『Mi Unico Amor - Taekook/vkook』

11.

5:50 a. m.

Jungkook despierta al escuchar su ruidosa alarma, se sienta en la cama para apagarla y bostezar un poco. Estaba algo cansado, al menos podría dormir en todo el día después de ir a la casa de Taehyung...

Se quedó pensando unos segundos. ¿Iría a la casa de Taehyung? Espera, ¿¡va a ir a la casa de Taehyung!? ¿Ayer no leyó bien o qué? Ahora sí que está nervioso. Se levanta rápidamente y continúa pensando. ¿Qué se pondría? Quiere verse bonito para el Alfa.

Eso le hizo recordar aquel beso... Se sonroja de solo pensarlo. Lentamente toca sus labios mientras siente su cuerpo estremecer. ¿Qué le ha hecho ese hermoso Alfa? Cada vez cae más en sus encantos. Puede que no sonría y su carácter sea algo... Fuerte. Pero le gusta, y mucho. Sabe que Taehyung es alguien reservado y muy difícil de lidiar, así que tratará de entenderlo.

Arregló su cuarto ya que estaba desordenado y fue a ducharse, pensando en qué se pondría. Cepilló sus dientes y salió del baño con una toalla en su cintura y otra en el cabello.

Alrededor de veinte minutos, Jungkook seguía viendo sus opciones, pero ninguna le gustaba. ¿Acaso no tiene ropa bonita? Ya se estaba poniendo ansioso, se le iba a hacer tarde. Le gusta ser puntual, aunque Taehyung no le haya dicho la hora en que tenía que llevar los documentos. Al final se decidió por unos pantalones cargo color negro y una camisa blanca holgada.

Bajó y se despidió de su madre, quien estaba haciendo el desayuno. No tiene hambre, así que solo sale y va hacia la empresa por aquellos papeles, encontrándose con Yeonjun.

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6:50 a. m.

–Hyuung.

Se acerca y le sonríe.

–Jungkookie, ¿cómo estás?

Le sonríe y le da un pequeño beso en la mejilla.

–Estoy muy bien, ¿y tú?

–Bien, lindo. ¿Nos vemos en el almuerzo?

–Eh, Hyung, hoy tengo el día libre.

–¿Día libre? ¿Y eso por?

–El Señor Kim no está en sus mejores momentos. Oh, y dice que necesita el informe de los hoteles para el viernes.

–Está bien. Lástima que no te veré en estos dos días.

–Pero nos veremos el lunes.

Ríe y se despide.

–Adiós, Yunnie.

–Adiós, Jungkookie. Ten un lindo fin de semana.

–¡Igualmente!

Baja y toma un taxi hacia la casa de Taehyung, aunque era muy posible que fuera una mansión. Pasaron treinta minutos. ¿Por qué tan lejos? Igual ya había llegado y... Sí, efectivamente era una mansión. Los toques dorados y blancos en las paredes se veían muy lindos, estaba impresionado. Se acerca a la gran puerta e iba a tocar, pero alguien abrió antes. Era un chico de unos ¿veinticinco? Atractivo.

–Oh, buen día. Vengo a ver al Señor Kim.

–Buen día. ¿Es usted Jeon Jungkook?

El menor asiente.

–Adelante.

–Muchas gracias.

Da una pequeña reverencia y se adentra a la mansión, quedando aún más asombrado. Todo es tan elegante, ordenado y lujoso.