Ya habían pasado varias semanas desde que Arthur les había regresado sus recuerdos, y Lizzie le había dicho a Verona que estaba decidida a acabar con Ferrel. Las cosas en la academia estaban avanzando muy bien. Durante la mañana entrenaba con Cory, habían aprendido que solo podía controlar un poder a la vez, estaban practicando la concentración que debía tener para desarrollar al máximo el poder que estaba controlando, «empatía mímica». Le había dicho Cory el nombre de su don. Tony, por otro lado, prefería decirle «copia».
Lizzie ya había aprendido a controlar el poder de vuelo de Keylha; intentaba dominar el hielo de Dean, aunque este poder era el que hasta el momento requería de más entrenamiento, también descubrieron que no era necesario que ella viese el poder en acción, solo debía estar cerca de la persona cuando lo utilizara, aunque no lo estuviese viendo directamente; esto lo descubrió cuando entrenaba con Roy en el campo de tiro al blanco.
— ¿Qué te pasa? —El coronel de pronto había dejado de entrenar, se quedó congelado en su lugar y miraba a Lizzie como si le hubiese salido otra cabeza.
— Es... es... estás diferente —dijo por fin.
— ¿Diferente cómo?
— No pareces tú.
— ¿Ah, no? ¿Y quién parezco? ¿Tony?
— En realidad, a mí.
— ¿De qué hablas? No es gracioso.
— No es un chiste. —Roy dijo eso y del cuarto donde se guardaban las armas de entrenamiento salió un joven casi de la misma estatura de Roy, sus rasgos eran iguales a los de Dean, cabello castaño claro y ojos verdes, si no fuese por la edad, podrias pensar que eran gemelos; y de pronto todo fue más claro para el coronel.
— Debemos buscar a Cory. — se apresuro a decir el peliblanco
— No entiendo de qué hablas. — la chica lo miraba con preocupacion
— ¿Ves a ese chico que acaba de salir?
— Es Oliver, el hermano de Dean, me ha estado entrenando con el arco y el lanzamiento de dagas —le dijo sin comprender aun lo que ocurría.
— Sí, bueno, él tiene el poder de la memoria muscular, o sea, que puede cambiar de apariencia, en general lo entrena cuando está solo para no confundir a nadie.
— ¡Oliver! —gritó Roy sin darle tiempo a Lizzie de reaccionar. Cuando el aludido llegó junto a ellos, los miraba igual de perplejos.
— Tienes un gemelo y me acabo de enterar, debe estar igual de jodido que tú —Oliver dijo con una sonrisa irónica bailando en sus labios.
— Es Elizabeth, idiota, ven, vamos con Cory.
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Destino
FantasyUn país que se encuentra sumido en un infierno. Un dictador que impone su ley sin tener en cuenta a nada ni a nadie. Y un grupo de valientes, de rebeldes, que busca desequilibrar la balanza en pos de la justicia, la paz y la igualdad. Dos hermanos t...