Capitulo 35.

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Capítulo 35.

En la acogedora cocina, el familiar aroma de las especias y las recetas de siempre impregna el aire. Mis abuelos se mueven con destreza, como si el simple acto de cocinar pudiera aliviar cualquier dolor. Siempre he admirado su amor y he soñado con tener una relación como la suya. Sin embargo, no he tenido la misma suerte, al menos no hasta ahora, incluso cuando pensé que sí. Observo con cariño cómo preparan mi plato favorito, una mezcla de sabores que evoca recuerdos reconfortantes.

Mientras disfruto de la comida, les cuento sobre mis años en Boston, las amistades que he hecho y las experiencias que han moldeado mi vida y por supuesto me he saltado las amenazas y las partes malas. Mi abuela escucha atentamente, mientras mi abuelo asiente de vez en cuando.

—Mi niña, siempre has tenido el don de tomar decisiones valientes, igual que tu madre —dice mi abuela, apretando mi mano con ternura.

—Y siempre encontrarás amor y apoyo aquí, en casa —añade mi abuelo, con una mirada llena de orgullo.

Gracias, los amo —respondo con amor y nostalgia.

Pasamos horas conversando, compartiendo risas y anécdotas; es como si los abuelos te curaran hasta el alma.

—¿Qué te gustaría hacer? —pregunta la abuela una vez que el abuelo se va a cerrar el restaurante con los chicos.

—No estoy segura, tal vez comenzar de cero, otra vez —me encojo de hombros, y ella sonríe tiernamente.

—Nunca se comienza desde cero, mi niña; se comienza desde la experiencia —sostiene mis manos—. Todo lo que has vivido y aprendido solo suma experiencia. Aprendes y te quedas con lo valioso..

Te amo —susurro con ternura, depositando suavemente un beso en sus manos arrugadas.

—Y nosotros te amamos a ti. Podrías unirte a nosotros aquí, como lo hiciste desde pequeña —dice con emoción, evocando recuerdos entrañables que iluminan mi mente.

—Sí, sería maravilloso. Quiero trabajar junto a ustedes y luego encontrar mi propio lugar para vivir.

—Para nosotros, siempre serás bienvenida en casa —dice con amor.

—Lo sé, pero...

—Entiendo que quieras independencia. Estaremos aquí para apoyarte en cualquier decisión que tomes, mi preciosa.

—Gracias, abuelita. Tus palabras significan mucho para mí.

Finalmente, cuando el sol comienza a ponerse, mi abuela sugiere que descanse después de mi largo viaje. Mientras me dirijo a la habitación que solía llamar mía, me doy cuenta de que, a pesar de las decisiones difíciles y las despedidas dolorosas, he vuelto a un lugar que siempre será mi refugio. Al recostarme en la cama, mi corazón se llena de gratitud. Aunque el futuro sigue siendo incierto, sé que con el amor y el apoyo de mi familia, encontraré la fuerza para enfrentar cualquier desafío que la vida me presente.

Antes de cerrar la puerta de mi habitación, mi abuelo se asoma frente a mi puerta con una dulce sonrisa.

—Recuerda, mi niña, esta casa siempre será tu hogar.

Asiento con gratitud, sintiendo el amor que emana de sus palabras.

—No hay límite de tiempo para las personas que amamos. Esta es tu casa, y estamos felices de tenerte de vuelta.

Mis ojos se llenan de lágrimas nuevamente, pero esta vez son lágrimas de agradecimiento y aceptación.

—Gracias, abuelito. Significa el mundo para mí. —Le digo con sinceridad, sintiendo que un peso se ha levantado de mis hombros.

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MC | Sr. Stone, Recuperado por ti. (18+) María Del Mar, [EN PROCESO, PARTE II.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora