El bosque era oscuro y profundo, los dos jóvenes llevaban caminando en silencio cerca de dos horas, se detuvieron en un claro por donde pasaba un riachuelo y estaba rodeado de árboles frutales, Darien se acercó a uno y saco de él dos manzanas, le entrego una a Elizabeth que se sentó en una roca cerca del riachuelo, el chico se sentó en otra frente a ella.
— solo dilo enana. — dijo Darien soltando el aire
— no me digas enana. — fue su respuesta
— ¿de verdad quieres discutir tu estatura? — su hermano adoptivo la miro de soslayo
— no quiero discutir nada, solo quiero pensar. — respondió dándole la espalda y mirando el cielo o lo que se podía ver de él a través de la copa de los árboles.
— y ¿puedo saber en qué vas a pensar si no sabes que acaba de ocurrir?
— sé lo suficiente para poder pensar y no querer hablar contigo en este momento. — volvió la vista hacia él, su tono fue hostil, casi grosero, pero en este momento no se creía capaz de controlar su temperamento.
— Elizabeth, no seas niña, soy yo, Darien... tu hermano, puedes desahogarte conmigo, aun no te visto derramar una sola lagrima por nuestros padres. — el chico le hablo con la misma paciencia de siempre, sabía que su hermana tenía un carácter explosivo y no era de las personas que se guardan sus pensamientos.
— ¿y qué esperas que haga? que llore como bebe por que unos malditos mataron a mis padres casi frente a mis ojos, por algo que me han ocultado toda la vida... quieres que te haga un escándalo y te reclame porque al parecer decidieron ocultarme algo que seguramente pensaron que me protegería... o mejor, porque no me explicas como es que de mis manos salió un vapor que desmayo a ese sujeto, o como es que de las tuyas salió fuego...así que "HERMANO" no te atrevas a decirme que yo soy la niña... y si no he derramado lagrimas es porque no he sentido la necesidad... no porque no lo sienta... aun... aun no asimilo que ellos ya no están. — Lizzie termino su soliloquio con la voz quebrándose al final de este
— hey shhh... ven aquí. — Darien le abrió los brazos para que se acercara a él, pero Lizzie solo negó con la cabeza, por lo que fue el joven quien se acercó a ella y de igual modo la abrazo.
— perdón enana, nunca fue mi intención ocultarte nada, pero no era mi decisión, solo respetaba el espacio de los viejos, ellos te lo iban a decir... las ironías de la vida supongo, habían planeado decirte todo hoy, papá quedo muy preocupado luego de tu pesadilla la otra noche. — explicó el chico mientras soltaba a su hermana y la invitaba a seguir caminando.
— ¿Qué tiene que ver mi pesadilla con todo esto? — interrogó ella emprendiendo la marcha.
— todo, Liz, tú sabes él porque del régimen de Ferrel, es algo de conocimiento general.
— claro que sí, todo comenzó con la guerra del cambio, en la que los rebeldes se apoderaron de la tierra. — "el mundo llego a un punto en que se dividía entre los rebeldes y la alianza, los rebeldes quienes creían que tener poderes los hacía superiores al resto de los seres humanos, siempre queriendo poder; La alianza por otro lado solo querían que todos convivieran en paz, que las personas con poderes fuesen aceptadas y que todos fuesen libres de expresarse y manifestarse, por años tuvieron batallas de poder, hasta que un día un gran grupo de la alianza tomo la decisión de ir en busca de Baruch y Fermín Ferrel, líderes de los rebeldes, ya que había enviado tropas en busca de nuevos reclutas, dejando su base indefensa.
El grupo de lucha de la alianza liderados por Reider quien poseía el poder de crear bombas utilizando objetos, viajo hasta uno de los países más extremos y cercanos a la Antártica en el polo sur, lugar donde los rebeldes tenían su refugio, precisamente en una base militar abandonada.
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Destino
FantasyUn país que se encuentra sumido en un infierno. Un dictador que impone su ley sin tener en cuenta a nada ni a nadie. Y un grupo de valientes, de rebeldes, que busca desequilibrar la balanza en pos de la justicia, la paz y la igualdad. Dos hermanos t...