Capitulo 24.

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Capitulo 24.

Es sábado, y aunque recién me levanto encendí mi laptop y me sumergí en la montaña de correos electrónicos que tenía por revisar. Entre ellos, encontré dos mensajes de James Stone que requerían mi atención inmediata. Sus demandas de trabajo eran abrumadoras: veinte archivos con gráficas, finanzas y estándares de productos de su empresa a largo, mediano y corto plazo.

-Maldito James.- murmuré, apartando la laptop a un lado y cerrando los ojos. Había triplicado mi carga de trabajo para este fin de semana, y necesitaba al menos diez de esos archivos para el lunes.

Elizabeth entra a mi apartamento emocionada con desayuno y café se sienta en el sofá y me da el desayuno.

-Hola tu, contágiame con tu felicidad por favor.- digo en forma de broma.

-Ay basta, ¿cómo estás?- pregunta con una gran sonrisa.

-Bien pero cuéntame tú cómo estás, me intriga saber porque tanta felicidad.

-Chris, me pidió que fuera su novia.- gritó feliz mientras continuaba bailando. Amaba verla así, radiante y feliz, porque se lo merecía. -¿Te lo imaginaste alguna vez? Yo con un novio rebelde que corre en motos. Es lo más sexy.

-¿Que?- chilló de felicidad abrazándola.- Joder Liz.

-Si, estoy demasiado feliz.- dice con una sonrisa y niego.

-Me hace feliz verte feliz.- le confesé. -Y hablando de propuestas de novios, Jack se confesó anoche, quiere que seamos algo más que solo amigos.

-¿Queeeeee?- chilla.- ¿Y que le dijiste?

-Que no podía, y me fui.

-Tamara.

-Lo sé luego me sentí mal.

-Solo Dile la verdad lo que realmente sientes, dile que aún amas a otra persona y solo quieres una amistad con el.

-Si tienes razón debería decirle, no quiero herirlo.

-Vamos hoy al club fénix, dijiste que Si, verónica te espera.

-Si iré contigo.- digo rodando los oídos.

-Deberías invitar a Jack.- sugiere llevándose un bocado de bacon a la boca.

-Por supuesto que no.- niego.

-Tam, no seas mala con el.

-No soy mala, solo necesito espacio.

-Ni tan siquiera te lo has follado como amigo, ¿o ya follaron anoche?

-No hemos follado.- digo negando.- Aún no me siento lista para eso y no creo que lo haga.

-Vamos, Tamara, no seas dramática.- me instó Elizabeth.- Tienes que vivir la vida, follar y ser feliz. Anda invítalo.

-No, prefiero ir sola por ahora. Él lo entenderá. Le diré que vamos solas, tú y yo. Que necesitamos una noche de chicas.- digo terminándome el sándwich y el café para levantarme y dirigirme al baño.

-Ay, Tamara, que haré contigo. Pero bueno, así eres de testaruda.- comentó.

Entré en la ducha y dejé que el agua caliente cayera sobre mi cuerpo, mientras Elizabeth me contaba emocionada sus locas aventuras en moto con Chris lo cual provoca sonrisas en mi y desearía también poder contarlas y vivir eso con James, como un día no tan lejano llegue a soñar . Quién lo diría, Chris y Liz juntos, montando en motos. Ella había encontrado su propio cuento de hadas sobre ruedas, mientras que yo aún buscaba el mío. Aun así, me alegraba por mi mejor amiga y su merecida felicidad.

Después de un largo baño relajante, salí de la ducha y me envolví en una toalla suave. Elizabeth aún estaba sentada en el inodoro, mirándome con una mezcla de ternura y complicidad.

-Tamara, sabes que siempre estaré aquí para ti, ¿verdad? Siempre seremos amigas, sin importar qué.- dijo sinceramente.

Asentí con gratitud.

-Lo sé, Liz. Eres mi roca, mi confidente y mi apoyo incondicional. No puedo imaginar mi vida sin ti.

Ella se levantó y me envolvió en un cálido abrazo.

-Y yo no quiero imaginarme una vida sin ti. Somos más que amigas, somos hermanas de alma y corazón.

Nos separamos y nos vestimos para la noche en el club. Optamos por conjuntos atrevidos y elegantes que reflejaran nuestro espíritu libre. Elizabeth lucía radiante con su atuendo, y juntas nos maquillamos y arreglamos el cabello, resaltando nuestra belleza única.

Antes de salir, envié un mensaje a Jack para explicarle que esta noche era solo para chicas y que quería pasar tiempo a solas con Elizabeth, que luego hablaría bien con él y que me disculpara por Haberme ido así.

Cuando llegamos al club Los Fénix Veloces, el lugar estaba lleno de energía y música vibrante. Los colores y las luces parpadeantes creaban un ambiente electrizante. Nos dirigimos al bar y pedimos nuestras bebidas favoritas, brindando por nuestra amistad y por el futuro emocionante que nos esperaba.

Mientras bailábamos al ritmo de la música, rodeadas de amigos y desconocidos, dejé que la alegría del momento se apoderara de mí. Era una noche de celebración, una noche para honrar nuestra amistad y para abrir nuestras mentes y corazones a las nuevas experiencias que el destino tenía preparadas.

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MC | Sr. Stone, Recuperado por ti. (18+) María Del Mar, [EN PROCESO, PARTE II.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora