capitulo 24

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Capítulo 24

La celebración tenía lugar tal y como Sakura lo había previsto, todos charlaban, bebían y comían amenamente, en espera de la llega de las Sultana Mei y Rin, así como el Príncipe Yosuke. Sakura era ligeramente abrazada por Sasuke que se encontraba s u lado, hablando con Dan Kato que, a su propio modo, igualmente abrazada a la Sultana Tsunade.

Sakura, que hasta entonces había apoyado su cabeza en el hombro de Sasuke, levanto su mirada al escuchar un suave eco de pasos. Todos a su alrededor repitieron su actuar, encontrando al Príncipe Yosuke, la Sultana Mei y la Sultana Rin siendo escoltadas debidamente por Neji, el Hasoda Basi. Los años le sentaban de maravilla a Mei y a su hermosa hija que, prontamente, debía de pensar en un matrimonio. Yosuke, delante de ellas, se mostraba temeroso de quienes lo rodeaban.

-Felicidades, Majestad—saludo Yosuke debidamente.

Sasuke asintió únicamente, siguiendo a su hermano menor con la mirada, notando su miedo y su preocupación hacia todos aquellos que le resultaban desconocidos en el entorno. Sakura sonrió tristemente para el Príncipe que, antes de retirarse, le había obsequiado una sutil sonrisa a modo de saludo. La condición mental de Yosuke era bastante severa y debía de ser apartado de los Kafer antes de que empeorara a un nivel crítico. Pero solo Sasuke tenía derecho a decir cuándo.

Mei se retiró en compañía de su hijo, más Rin reverencio a su hermano menor, quedándose en su presencia. Sakura frunció el ceño ligeramente, sabiendo lo que la Sultana iba a pedir.

-Majestad—saludo Rin debidamente, -no sabe cuándo agradecemos que mi hermano pueda estar fuera de los Kafer en este bendito día—inicio la Sultana castaña, titubeando ligeramente, -pero desearía que esa libertad fuera permanente y mi hermano pudiera estar siempre con nosotros—sugirió Rin.

Que más hubiera resultado agradable para Sasuke que liberar a su hermano...pero aun no era prudente. Yosuke seguía siendo muy manipulable y puede que el enclaustramiento tuviera su consecuencias, pero era eso o dejar que se desatara una guerra civil. En ocasiones se debía de cuidar un bien mayor, antes que la felicidad individual. Con la mirada, Sasuke le indico a su hermana que se retirara a la mesa en que estaban Mei y Yosuke, haciendo que la Sultana bajara la cabeza y obedeciera

Sakura, colocando su mano por sobre la de Sasuke, consiguió devolverle la calma en solo un parpadeo.

La celebración seguía teniendo lugar, el aire era pacifico, todos estaba por su cuenta, halando con quien les placía. Tsunade, aprovechando la ocasión se apartó de todos para poder hablar con su hermano, con Neji, que—pese a ello—no era consiente de quien era su familia, aun. El tiempo no le había dado las respuestas deseadas por su corazón, pero tampoco se había dado por vencido.

-Me gustaría que fueras a mi palacio, mañana—sugirió Tsunade con la confianza que acostumbraba a usar delante de Neji.

El jenízaro, y Hasoda Basi, asintió si protestar. La Sultana de cabellos dorados era una mujer muy querida por todos en el palacio, sin malas intenciones, él no tenía por qué dudar en hacer algo que ella le pidiera. A unos cuantos pasos de ellos, y aun sentadas delante de su mesa, Rin y Mei pensaba en que más hacer para sacar a Yosuke de su enclaustramiento, ciertamente estaba lucido y cuerdo...pero demasiado temeroso de todos, aunque inexplicablemente....no de Sasuke ni de Sakura.

-¿Y ahora qué, madre?—pregunto Rin, jugando con el tenedor en sus manos. -¿Cómo haremos que su majestad deje salir a mi hermano?

Mei negó únicamente. Ella deseaba que su hijo fuera libre, de todo corazón, pero si eso no era posible...solo les restaba esperar, no había otra opción. No había nada más que hacer.

el siglo magnifico el sultan sasuke y la sultana sakuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora