El frio les quemaba la piel, habían viajado durante días para poder llegar a aquel lugar, los rebeldes se encontraban en aquella vieja base militar en la Antártica, era tierra de nadie.
Reider y su equipo, habían sido militares en sus países, antes de unirse a la alianza, y formar su propia academia militar para luchar contra los rebeldes.
Su informante le había dado el aviso cuando Baruch y Fermín Ferrel, líderes de los rebeldes se encontraban en la base, habían planeado este asalto durante meses. Debían reducir el número de rebeldes, los gobiernos de los diversos países, habían recurrido a ellos para eso.
Los presidentes de países como Estados Unidos, Italia, Inglaterra, Japón, China, Argentina, Chile y Australia; eran personas con poderes extraordinarios. Y era precisamente en esos países, en los que los rebeldes ponían mayor énfasis, tratando de convencer a la población que el tener una habilidad los hacia superiores, la tecnología no ayudaba mucho, ya que hacían parecer que eran los propios presidentes, los que hacían ataques a las personas de su pueblo, que nacían sin alguna habilidad e incluso habían usado tretas muy bajas como el hecho de que uno de sus miembros podía crear virus y enfermedades, liberando uno muy peligroso hace unos cuantos años atrás, afectando solo a aquellos que no poseían habilidades, logrando así confundir a la población, claro está que hasta ese momento aun nadie sabía la verdad tras aquel mortal virus que cambio la forma de vida, ahora un nuevo cambio se acercaba.
Por eso Reider y el equipo de asalto que había viajado con él, estaban decididos a erradicar para siempre aquel pensamiento.
Entraron con sigilo rodeando el lugar, el cabello blanco de Reider se camuflaba con la nieve. Antes de ingresar, el hombre de unos 35 años, saco la foto que tenía en su bolsillo, en ella se veía una mujer rubia, casi de su edad con dos niños pequeños, esto lo hacía por ellos, para que pudiesen vivir en paz.
Cada uno de los integrantes de su equipo comenzó a hacer su trabajo.
Cuando se encontraron a los rebeldes se enfrascaron en una lucha que parecía no tener fin, sin embargo, uno a uno los miembros de la alianza iban cayendo en manos de sus enemigos.
Reider se encontraba librando batalla contra Ferrel uno de los líderes rebeldes, era un hombre de unos cuarenta y tantos, cabello gris, ojos azul cielo y casi tan alto como Reider.
La alianza no tenía demasiada información acerca de él, Fermín Ferrel se había encargado de cubrir muy bien su rastro.
La lucha era intensa y Reider veía a sus compañeros caer uno tras otro, la espada con la que estaba peleando cayo lejos de él y Fermín aprovecho aquella distracción para abalanzarse sobre Reider, el líder de la alianza cayó sobre su espalda con su oponente sobre él levantando una daga a escasos centímetros de su pecho, por lo que Reider Leonhart alzo su mano y la sostuvo contra el pecho de su enemigo, Fermín sintió el cambio inmediato en su corazón, ya no solo eran latidos, era la cuenta regresiva de un reloj, sabía que un solo nuevo toque de Reider y explotaría sin poder evitarlo.
Se puso de pie de un salto y corrio fuera de la base esquivando las peleas a su alrededor, Reider se levantó y salió en su búsqueda, lo localizo justo cuando el hombre se lanzaba hacia el mar.
Dándolo por muerto, Reider regreso a la batalla, enfrentándose ahora directamente con Baruch, otro de los líderes rebeldes, quien había eliminado a su amigo Roland.
La batalla estaba casi perdida, así que en un último intento desesperado por que la muerte de sus amigos haya sido en vano, Reider, quien tenía el poder de crear bombas con objetos, utilizo su propio cuerpo para crear una bomba y así destruir al líder junto a la base de los rebeldes.
Antes de estallar, tomo a Baruch de los brazos y le dijo.
– ¿Huiras igual que Ferrel?
– Ningún rebelde huira jamás
– Tu amigo Fermín no piensa lo mismo
– No sabes nada de Ferrell
– Eso ya no importa, este es el fin. – el hombre sonrió, algo que dejo a Reider completamente descolocado.
– Claro que es el fin, mi amigo. es el fin de tu preciada alianza, es el fin de tener que escondernos. –sin tener tiempo a responder el cuerpo de Reider comenzó a brillar.
Desde algún punto lejano se vio la explosión. La nieve se comenzó a derretir y el nivel del mar comenzó a subir.
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N/A este es mi primer libro original, espero sea de su agrado, subiré capito a diario, ya que esta terminado. es una trilogía.
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Destino
FantasyUn país que se encuentra sumido en un infierno. Un dictador que impone su ley sin tener en cuenta a nada ni a nadie. Y un grupo de valientes, de rebeldes, que busca desequilibrar la balanza en pos de la justicia, la paz y la igualdad. Dos hermanos t...