Capitulo 05.

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Capítulo 05:

James se sube a su lujosa camioneta, esta vez sin su chofer. Es tarde en la noche, alrededor de las ocho, y recibe múltiples mensajes de Catherine, los cuales ignora por completo. Antes de arrancar el motor, James recibe una importante llamada de su detective privado a la que jamás podría ignorar.

-¿Joshua?- dice James con frialdad.

-Él está con ella de nuevo, señor Stone. Están en su apartamento.

-¿Desde qué hora?-pregunta James con frialdad.

-Desde las cinco de la tarde. Tengo fotografías si desea verlas.

-Sí.- responde James con frialdad, cortando la llamada.

Su teléfono emite una notificación y abre las fotografías de Tamara y Jack juntos en el apartamento de Tamara. James aprieta los puños con fuerza, tensa su mandíbula, enciende el motor y lo hace rugir. James sale de allí furioso. Mientras presiona más el acelerador, apaga su celular y conduce sin detenerse hasta que se detiene en un barrio espeluznante de Boston. Prostitutas caminan por las calles y gánsteres miran la camioneta con sus armas afuera, pero lo reconocen y le dejan pasar. James se detiene en un estacionamiento frente a un club local. Se adentra y los de seguridad le permiten el acceso.

James desciende unas escaleras y se encuentra con un gran bullicio. Dos hombres pelean en el centro mientras todos apuestan por ellos. James se acerca a un hombre llamado Cuchillas, quien tiene tatuajes y cicatrices en su rostro.

-Ricachón.-le dice Cuchillas a James. -¿Otra vez por aquí?

-Quiero entrar.- dice James apretando los puños.

-La última vez no te fue muy bien.- dice el hombre burlonamente.

-Entonces que esta sea peor.- responde James con frialdad, tensando la mandíbula.

Cuchillas levanta las manos con una sonrisa cuando James saca tres fajos de dinero con billetes de cien dólares.

-Adelante, pero no te tapare cuando Damien este llamando otra vez.- dice Cuchillas.

-Me importa un carajo lo que diga Damien.- responde James entrando al lugar donde está el bullicio, se quita la corbata y el saco.

Todos gritan. Hay hombres de todo tipo, y uno con grandes músculos mira a James y sonríe. Definitivamente, lo destruirá, ya que es mucho más grande que él, mide siete pies mientras James solo mide seis.

James se adentra en el ring callejero y todos gritan. Cuchillas se mete una paleta en la boca y sonríe.

-Que lo destroce.- murmura Cuchillas mientras sus hombres asienten. James se coloca frente al hombre grande y comienza la pelea. Al principio, James logra defenderse y esquivar los golpes, pero luego ya no tiene éxito, ya que el hombre le golpea fuertemente dejándolo inconsciente en el suelo.

Cuando James recobra el conocimiento, se encuentra rodeado de una multitud que vitorea al hombre que lo derrotó. Siente el dolor punzante en su cuerpo y la sangre que empapa su rostro. Con dificultad, se pone de pie y se aleja del tumulto, ignorando las risas y los insultos que resuenan a su alrededor.

Una de las chicas del lugar se acerca a él y lo ayuda a sentarse en unas sillas en el pequeño camerino trasero. Lucinda una morena con cabello rizo y ojos marrones.

-Dios, ¿qué te ha hecho la vida para permitir que te destrocen de esta manera? -dice la morena tatuada con una sonrisa.

-Es la única forma en la que puedo lidiar con la ira y el dolor -responde James, recostando la cabeza sobre la pared y cerrando los ojos. Su elegante camisa blanca ahora está manchada de sangre por todas partes.

La morena le ofrece unas píldoras.

-Toma, son antiinflamatorios, te ayudarán con el dolor.

-Gracias -James las toma y se pone de pie.

-Déjame desinfectarte las heridas -dice ella, ayudándolo a sentarse nuevamente.

-No es necesario -responde James con frialdad.

-No seas terco. -dice ella, ignorando su comentario y ayudándolo. Se sienta a su lado con alcohol y un botiquín de primeros auxilios.

-¿Damien te envió, verdad?

-Sí, parece creer que necesitas una niñera las veinticuatro horas del día. Sabe lo terco que eres y que vendrías aquí de todos modos, te conoce. -responde ella con una sonrisa.

James sonríe.

-Eres su favorita. -murmura James, mirándola.

-¿Entre miles? -ella bufa- Lo dudo.

-Quizás entre esas miles eres la favorita, sabes cómo es Damien.- James pone los ojos en blanco.- Si piensan que soy malo, el es peor.

-No te equivocas cariño, Damien es un verdadero hijo de puta está mal de la cabeza.- ella se queda en silencio.- Damien es como beber de una poción peligrosa.

-Confirmo.

Ambos ríen en silencio mientras Lucinda se ocupa de limpiar la sangre de su rostro y sus labios. James la observa con atención, y una atracción leve despierta en su interior. Sin poder resistirse, se acerca lentamente a ella y sus labios se encuentran en un beso apasionado.

En ese instante, Lucinda se deja llevar por la intensidad del momento, seducida por la irresistible presencia de James, pues era tan guapo como Damien. Sin embargo, algo en su interior la detiene abruptamente. Una voz interior le recuerda las razones por las que deben mantenerse distanciados.

Lucinda se aparta suavemente, separando sus labios de los de James. Su mirada refleja una mezcla de deseo y conflicto.

-No creas que follare contigo después de haber estado con tu hermano, ricachón. -dice ella levantándose, y James cierra los ojos con una sonrisa.

-Te gusta, estás enamorada de él. -dice James.

-¿Quien no estária enamorada de Damien?, pero es un cabrón, mucho peor que tú o que cualquiera.- dice Lucinda riendo.- Ya estás bien, James. Ve a casa ahora.

James suspira y asiente.

-Gracias, Lucy -murmura James, y ella le da un leve golpe en el hombro, lo que hace que James suelte un jadeo de dolor-. Joder que duele.- se queja James.

-Dulces sueños, James. Te recomiendo que tomes algo para dormir, porque con esos golpes dudo que puedas conciliar el sueño. Adiós -dice ella, saliendo de allí y dejándolo completamente solo.

***

Nota de autora: ¿Que pensamos de Damien? Suena comprometedor... 🫢

Digamos que también hay una novela por ahí de Damien... ¡no dire mas!

MC | Sr. Stone, Recuperado por ti. (18+) María Del Mar, [EN PROCESO, PARTE II.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora