Shaun es un cirujano altamente capacitado pero autista, que trabaja bajo la supervisión de su jefe, Neil. A pesar de las barreras que enfrenta en su trabajo debido a su condición, Shaun desarrolla fuertes sentimientos hacia Neil. Sin embargo, la sec...
Luego de un buen rato, finalmente habían salido de la piscina, ya que empezaba hacer frío y no querían enfermar. Aún con las emociones alborotadas no podían soltarse, cuando finalmente subieron a la habitación, Neil buscó ropa para su chico, le dió una camisa de color blanca junto a la ropa interior, pero antes le ayudó a poner el agua tibia para que no sufriera del frío que empezaba hacer. Mientras, el mayor fue al baño de abajo a darse una ducha rápida, al llegar se quitó la ropa, dejando la mojada a un lado. Al entrar y sentir el agua caliente, no pudo evitar soltar un suspiro totalmente relajado.. se sentía pleno y feliz.. pero aunque no quería admitirlo, muy en el fondo tenía miedo de que esto no funcionara. Frunció su ceño a tales pensamientos, Shaun era diferente, él lo sabía muy bien.
Shaun fue el primero en terminar de bañarse, ya vestido, no pudo evitar sonrojarse, pues las camisas de Neil le quedaban bastante grandes, pero eso le gustaba, eran cómodas, frescas y sobretodo y lo más importante; tenía el aroma de su pareja. Se sentó en la cama con delicadeza, esperando al mayor, mientras tanto, observó su teléfono, dándose cuenta de que tenía muchos mensajes de sus amigos, preocupados por él.
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Neil subió rápidamente, al llegar, no pudo evitar suspirar enamorado, ver a Shaun en su cama, su pelo algo mojado, con su camisa que solo le cubría hasta los muslos, aunque le podía dar unos pantalones, no quería, se veía perfecto así. Con una gran sonrisa se acercó a la cama, sentándose a su lado, mientras dejaba besos por todo su cuello. ¿Que haces mi vida? —Susurró este mientras veía el teléfono del menor. Veo l-los mensajes d-de nuestros amigos.. están p-preocupados.. —En ello, recordó haber visto los mensajes en su teléfono que pensó responder más tarde. Tomó su propio teléfono, y comenzó a leer todos los mensajes también, hasta que vió como el menor respondía los mensajes.
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