cuando Yunho metió un tercer dedo dentro de él. Jongho volvió a llevar sus manos a su rostro y comenzó a chupar sus dedos, insertando dos en su boca.
Yunho vio como las piernas de Jongho se abrieron, una mano agarrando el brazo de Yunho, otra dentro de su propia boca. Jongho estaba extendido como una flor, sus pétalos en todo su esplendor, el tono rosado en sus mejillas iluminándolo. Era perfecto así.
– Y-Yunho – Jongho articuló alrededor de sus tres dedos, chupándolos. Tenía gotas de saliva cayendo por sus labios, los ojos muy abiertos y necesitados, su miembro rojizo contra su abdomen y sus muslos temblando. Era perfecto.
– Mierda. – Yunho dijo, sacando los dedos del interior de Jongho. El chico cayó sobre el sofá boca abajo, sacándose los dedos mojados de la boca y gimiendo
– ¡Yun! – Jongho chilló y Yunho bajó las manos por sus costados, levantándole las caderas hasta que su trasero estuvo en el aire, con los muslos gruesos extendidos, dando una vista perfecta de su entrada.
– Maldita sea, amor. Eres tan jodidamente precioso – gruñó Yunho, impulsado por la lujuria. Jongho movió su rostro hacia un lado para presionar su mejilla contra el sofá, con los brazos inertes a su lado. Esperó a Yunho, esperó obediente a que el hombre hiciera el primer movimiento, que diera el primer paso.
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Somebody to love - 2ho / Yunjong
FanficEnamorarse de un hombre durante los años 50 nunca fue algo que Yunho o Jongho hubieran imaginado. Especialmente cuando ambos estaban casados con sus hermosas esposas. O, la historia de dos amantes que nunca fueron el uno para el otro, pero el destin...