El Regreso de la Secta del Monte Hua (Novela)

🌸047🌸

– No te ofendas si algo sale mal (2)

{Guía de símbolos}

— Texto — = Diálogo

«Texto» = Pensamiento

[Texto] = Habilidad / Objeto

[Texto] = Término Importante

Texto = SFX

"Texto" = Término común / Relevante

Después de un largo período de dificultades, la paz había llegado al Monte Hua.

Los problemas financieros que más aquejaban al Monte Hua fueron resueltos a través de Chung Myung, y se proporcionaron nuevas artes marciales, permitiendo a la secta avanzar.

Al igual que la primavera llega cuando pasa el invierno, la vitalidad del Monte Hua estaba floreciendo como una vibrante primavera, y todo el mundo se perdía en la dichosa felicidad... al menos así debía ser.

— ¡Paz mi trasero! —

La cara de Chung Myung se contorsionó.

La escoba que sostenía se dobló como si estuviera rota mientras apretaba sus manos con fuerza.

¿Paz?

¡Es el caos!

— ¿Eh? ¿Cálculo? E-esto... espera. ¡Jo Gul Sahyung! ¡Jo Gul Sahyung! ¿Cuánto es esto? —

— ¡Eso! ¡Eso! ¡Tenga cuidado! —

— ¿Todo depende? ¿Eh? Depende de los artículos. ¿Un reembolso? ¿Eh? Ah. —

Los discípulos de tercera clase del Monte Hua, que llevaban túnicas blancas, sudaban profusamente mientras atendían a una apresurada afluencia de clientes.

«¡Mierda, mierda!»

Era un puro caos.

Fue bueno que se encontrara el libro de contabilidad y que los negocios volvieran al Monte Hua. Ya que adquirieron diez nuevos negocios que eran rentables y les iba bien, ¿no era lo único que les quedaba por hacer simplemente sentarse y ganar dinero?

...ese pensamiento ingenuo fue el comienzo de todos los problemas.

Chung Myung ni siquiera lo había pensado, pero esta gente no tenía experiencia en dirigir un negocio adecuado durante casi cien años. Por lo tanto, surgió una situación incómoda en la que los novatos que nunca han ganado un solo centavo por su cuenta estaban ahora a cargo de la gestión de diez empresas.

¿Y el resultado?

Como se ha visto.

—¡No! ¡Ya dije que me quedé sin ingredientes hace tiempo! ¿Por qué no vienen más? —

— ¿Qué demonios estás haciendo? —

— ¿Qué hace ese idiota agarrando a los clientes? ¡Oye! ¡Oye! —

Chung Myung trató de sonreír.

«Hazlo bien. Hazlo bien».

Los discípulos del Monte Hua, que no hacían otra cosa en la vida que entrenar sus cuerpos y espadas, bajaron a Hua-Um y estaban sudando mucho tratando con los clientes.

Si los ancestros vieran esta escena, tendrían unas palabras severas... no, habrían agarrado a los ancianos por el cuello y los habrían arrojado salvajemente.