Impaciente.

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El sonido de la puerta de la habitación siendo abierta despertó a Lea, abrió los ojos lentamente observando que se trataba de una enfermera que venía a verificar que todo estuviese en orden, Soltó un suspiro algo pesado y observó la hora en su teléfono, apenas eran las 8:30 de la mañana, sabía que tenía que ir a la universidad pero no quería dejarle solo, ¿y si despertaba? quería estar ahí para él.. ya habían pasado unas dos semanas donde aún Shaun no despertaba de aquel coma.

Dejó la manta y almohada en el pequeño sillón para entonces acomodarse mejor en el asiento, le miró finalmente, nuevamente sintió aquel picor en sus ojos, con mucha delicadeza tomó la mano ajena que se encontraba algo fría, lo apretó suavemente, mientras que las máquinas eran testigos del silencio desgarrador en aquel momento. Buenos días mi niño.. ¿aún no despiertas, uhm? te necesito Shaun.. y no solo yo.. tus compañeros también.. —Susurraba con una voz baja y suave, como le hablaba cuando el mayor tenía algún ataque de pánico y tenía que tranquilizarle. ¿Te cuento algo? Neil vino anoche.. me hice la dormida y.. te dijo palabras bonitas.. y casi acaricia tu pelo.. estoy segura que ese hombre está ante tus pies.. —Soltó una pequeña risita mientras se limpiaba las pequeñas lágrimas que caían por sus mejillas sin permiso.

Mientras tanto los demás trabajaban en silencio y seriedad, el ambiente se encontraba pesado, y se podía notar los ojos rojos de todos, Claire, Audrey, Jared y Alex

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Mientras tanto los demás trabajaban en silencio y seriedad, el ambiente se encontraba pesado, y se podía notar los ojos rojos de todos, Claire, Audrey, Jared y Alex.. quiénes solo hablaban cuando era necesario.. no había chistes, peleas de bromas, se notaba la ausencia de Shaun, sin él, el grupo estaba incompleto, ya todos querían que fuese la hora del almuerzo para ir a visitar a Shaun y hablar con él aunque no le escuchasen.

Mientras tanto el Dr. Marcus Andrews, director del hospital, había mandado a los chicos con el psicólogo del hospital, por el evento traumático, pero ninguno quiso ir, oh bueno, habían dicho que tal vez después lo harían.

Todos notaron que Neil llegó y se había encerrado en su oficina, y no había salido por un buen rato, algo que les hizo preocuparse pues él era de estar trabajando todo el tiempo con pacientes o regañándoles por cualquier cosa.. pero desde lo sucedido, las cosas habían cambiado, pero en el fondo todos rogaban que las cosas volvieran a la normalidad rápido.









































Desde que llegó, solo se la pasaba llenando papeles y trabajando en la computadora, no tenía humor para ver a los demás o de siquiera hablar, pero su mente daba vueltas en mil cosas.. ¿por qué lloró aquella noche? ¿por que casi acaricia su pelo? solo podía pensar en él.. llegó a tal punto de frustración que tiró las cosas de su escritorio y puso ambas manos cubriendo su rostro. Maldita sea.. —Murmuró harto de la situación, la preocupación que tenía no parecía para el de un amigo, y eso era lo que le fastidiaba, pues no sabía que pasaba, seguramente tendría que pedir algún consejo.. ¿pedir un consejo? en que carajo estaba pensando, no lo necesitaba.. o tal vez sí, ahora mismo solo tenía que ganas de irse a su casa y estar completamente solo... como siempre.

𝘼𝙈𝙊𝙍 𝙔 𝙏𝙍𝘼𝙄𝘾𝙄𝙊𝙉.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora