Shaun es un cirujano altamente capacitado pero autista, que trabaja bajo la supervisión de su jefe, Neil. A pesar de las barreras que enfrenta en su trabajo debido a su condición, Shaun desarrolla fuertes sentimientos hacia Neil. Sin embargo, la sec...
Ambos chicos no se dirigieron la palabra por todo el día, aunque por dentro querían estar juntos, pero el enojo del momento no les dejaba, era mejor esperar que las cosas se calmaran. Neil estaba enojado pero no tanto con Shaun, si no con Jessica, sin ser notorio la vigilaba por cualquier cosa, eso de que ella se disculpó no se lo cree ni ella. Las horas pasaban hasta finalmente llegó la hora del almuerzo, Shaun estaba con sus amigos pero ellos notaron que andaba más callado de lo normal, Neil sentado en otra esquina, los demás se miraron preocupados, apenas por la mañana estaba de risas juntos y ahora el ambiente se había puesto tenso. Habían intentado preguntar que había pasado pero la única respuesta que obtenía por parte del menor era; "N-nada.. solo un i-inconveniente.." por lo que decidieron no insistir más de lo debido.
La noche cayó y cada quién se fue para su hogar. Shaun ya en su departamento, miró a su alrededor y se sintió solo.. se había acostumbrado a la compañía de Neil por esos dos días.. decidió ignorar ese horrible sentimiento, por lo que se metió directamente al baño, dándose una ducha para relajarse.. pero lo único que podía pensar era en lo ocurrido, aunque no había sido una gran discusión.. aún así ambos se habían enojado mutuamente. Cuando finalmente terminó su ducha, salió del baño, secando su cuerpo con delicadeza.. hacía más frío de lo normal.. pero realmente era porque extrañaba los abrazos del mayor. Finalmente terminó poniéndose un abrigo de color azul pastel, ancho que le llegaba hasta casi los muslos y un pantalón negro de pijama largo, y unas medias blancas, no estaba de ánimos para nada, pero fue entonces cuando se observó el libro que le había regalado Neil, sintió un pequeño dolor en su pecho pero lo tomó mientras se sentaba en el sillón dónde aún perduraba el aroma a café de este, comenzando a leer nuevamente.
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Neil se encontraba sentado en el sofá, pensando en lo que había hecho y como había reaccionado.. él siempre se dejaba llevar por sus impulsos, algo que muchas veces le costaba caro. En solo pensar que había lastimado al menor, le hacía sentir culpable, pasaba sus manos por su rostro mientras soltaba un suspiro pesado. No sabía como ni cuando, pero definitivamente amaba a ese chico, tal vez algunos piensen que fue rápido pero.. ¿cómo podría ser lento? cuando el menor era tan hermoso, inteligente y con un corazón tan inocente y bonito. Debía pedirle perdón, él no era alguien a que le salía bien hacer las cosas románticas, pero si era por él, lo haría así tuviese que buscar en internet. Pero como si la vida estuviese de su lado, se le ocurrió la mejor idea, unas flores y una caminata en la playa para pedirle perdón.
Sin esperar más, salió corriendo de su hogar, tomando las llaves para entonces adentrarse a su auto, conduciendo a una floristería que había cerca de su hogar, rogando internamente que estuviera abierta, apenas eran las 8:30 pm. Al llegar, observó que aún las luces seguían prendidas y el cartel de "Abierto" aún seguía en la puerta. Tan pronto bajó del auto, se adentró al lugar, habían muchas flores y no sabía cuál escoger, al parecer la recepcionista del lugar notó esto, por lo que se le acercó. Disculpe caballero, ¿necesita ayuda? ¿busca algo en especial? —Neil la miró, se sentía algo avergonzado, era la primera que regalaba flores a alguien, en especial a un chico. S-sí bueno.. quiero disculparme con alguien y.. no sé que flores serían las correctas para él.. —La chica no pudo evitar sonreír, no veía a muchos chicos comprarle flores a otros chicos, le parecía muy tierno. Sígame.. tengo las flores perfectas para usted. —Dijo amablemente por lo que este la siguió sin problema alguno. Las flores perfectas para pedir perdón son las rosas de color rosa pastel.. tulipanes, girasoles o las gerberas.. ¿cuál prefiere? —Neil se quedó pensando por unos minutos, pero finalmente se decidió por los tulipanes de color blanco, la chica empezó agarrar varios de ellos y se dirigió a la caja, donde empezó a preparar un hermoso ramo, tardó unos minutos pero finalmente había terminado, Neil se quedó sorprendido pero simplemente pagó y le agradeció por la ayuda, ya listo, se dirigió a dónde este vivía.