CAPITULO 12-2

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– Jonghito, eso suena un poco descortés, ¿no crees? – Sana preguntó, preocupada. Jongho vio a Yunho sonreír mientras entraba en su casa, con copos de nieve en el pelo y los hombros.

– Sí, Jonghito. Es bastante imprudente. Estoy gravemente ofendido – Dijo Yunho, y las mejillas de Jongho ardieron en rojo.

– ¡Adiós! – Sana dijo y luego salió de su casa, cerrando la puerta detrás de ella. Ahora, con la puerta cerrada, solo estaban Yunho y Jongho. El chico observó mientras Yunho miraba alrededor de la pequeña casa, tarareando para sí mismo.

Jongho se levantó del sofá, dejando el libro sobre la mesa de café y luego se fue a la cocina.

– Sí, un poco de té sería maravilloso, gracias – Yunho se burló y Jongho lo miró enojado.

– ¿Qué haces irrumpiendo en mi casa así? – Jongho dijo, haciendo puños sus manos.

– Como si tú no hubieras entrado en mi casa tres veces rogándome que metiera mi pene en tu culo – dijo Yunho, y los ojos de Jongho se abrieron. Yunho observó con deleite cómo un bonito rojo cubría sus mejillas y nariz.

– ¡Eres cruel! – Jongho espetó y Yunho caminó hacia la cocina abierta, apoyándose contra la encimera.

– Lo sé, cariño. Es mi especialidad. Ahora, ¿no me vas a preguntar si me siento mejor? – Preguntó Yunho, inclinando la cabeza. Jongho se mordió el interior de su mejilla mientras tomaba la tetera.

– Puedo ver que lo estás.

– Bueno, no lo estoy. Me siento absolutamente horrible, y el hecho de que me dejaras tan enfermo en el hospital la semana pasada me hizo sentir terrible. Tuve dolores de cabeza constantes, Jongho. Todo gracias a ti – Yunho espetó y Jongho se detuvo, mirándolo con preocupación.

– ¡Lo-lo siento! – dijo con ojos grandes. – Pensé que estabas bien, no me habría ido si –

Yunho comenzó a reír y Jongho se calmó, viendo al mayor caminar hacia él. – Eres absolutamente adorable, Jongho – Yunho suspiró, de pie a su lado.

Jongho sacudió la cabeza y luego se volteó nuevamente hacia la tetera.

– Que grosero – dijo Jongho, y sintió los largos dedos de Yunho estirarse y tocar su hombro descubierto. Jongho miró al hombre de cabello dorado y vio una sonrisa de asombro en su rostro.

Yunho se inclinó hacia adelante y colocó sus manos sobre la pequeña cintura de Jongho, apretándola suavemente. Pasó los labios por su cuello y sobre su hombro, respirando sobre la piel lisa, el chico temblando bajo su toque.

– Y-Yunho – dijo Jongho, pero sintió su mano temblando y casi derramó el agua caliente de la tetera sobre la encimera. Yunho siseó, envolviendo sus brazos alrededor de la cintura del chico, llevándolo hacia atrás hasta que quedó atrapado entre sus brazos.

– Cuidado, corderito. Te lastimarás – Yunho susurró y Jongho se quedó quieto en su agarre, con sus manos extendiéndose sobre las más grandes sobre su estómago.

Jongho dejó escapar un jadeo cuando sintió que los labios de Yunho comenzaban a chupar su cuello. Se mordió el labio y movió una mano hacia la parte posterior de la cabeza de Yunho, sosteniéndolo allí mientras mordisqueaba suavemente su piel.

Las manos de Yunho se colaron debajo de la camisa blanca de Jongho, llegando a su abdomen y manteniéndolas allí. Jongho se estremeció al sentir las manos frías de Yunho sobre su abdomen, pero gimió cuando subió y comenzó a tocar con las puntas de sus dedos alrededor de sus pezones.

– Y-Yun – susurró Jongho y Yunho se apartó de su cuello para comenzar a succionar suaves chupetones en su clavícula. Continuó con sus dedos y torció el pezón de Jongho, quien mordió su labio inferior ante la extraña sensación.

Yunho repentinamente quitó sus manos y Jongho dejó salir un gemido atrapado en su garganta por la falta de tacto. Pero antes de que pudiera replicar, Yunho lo hizo girar para estar frente a frente. Jongho vio como Yunho tomaba su camisa y la abría rápidamente, los botones desabrochándose con facilidad, como si estuviera hecha para que Yunho la abriera.

Jongho puso sus manos sobre la mandíbula de Yunho, pero jadeó cuando éste se lanzó hacia adelante y succionó con sus gruesos labios en su pezón. Jongho gimió, con las manos agarrando el cabello de Yunho, mirando cómo el hombre rubio chupaba su pecho con entusiasmo.

Jongho respiró hondo, sintiendo a Yunho ir más abajo, besando su pecho, su estómago, y luego tirando de sus pantalones de una vez. Yunho se arrodilló para besarle el abdomen y el aliento de Jongho se estancó.

– ¡Y-Yunho, no, no podemos! No otra vez, solo... solo me dejarás de nuevo, y-y-

– Por favor – dijo Yunho mirándolo con los ojos oscuros, pareciendo seguro, a pesar de estar de rodillas. – Solo te quiero a ti, a nadie más.

– No lo sé... – Jongho chilló débilmente, pero sintió a Yunho acercarse y besar su miembro sobre sus pantalones. Jongho se sintió ceder ante esa placentera sensación, perdiéndose a sí mismo. – – Yun – susurró, y Yunho le bajó los calzoncillos, viendo su miembro semi duro.

– Déjame – susurró Yunho, inclinándose a meter el pene en su boca a pesar de que no estaba completamente duro. Jongho sacudió sus caderas ante eso, tartamudeando un gemido, su pene cada vez más duro en sus labios.

Somebody to love - 2ho / YunjongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora