Shaun es un cirujano altamente capacitado pero autista, que trabaja bajo la supervisión de su jefe, Neil. A pesar de las barreras que enfrenta en su trabajo debido a su condición, Shaun desarrolla fuertes sentimientos hacia Neil. Sin embargo, la sec...
Ya había pasado 1 mes desde todo lo sucedido, Shaun había sido dado de alta finalmente, pero debía de reposar al menos 2 meses, y ya solo le faltaba uno. Era cuidado por Lea, pero ya se encontraba mucho mejor y estaba ansioso de ir a trabajar con sus amigos, y en especial con el Dr. Meléndez.
De vez en cuando era visitado por sus amigos, pero por culpa del horario del hospital era complicado, pero aún así, con todo y cansancio iban a verle y charlar un poco, había visto a todos menos a Neil, aún recordaba como habían estado agarrados de la mano toda la noche en aquella habitación, de tan solo recordarlo, sus mejillas se tornaban de un color rosa suave.
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Se encontraba saliendo de la sala de cirugías, algo agotado pues varias se habían complicado pero pudo controlarlo a tiempo, mientras Neil se lavaba las manos, su mente aún pensaba en las palabras que había dicho la mejor amiga de Shaun, y sobre todo que aunque por fuera no lo iba admitir, por dentro extrañaba el tacto de su mano entrelazada con la de él. Ya había pasado un mes desde que no lo veía y se sentía extrañado pues estaba acostumbrado a verle todo los días, excepto cuando ambos tenían sus días libres. Cuando finalmente salió de aquella sala, se fue a firmar unos papeles, y en ello vió a sus residentes que estaban hablando entre ellos mientras revisaban a un paciente. De lo que pudo escuchar hablaban de la buena recuperación de Shaun, y ahí cayó en cuenta que nunca se le ocurrió visitarle.. por culpa de tanto trabajo su mente se llenaba de tantas cosas que no tenía tiempo como para pensar en otras cosas.. pero jamás se olvidó de Shaun.
Sabía en que edificio vivía, pero no que piso ni departamento, tampoco tenía su número, soltó un suspiro pesado y se rascó un poco la sien. Podría ir y preguntarle al guardia.. o.. en ese momento recordó que Lea le habían dado su número en caso de cualquier emergencia mientras estaba ocupada en la universidad. Tomó su teléfono y sacó el pequeño papel del bolsillo de su bata y añadió su número y finalmente le envió un mensaje, sintiendo los nervios y la vergüenza recorrer todo su cuerpo.
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