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– El colapso era inevitable, bastardos (1)


— Pero... —.

— ¿Hm? —

Un Gum bajó la cabeza y miró al chico que caminaba a su lado.

«Se ve muy feroz.»

La gente situada en entornos nuevos tiende a ser mansa. Es normal que se asusten cuando están en un lugar desconocido como el Monte Hua. Esto es especialmente cierto para alguien de tan corta edad, pero él no pudo encontrar miedo en este niño.

El rápido caminado mostraba la molestia del niño, no el miedo.

Un Gum lo miró con ojos extraños. Cuando Chung Myung preguntó de repente.

— ¿Cuándo surgió ese lugar llamado la Casa Internado Flor de Ciruelo Blanco? —

— ¿Por qué tienes curiosidad? —

— Había oído que la enseñanza se realiza tomando a un discípulo bajo un tutor, así como alojándose con ellos durante el proceso —.

— Hmm —.

— Fue un poco raro ver a todos reunidos en un solo lugar —.

Un Gum frunció el ceño ante el comentario.

«Está clavando un puñal en un punto sensible.»

Tradicionalmente lo que el niño dijo era correcto. Un niño recién introducido sería llevado bajo un maestro y ese hombre instruiría al discípulo sobre el Monte Hua.

Por eso el Monte Hua era conocido como la secta más digna.

La razón por la que este método de enseñanza se rompió fue debido a la decadencia del Monte Hua.

— No es gran cosa. Sólo pensamos que sería más eficiente —.

— Entonces, ¿el maestro también se queda en el Internado Flor de Ciruelo Blanco? —

— ...No —.

Chung Myung asintió con la cabeza a lo que Un Gum frunció el ceño.

«Que niño tan extraño.»

Una respuesta así no satisfacería la curiosidad de un niño. Sin embargo, éste asintió con la cabeza como si entendiera... no, más bien, no le importaba.

Y Un Gum no estaba seguro de lo que el niño estaba pensando.

Básicamente, todos los que entran en el Monte Hua son enviados a los mismos dormitorios. En otras palabras, era para que los recién llegados conocieran las enseñanzas de Monte Hua bajo el mando de Un Gum, quien los manejaba.

Él había visto una gran variedad de niños, pero nunca uno tan extraño. ¿Qué debía hacer? No podía explicarle la triste historia a un niño, ¿verdad?

«Parece que ha entrado un niño interesante.»

Mientras Un Gum lo analizaba lentamente, Chung Myung tenía otros pensamientos.

«Se han escapado.»

Apenas podía comprender esta situación.

Mirando alrededor de todo el Monte Hua, pudo ver de un vistazo lo absurdo de la situación de este lugar. Considerando que debería haber dejado atrás al menos tres discípulos en su tiempo.

Si incluso solo tres personas se quedaran atrás el Monte Hua no se habría convertido en esto...

«Esto significa que mucha gente abandonó el Monte Hua.»

El Regreso de la Secta del Monte Hua (Novela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora