28. Año Nuevo

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Nicholas

–¿Estás listo?

Sinceramente, no. No es lo mismo conocer al padre y al hermano de Nora que tener que hacerlo con toda su familia a la vez, pero tengo que controlar mi miedo porque quiero que esté orgullosa de mí.

Cuando me contó todo su pasado me quedé de piedra porque no pensaba que ella había sufrido tanto. Ahora entiendo mucho mejor que no sabemos por lo que una persona puede estar pasando, así que siempre tenemos que procurar ser amables y empáticos con los demás.

–¿Nicholas?

Mi Noris me saca de mi ensoñación y le sonrío.

–Todo bien.

–¿Estás seguro? –se ríe– Te noto un poco nervioso.

–Qué va, estoy preparadísimo para ganarme a tu familia.

–De acuerdo... –no parece convencida.

Ella coge sus llaves y abre la puerta, inmediatamente veo dos personas que se asoman por la cocina.

–¡Ya hemos llegado! –anuncia Nora.

–¡Nick! –exclama Derek contento– Bienvenido de nuevo, bro.

Me da un abrazo con fuerza y yo le enseño mi cámara.

–Querías que te mostrara mis fotos, ¿verdad?

Se le iluminan los ojos.

–¡Qué pasada! Muchas gracias por acordarte.

Cuando me invitaron a cenar, guardé en mi memoria enseñarle a Derek mis fotografías, ya que es un hobby que compartimos aunque él haga las fotos con su móvil.

–¡Nick! ¿Cómo estás?

El padre de Nora me da un abrazo reconfortante y yo respondo:

–Muy bien, señor Davis.

–Llámame Michael, insisto.

–De acuerdo, como usted diga.

–Ya está casi listo el pollo asado –nos informa.

–Gracias, papá –dice Nora–. Huele que alimenta.

Él regresa a la cocina y Derek me dice:

–Enséñame tus fotografías que no me aguanto.

Nora le clava una mirada poco amigable, su hermano se encoge de hombros con indiferencia y yo le dejo mi cámara. Él, muy entusiasmado, se sienta en el sofá y se pone a mirarlas. De pronto, oigo unas patitas bajando por las escaleras y voy directo hacia ella.

–¡Molly! –sonrío alzándola al aire.

Me lame la cara mientras Nora se ríe.

–¿Cómo le has podido caer bien tan rápido? –se pregunta.

–Tengo un don –le guiño un ojo.

Dejo a mi perrita favorita en el suelo y Nora me hace un tour por la planta de arriba porque aún no la había visto. Cuando llegamos a la última puerta, su habitación, noto que entra con nerviosismo porque quiere ver mi reacción, seguidamente yo sonrío de oreja a oreja por lo que ven mis ojos.

Su habitación tiene dibujos de flores en la pared y pósters de viajes encima del cabecero de la cama. Las sábanas son de color verde y encima hay un par de cojines azules. Hay un escritorio de color blanco al lado de un armario color crema, y, además, un espejo al otro lado de la habitación que también tiene dibujos de flores.

Perfectamente ImperfectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora