el siglo magnifico el sultan sasuke y la sultana sakura

capitulo 16

capitulo 16

Había pasado la tarde entera con Sasuke, celebrando su decisión sobre el pronto exilio de la Sultana Mito. Acababan de terminar de cenar, la tarde había pasado muy rápidamente y el atardecer había tenido lugar hace poco, las estrellas y la luna llena iluminaban el firmamento nocturno, teñido de azul y un purpura tan oscuro que asemejaba al negro.

Bajo las indicaciones de Sasuke, Sakura avanzaba con los ojos vendados, agradecida de que los pasillos estuvieran vacíos, salvo por los guardias, para que nadie viera el juego que Sasuke y ella estaban protagonizando. Escucho dos pares de puertas abrirse, pro Sasuke aun así le indico que siguiera avanzando hasta que otro parte de puertas fueron rápidamente abiertas y cerradas. ¿A dónde estaban dirigiéndose?, ¿Qué es lo que Sasuke estaba tramando? Una de las manos de Sasuke se encontraba sobre su hombro izquierdo y la otra alrededor de su cintura, guiándola. Sakura se aferraba a la mano del Uchiha sobre su cintura, avanzando y dudando a la vez de a dónde estaba avanzando.

-Sasuke...- murmuro ella entre frustrada por la situación.

-Ya casi- intento tranquilizarla él.

Sintió que Sasuke la hacía detenerse y, bajo al tela que cubría sus ojos, Sakura no pudo evitar fruncir el ceño con extrañeza. La venda fue desanudada tras su cabeza y el Uchiha la dejo caer al suelo. Sakura parpadeo ligeramente confundida, reconociendo el armario de su habitación, pero lo que allí había...era diez mil veces más de lo que jamás hubiera podido imaginar, le recordaba al armario de la Sultana Mikoto.

Separándose de Sasuke, Sakura observo todo absolutamente anonadada. Lejos de sus joyas; pendientes, collares, guirnaldas, corona, y sus vestidos y sedas, había decenas de otros vestidos bordados en oro y plata, con encajes de oro, diamantes y joyas, otros ya preparados para cuando el embarazo se hiciera más notorio, velos, abrigos de piel con bordado de plata que emulaba el emblema de los Uchiha. Zapatos de todas las clases; bajos, con tacón, botas de montar, guantes de seda, cuero, y lar enormes coronas de tipo torre que caracterizaban el Imperio.

Sakura se cubrió los labios con las manos ante todo lo que veía ahí, todo eso resultaba demasiado para ella, pero perecía ser apena la punta de un alfiler para Sasuke que seguía deseando poner el Imperio entero a sus pies, darle todo cuanto ella deseara. La pelirosa se giró con una enorme sonrisa en el rostro y se abrazó de golpe de Sasuke que le correspondió enseguida. Separándose ligeramente, pero aun sin romper el abrazo, ambos se observaron a los ojos, sin pensar en nada más.

-Sakura, eres todo lo que puedo necesitar en mi vida—aseguró el Uchiha, acariciando cuidadosamente el rostro de su ángel, que era su todo en el mundo. -Eres lo que necesito para respirar, no me alcanzan las palabras para expresar lo importante que eres para mí—Sasuke bajo levemente la mirada, -ni cuan perdido me sentiría si te perdiera—el Uchiha beso cálidamente la frente de Sakura, haciéndola sonreír todavía más, -esto es solo la punta de un alfiler, dedicaré mi vida entera a darte todo lo que realmente te mereces, mi ángel.

Sasuke descendió una de sus manos y rebusco en uno de los bolsillos de su chaqueta ante la atenta mirada de Sakura. El Uchiha descubrió un hermoso collar de plata, diamantes y cristales que emulaba el dije de los Uchiha con un cristal en forma de lagrima colgando de su centro. Sakura se apartó el cabello y le dio la espalda a Sasuke que, muy cuidadosamente, ubico alrededor del cuello de ella y cerró el broche. Era idóneo, estaba hecho a su medida, había sido hecho para que ella lo usara. La pelirosa jugo con el dije entre sus dedos, soltando su cabello que cayo libremente tras su espalda, girándose hacia el Uchiha.

Ambos, observándose con completa devoción, se fundieron en un beso que no hizo sino intensificarse con el pasar de los segundos y el amor del otro hacia sí mismos, hacia lo que compartían.