Shaun es un cirujano altamente capacitado pero autista, que trabaja bajo la supervisión de su jefe, Neil. A pesar de las barreras que enfrenta en su trabajo debido a su condición, Shaun desarrolla fuertes sentimientos hacia Neil. Sin embargo, la sec...
Finalmente su turno había terminado, y a pesar de que había sido un día bastante ajetreado, su mente solo daba vueltas en una cosa, Neil y aquel abrazo. Todavía podía sentir aquella calidez que nunca había sentido anteriormente, pero aquella reacción del mayor le había dejado pensando bastante. Mientras esperaba a que el autobús llegara, decidió sacar su teléfono para entonces mandarle mensajes a su mejor amiga Lea. Podía hablar tranquilamente con sus otros amigos, pero Lea era simplemente Lea, la conocía desde la secundaria y eran demasiado unidos, para Shaun, Lea era su hermana mayor, en quien confiaba sin duda alguna, necesitaba contarle todo lo que había pasado hoy, necesitaba sus consejos.
Chat de Shaun con Lea:
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Shaun no pudo evitar reírse por como su mejor amiga respondía y reaccionaba, pero en eso salió de su mente cuando finalmente el autobús había llegado, por lo que guardó su teléfono y emprendió su viaje de regreso a su departamento.
Por suerte, Lea vivía al lado de su departamento, así que la veía todos los días pero no en la gran mayoría del día pues este trabajaba hasta tarde y la chica tenía muchos trabajos de universidad, pero aún así siempre podían hacer sus pijamadas sin importar la hora que fuese, y más cuando alguno de los dos necesitaba desahogarse, apoyo y algún consejo.
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Finalmente había llegado a su departamento, cuando aún estaba en el autobús, Lea le dejó saber que había salido a comprar la comida, por lo que por mientras aprovechó y se dió un buen baño y se puso una ropa bastante cómoda, se había puesto unos pantalones largos de pijama de color azul pastel que le quedaba bastante ancho y un buzo de color blanco que le quedaba grande. A este le encantaba la ropa bastante grande, era cómoda. Mientras esperaba a su mejor amiga en el sofá, se perdió en sus pensamientos, pensando nuevamente en Neil, su colonia, su calidez y su toque suave que simplemente de recordarlo le hacía estremecer, sin darse cuenta sus mejillas se habían tornado de un color rosa carmesí.
