MC | Sr. Stone, Recuperado por ti. (18+) María Del Mar, [EN PROCESO, PARTE II.]

Capitulo 25.

Capítulo 25.

Me encontraba afuera del bar, disfrutando de la tranquilidad que contrastaba con el bullicio del interior. Al encender un cigarrillo y revisar mi celular, me topé con una foto de James junto a su "esposa" Catherine en una cena. La imagen capturaba a sus respectivos padres y mostraba una aparente felicidad familiar, pero James no lograba ocultar su cansancio y seriedad en ninguna de las instantáneas. Me dolía verlo junto a ella, a pesar de saber que su matrimonio era por conveniencia y no por amor. Me preguntaba si algún día podrían enamorarse de verdad y terminar siendo felices juntos.

-Es un testarudo -escuché la voz de Noah y apagué el celular, riendo y dando una calada al cigarrillo-. Siempre lo fue -dijo Noah, sentándose a mi lado con una sonrisa.

Le pasé el cigarrillo y él también dio una calada.

-Recuerdo cuando lo conocí, aún no estaba de novio con Verónica. Fue él quien me impulsó a decirle cuánto me gustaba y que quería que fuera mi novia. Es un romántico de mierda. Siempre creyó en el amor verdadero y todas esas cosas cursi. -explica Noah, sonriendo al contar la historia, y yo hice lo mismo.

-Sí, que es un tonto -dije, tomando una calada del cigarrillo.

-¿Te enamoraste de él, cierto? -preguntó Noah.

-Te mentiría si dijera que no -dije riendo y encogiéndome de hombros.

-Pero sabes ocultarlo muy bien. A pesar de todo, jamás te he visto llorando o triste. Todo lo contrario, seguiste adelante con tu vida -dijo Noah, mirándome y dando una calada al cigarrillo.

-Sí, mi madre me enseñó a no mostrar debilidad ante nadie. A llorar y sufrir, pero dentro de mi casa, nunca frente al mundo -sonreí-. Y tampoco me quedaría derrumbada suplicándole -susurré-. He pasado por cosas peores, créeme -dije sonriendo y tomando el cigarrillo.

-James puede ser un pendejo de mierda, pero sé que se enamoró de ti. Solo hace las cosas por obligación, su padre siempre lo amenaza, su padre lo Tiene muy manipulado se que de eso te ha hablado Verónica.

-¿Con qué crees que pudo haberlo amenazado? -pregunté, mirándolo.

Noah se encogió de hombros y sonrió.

-¿Quieres que sea honesto? -pregunta, mirándome. Asentí-. Lo más probable es que haya descubierto quién eres, a fondo, quizás cosas de tu pasado que nadie más sabe. Quizás incluso investigó a toda tu familia. El señor Richard tiene grandes conexiones y es un tipo muy peligroso, especialmente en el bajo mundo. Lo más seguro es que haya amenazado a James diciéndole que te destruiría a ti , y a tu familia. Y por supuesto, James preferiría joderse él antes que ponerte en riesgo a ti y a tu familia. Créeme, James es un cabrón, pero es un hombre que al final, vale toda la pena. -dijo Noah, dándome el cigarrillo.

-Noah -lo llamaron desde adentro.

Se levantó, me dedicó una sonrisa y entró. Terminé de darle una última calada al cigarrillo, sintiendo un nudo en la garganta y un revuelco en el estómago.

¿Será que James hizo todo realmente para protegerme a mí y a mi familia como siempre ha recalcado?

Sentí ganas de llorar solo al imaginar con qué cosas lo habrían amenazado. Y también recordé las últimas palabras de Noah. James podía ser cualquier cosa, pero al final del día era un buen tipo y valía la pena. Durante los meses que estuvimos juntos, nunca fue malo conmigo, al contrario, fue la mejor persona que pude haber conocido. Nunca me enamoraría de un hombre que me hiciera daño al inicio.

Verónica salió y tomó mi mano.

-Nada de melancolía, hoy disfrutaremos de la hermosa vida.- me toma de la mano Entramos todos al bar y nos reunimos en la barra.

Tomamos shots de tequila al mismo tiempo, al menos unas seis rondas. Luego fuimos a bailar y saltar en la pista, como adolescentes. Nos reíamos y nos divertíamos como nunca. Elizabeth se fue a una esquina a besarse con Chris, y Verónica y Noah bailaban y se besaban. Decidí ir al baño, me sentía mareada, veía todo girando a mi alrededor. Tomé mi celular y vi la hora, era muy tarde, ya eran las once de la noche. Marcé el número de James y sonó más de tres veces, pero solo obtuve el buzón, decidí enviarle un mensaje.

"Por favor James te necesito."

Escucho mi celular sonar, es una llamada de james. Decidí contéstala, pero apenas lo escucho. Así que la corto, decido ir a fuera y me acuesto sobre la pared. Hay personas afuera vomitando, borrachos y otros besándose.

-¿Señorita Greyson? - escucho la voz de un hombre, observo es el hombre que siempre me sigue a todas partes, el detective de James.

-¿Y james?- cuestionó mirándolo borracha.

-Me ha dicho que te lleve a tu casa, ven.- dice ayudándome, me lleva hasta la camioneta y me ayuda a subir.

-Por favor quiero verlo a él, no quiero ir a casa. Llévame donde James. - le suplicó casi llorando y el solo se queda en silencio.

El me mira a través del espejo del auto y asiente.

-Por supuesto, señorita Greyson. - Me recosté y lo vi tomar su celular para hablar con James-. Sí, señor Stone, estaré allí en unos minutos .

Cerré los ojos y no sé cuánto tiempo pasó, pero el hombre me despertó.

-Señorita Greyson, hemos llegado -anunció mientras me levantaba. Miré hacia fuera y vi un enorme edificio, imponente.

-Aquí no vive James. -dije, todavía mareada.

-Es uno de sus penthouses. -explicó mientras se bajaba. Me ayudó a salir del vehículo... y ahí estaba Cassian, el conductor de James. Lo conocía bien, siempre nos llevaba o venía a buscarme.

-Gracias, Harry. -dijo Cassian, tomando en brazos como a un bebé, levantándome del suelo. Vi al hombre subirse al auto. Cerré los ojos, no tenía fuerzas para luchar contra el sueño y la borrachera. Me quedé dormida hasta que escuché voces. Abrí los ojos lentamente y me encontré acostada en un elegante sofá de cuero blanco. A través de los amplios ventanales, podía ver la ciudad. El suelo era de mármol blanco. Escuché a James hablando y me senté en el sillón, observándolo de espaldas. Mordí mi labio.

Lucía increíblemente sexy con sus pantalones de tela azul marino, una elegante camisa de botones de manga larga con líneas verticales en tonos azul pálido. Tenía las mangas enrolladas, revelando su tatuaje en el brazo. Volví a morder mi labio, me encantaba James, me volvía loca, lo amaba.

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