capitulo 26

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Capitulo 26

Los pasillos del palacio eran reinados por el silencio y la ausencia de todos y Dan Kato era testigo de ello al recorrer los caminos a la sala del Consejo Real, como si algo lo guiara a cada momento. No se escuchaba el eco de sus pasos, el ir y venir de su respiración, era un silencio total que no tenía comparación. El jenízaro abrió las puertas que daban a la sala del Consejo, bajando la mirada en el acto al ver al Sultan sentado en su trono. Pero sintiendo un extraño presentimiento en su pecho, Dan no pudo evitar levantar la mirada, dándose cuenta de una cosa.

El hombre en el trono, no era el Sultan más si vestía como tal, apoyando sus manos en la empuñadura de su espada cuyo filo estaba clavado al suelo, dándole una imagen imponente y digna. Neji era quien estaba sentado en el trono, observándolo desafiante. Apartando ligeramente la mirada del hijo de la Sultana Mito, Dan abrió os ojos con sorpresa al encontrarse con un ataúd junto al pelicastaño. Cerrado, forrado en seda negra bordada en oro y con la corona de los Uchiha sobre su cubierta...Dan no hubo de preguntar para saber que dentro se encontraba el cadáver del Sultan

Para que Neji pudiera ser Sultan...Sasuke tenía que morir

Abriendo los ojos de golpe, Dan tomo aire e irguió su espalda del colchón, jadeante tras aquella pesadilla, porque eso era, no era un buen sueño el imaginar al Sultan muerto y suplantado por un aspirante sin futuro, como era Neji.

-Dan—la voz de Tsunade envió olas de calma sobre sus hombros mientras ella se despertaba y lo abrazaba por la espalda, -¿una pesadilla?

El jenízaro deseo que solo fuera una pesadilla, pero era una realidad. No podía guardar silencio por demasiado tiempo más, el Sultan debía saber quién era Neji realmente antes de que él consiguiera arrebatarle el trono y la vida.

Cuando sentía miedo, cuando sentía el peligro y la angustia rodeándola, Sakura no disfrutaba de otra cosa que no fuera destruir a quienes hacían peligrar al Imperio y al Sultanato y la reciente captura de Orochimaru la satisfacía y mucho...porque deseaba hacerse responsable de su muerte.

A través de los barrotes de su celda, el viperino traidor era más que capaz de observar a la esposa del Sultan, ataviada por un elegante y embellecedor vestido rojo granate, de escote semi cuadrado en forma de corazón con un elegante bordado de oro en el borde superior, en los bordes de las mangas y en el final, justo al inicio de las caderas, así como una serie de detalles con diamantes a lo largo de la tela. Las mangas de tipo gitana, levemente holgadas hasta ajustarse en las muñeca con el mismo patrón de bordado solo que levemente más intenso, algo traslucidas en un tono más claro. La falda del vestido era lisa y desprovista de encajes o bordados, de un resplandeciente color granate. Los largos rizos rosados de la Sultana cian libremente tras su espalda, adornados por una elegante corona de oro que emulaba suaves ondas y varias réplicas diminutas en forma de rosas, con pequeños granates que dan color a dichas flores. Y pendientes de oro con un cristal en forma de lágrima a juego con el collar de los Uchiha alrededor del cuello.

-Llevábamos mucho tiempo buscándolos, lord Orochimaru—sonrió Sakura tan sínicamente que hasta sus doncellas parecían desconocerla, -lamento haberlo hecho esperar.

El, en el pasado, encargado principal de los guardias y soldados sonrió ladinamente ante el "cortes" saludo de la Sultana. Sabía que iba a morir, no lo dudaba desde su captura, pero prefería que tal cosa sucediera a manos y órdenes del Sultan del mundo, no de su esposa...una mujer cualquiera sin nada de lo que sentirse orgullosa. Esa niñata no era una verdadera Sultana, solo se vanagloriaba con hacérselo creer a todos.

-Sé que usted planeaba ser enjuiciado por el Sultan—prosiguió Sakura, leyendo la mente del viperino, -pero él me ha dado tal responsabilidad a mí—finalizó Sakura antes de girarse hacia la puerta.

el siglo magnifico el sultan sasuke y la sultana sakuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora