CAPITULO 9-3

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– ¿Qué pasó con ese caso, señor? – Preguntó una de las chicas.

– Buena pregunta. Gané – Yunho sonrió. – Pasará 30 años en prisión. Confesó todo en el estrado cuando le hice cuatro o cinco preguntas. ¿Y para mí? Bueno, al día siguiente me ascendieron – Yunho se rió entre dientes y Jongho escuchó a San reírse a su lado.

– Ese hombre está tan malditamente seguro de sí mismo – dijo San, y Jongho lo miró. – Pero mira qué tan seguro está, le está funcionando. Todas las chicas parecen estar enamoradas de él.

– Ahora, ¿alguien recuerda el caso judicial de Holden-Smith de 1934? – Preguntó Yunho, apoyándose contra la mesa casualmente. Todos levantaron la mano. Literalmente todos, excepto Jongho. Estaba tan concentrado en cada movimiento de Yunho, cada postura, cada palabra. No podía creer que estuviera aquí. Se sentía tan raro verlo así. Se sentía extraño, como si lo estuviera mirando desde un tercer ojo.

Yunho miró a su alrededor y luego miró a Jongho, quien era el único que no estaba levantando la mano, casi tratando de esconderse. Jongho no podía pensar, no se le ocurría nada.

– ¿No aprendiste esto en tu primer año aquí? – Preguntó Yunho, y todos asintieron, queriendo responder la pregunta, tratando de impresionarlo. Pero Jongho no tenía absolutamente nada en mente a pesar de que lo intentó, hizo todo lo posible por pensar en algo... – Tú – dijo Yunho, y Jongho lo vio mirándolo directamente con un pequeño gesto de complicidad. – Describe el caso. – Jongho se sonrojó. Miró a Yunho extrañamente, como suplicando que el hombre lo dejara ir, no pudiendo hacer nada más que quedarse en silencio por un momento. Yunho suspiró. – No tengo todo el día, ¿sabes? – dijo Yunho, y las chicas se rieron. 

El chico miró hacia abajo con sus grandes ojos, jugando con sus dedos. – Yo- um- yo-no sé – , susurró.

– Habla – ordenó Yunho, y Jongho encontró a toda la clase observándolo. San lo miró de manera extraña porque Jongho siempre sabía todas las respuestas.

– N-no sé, señor – , le respondió en voz alta, viendo al hombre soltar un suspiro dramático, chasqueando la lengua.

– Qué decepcionante – dijo Yunho, y Jongho lo miró, pues parecía bastante divertido. Sintió ganas de llorar. – ¿Alguien más quiere responder? – Yunho continuó y preguntó a uno de los otros estudiantes, mientras Jongho se sentía estúpido. Tan estúpido porque Yunho lo había hecho sentir tan inferior.

Después de otros 45 minutos, la conferencia terminó y se podría decir con seguridad que casi todas las personas en la sala quedaron encantadas con él. San siguió hablando acerca de querer ser como él en unos años. Jongho solo se mantuvo en silencio.

Todos comenzaron a salir. San salió corriendo porque tenía que llegar a trabajar al bar. Jongho vio a varios de sus compañeros rodeando a Yunho alrededor del escritorio, mientras él se reía de sus palabras y les hacía sonrojarse y casi retorcerse.

– ¿Está casado, Sr. Jeong? – Preguntó una chica, jugando con la parte inferior de su cabello.

– Estoy casado, señoritas. Me disculpo – dijo entre risas, como si hubiera respondido esa pregunta numerosas veces. Las chicas dejaron escapar suspiros de decepción, luciendo incluso molestas o tristes. Jongho vio a las chicas despedirse y marcharse, inclusive viendo a Yunho besar una o dos de sus manos.

Una vez que todos se fueron, solo quedaron los dos en el pasillo. – N-no me dijiste que dabas conferencias aquí.

– No lo hago. Es la primera vez – Yunho dijo, doblando un trozo de papel y guardándolo en su bolsillo.

– ¿Por qué no me lo dijiste? – Jongho preguntó, y Yunho se rió entre dientes. 

– No me preguntaste.

– P-probablemente sea porque no me has hablado en una semana. Estaba... esperando que me llamaras o me escribieras – . Jongho dijo suavemente, y Yunho se acercó a él. Jongho lo vio acercarse y tragó saliva nerviosamente. – Y-y ¿por qué te burlaste de mí en clase de esa manera? F-fue terriblemente humillante, no necesitas ser tan malo, ¿sabes? Fue... fue malvado – dijo tartamudeando porque Yunho se mantuvo en silencio y no dejaba de acercarse. Jongho sintió que su seguridad se derrumbaba. – A-además estabas coqueteando con todas esas mujeres, y-y-

Yunho se impuso sobre él. Bajó la mirada hacia Jongho y lo arrinconó contra el escritorio. El chico lo miró.

– ¿Por qué dejaste de hablar? – Yunho preguntó suavemente, y Jongho lo miró con ojos brillantes, sintiéndose quebrado.

Jongho dejó caer sus libros al suelo y envolvió sus brazos alrededor de Yunho rápidamente, presionando sus labios juntos. Yunho se rió entre dientes sobre su boca, devolviéndole el beso. Jongho llevó las manos hacia sus hombros, bajando hacia sus manos, guiándolas hasta colocarlas en su cintura.

Yunho se apartó y Jongho estaba sin aliento. – No deberías ser tan frívolo en público, Jongho. Qué despreocupado de tu parte – Yunho habló, mirándolo. Jongho puso su cabeza sobre el pecho de Yunho, quien Yunho suspiró, dándole palmaditas en la espalda. – Oh, pequeño ¿Qué pasa?

– Tú. Eres todo lo que está mal – . Jongho murmuró, jugando con el botón de la chaqueta del traje de Yunho. – Estás siendo cruel conmigo".

– Nunca haría tal cosa –, dijo Yunho, y Jongho lo miró mordiéndose el labio inferior. El chico se inclinó, frotando sus narices, rogando por un beso. Yunho sintió que Jongho intentaba alcanzar sus labios y suspiró, separándolo tomando la parte posterior de su cabeza.– Estás siendo infantil, bonito –. Yunho chasqueó la lengua y Jongho arrastró su mano por su camisa.

– Yo solo – comenzó a decir, agarrando la camisa ajena. – Sana ya casi no está en casa. Está ocupada con su nuevo trabajo de enfermería. Puedes venir a mi casa – dijo Jongho rápidamente antes de que Yunho pudiera replicar. – Ven a mi casa y- y podemos tener sexo nuevamente, podemos-

– Jongho – dijo Yunho suavemente, pero el chico continuó.

– Puedes cogerme. No me pondré nada más que el delantal. Lo prometo. Quiero que vuelvas a estar dentro de mí – le rogó, mirándolo con sus ojos grandes. – ¿No quieres? 

– No me gustaría nada más –, susurró Yunho, y Jongho sonrió. – Pero tienes que saber que tengo un trabajo y tú también. Estoy ocupado, cariño. Sé que te dije que podríamos tener sexo muchas veces, pero lo olvidé. Olvidé la cantidad de trabajo que tengo, yo – comenzó Yunho y Jongho lo besó.

Yunho lo apretó entre sus brazos, devolviéndole el beso. Se apartó y Jongho rozó sus narices juntas. – Te haré sentir mejor, Yunnie. Dejaré que me folles dos veces, en serio – Dijo Jongho, y Yunho sonrió.

– ¿Cómo puede un hombre resistirse a eso? – Preguntó Yunho, y Jongho se rió, sintiendo al rubio besar su mejilla suavemente. 

Somebody to love - 2ho / YunjongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora