MC | Sr. Stone, Recuperado por ti. (18+) María Del Mar, [EN PROCESO, PARTE II.]

Capitulo 03.

Capítulo 03:

El último informe para Alexander está finalmente revisado, y mi oficina parece una vez más bajo el dominio de cajas repletas de documentos y archivos. A pesar de mi firme resolución de mantenerme ocupada para que el tiempo transcurra más rápido, todavía me siento somnolienta debido a la noche anterior en la que prácticamente no dormí.

Mis ojos se posan en el reloj, revelando que es casi la hora de partir. En cuanto salga de aquí, sé que necesitaré un café bien cargado o algo similar para recuperar energías. Sigo trabajando sin descanso, enfocada en concluir mi tarea de manera eficiente y sin permitir que las distracciones me detengan. Sin embargo, mi concentración se quiebra cuando un mensaje de texto interrumpe mi flujo de trabajo.

Jack me ha enviado un mensaje, y aunque deseo con todas mis fuerzas evitarlo, no puedo evitar que el nombre de Jack desencadene recuerdos de James... sí, ese James que me rompió el corazón hace cuatro meses. Pasé meses ilusionándome con él, solo para que después de la última noche de sexo, me revelara que se iba a casar y que no deseaba volver a verme jamás.

Una sonrisa se dibuja en mi rostro mientras leo los mensajes. Jack Connor tiene ese efecto en mí, es un tipo genial. Hemos estado hablando exactamente durante tres meses desde lo de James, aunque Jack no conoce toda la historia. Somos amigos, pero sé que Jack tiene otras intenciones. Hemos salido al club, cenado juntos y siempre la hemos pasado bien. Jack es divertido, inteligente y, lo más importante, está soltero. Aunque no puedo negar que James todavía me afecta, incluso cuando no quiero mencionarlo y finjo que no es así.

James me ha marcado de una manera indescriptible, y eso me enfurece profundamente. Desearía odiarlo con toda mi alma, pero simplemente no puedo. Siento una mezcla de enojo y tristeza hacia él. A pesar de que hemos reducido nuestras interacciones debido al contrato que todavía está en vigencia, el cual estipula que solo visitaré la empresa Stone en caso de emergencia, prácticamente he pasado exactamente cuatro meses sin verlo en persona. Las pocas veces que he ido a la empresa Stone Holdings Enterprise en estos cuatro meses, las reuniones han sido con el señor Hicks. James se ha negado a enfrentarme, lo cual me parece perfecto.

Aunque su imagen está siempre presente en los medios, es inevitable verlo feliz y casado junto a Catherine, su esposa, quien también está involucrada en los asuntos de la empresa. Aún estoy procesando todo lo que sucedió, cómo me engañó y terminó nuestra relación de una manera tan cruel. Lloré incontables noches, pero nunca dejé que se notara mi debilidad. Mi madre me enseñó a ser fuerte en todo momento, jamás demostrarle a alguien que te rompió que estas roto y sufriendo.

Finalmente, salgo de la oficina de InterBank. Elizabeth está ocupada visitando a algunos clientes y tiene planes con un amigo. Me alegra ver que Elizabeth se ha dado cuenta de lo inútil que es Alexander y de que nunca se iba a divorciar. Lleva cuatro meses sin rogarle ni tener ningún tipo de contacto fuera del ámbito laboral después de ver lo que sucedió conmigo, y estoy orgullosa de ella.

Subo a mi auto, lo enciendo y me dirijo al supermercado que está cerca de la ciudad. Dentro hay una cafetería, así que aprovecho para comprar algunas cosas, ya que Jack vendrá a mi casa esta noche. Pido un café frío y tomo un carrito para empezar a hacer las compras. Mientras camino por la sección de vinos, alguien me interrumpe.

Alguna ocasión especial? - escucho una voz familiar detrás de mí, lo cual me desconcierta.

-Verónica -susurro con una sonrisa, girándome para encontrarme con ella. Nos abrazamos con fuerza, reviviendo los momentos compartidos en el bar "Los Fénix Veloces" antes de que James diera por terminada nuestra relación.

-Tamara, ¿cómo estás? -me saluda Verónica con una sonrisa sincera.

-Estoy bien, querida. ¿Y tú? ¿Cómo van los chicos? -pregunto, esforzándome por mantener un tono alegre.

Verónica disimula su sonrisa y en sus ojos se refleja una tristeza sutil.

-En general, están bien. Ya sabes cómo es Noah, a veces se siente triste y frustrado -explica, suspirando.

-¿Por qué? -pregunto, sin tener idea de lo que ha ocurrido.

-Es por James -murmura Verónica, y siento cómo mi corazón se tensa ante la mención de su nombre-. Hace cuatro meses que dejó de tener contacto con nosotros, no quiere saber nada de nosotros.

Me quedo en silencio, sin palabras para responder. A pesar de que mi relación con James terminó de manera dolorosa, sé lo importantes que son Verónica y Noah para él.

-Lo lamento mucho, Vero. -digo con nostalgia y compasión.

-No es tu culpa, Tamara. No sé qué le ha sucedido a James, pero algo lo ha cambiado drásticamente. -dice Verónica con evidente tristeza-. Incluso vendió sus motos, incluyendo la de Emily.

-¿Qué? -exclamo sorprendida por la noticia.

-Sí, nos enteramos por algunos chicos del club. Las vendió por un precio irrisorio, y las compraron en un barrio -explica con incredulidad.

Muerdo mi labio, tratando de asimilar la información. Conozco a James lo suficiente como para saber que algo así está completamente fuera de su carácter.

-Por Dios. -murmuro, sintiendo una mezcla de incredulidad y preocupación.

-Lo sé, Tamara. Algo no está bien. Esto es diferente a todo lo que conocíamos de él -afirma Verónica, dejando entrever su tristeza.

-A veces, la vida y las personas nos sorprenden, Vero. Creemos conocer a alguien, pero solo conocemos lo que ellos desean que conozcamos. -comento, reflexionando sobre mi propia experiencia.

-Tienes razón -dice Verónica, forzando una sonrisa-. Deberías venir al club mañana. Es el cumpleaños de Chris.

-No quiero molestar -respondo tímidamente.

-¡Por favor, Tamara! Jamás serás una molestia. Ven mañana al club, puedes traer a quien quieras, ¿de acuerdo? -insiste con una sonrisa, tomando mis manos entre las suyas antes de irse.

-Allí estaré -respondo, despidiéndola con una sonrisa en el rostro.

-A las ocho. Adiós, te dejo, linda. -dice Verónica antes de marcharse. Sin embargo, se detiene frente a la sección de vinos y toma uno en particular-. Si es una ocasión especial, este es el mejor -me guiña un ojo, añadiendo un toque de misterio a sus palabras. Luego, se aleja dejándome con una sonrisa en los labios.

Observo a Verónica alejarse y no puedo evitar que mi mente se llene de pensamientos sobre James y en lo profundamente que ha cambiado. Por primera vez, me permito preguntarme qué ha ocurrido en su vida para transformarlo de esa manera. A pesar de la herida que dejó en mi corazón, una pequeña parte de mí todavía se preocupa por él, como si hubiera una conexión que el tiempo y las circunstancias no pueden romper.

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