Pasado venenoso.

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⚠️ Advertencia; Narración con temas sensibles y fuertes, de no ser de tu agrado, espera a la próxima actualización, y recuerda que esta historia no será completamente igual a la serie, gracias.

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Una habitación oscura, la única iluminación en ese momento era la luna a través de la ventana. En el centro de esta habitación se encontraba una cama, no era grande pero tampoco pequeña, lo suficiente para que sólo pudiese dormir una persona. En ella un joven de pelo castaño se encontraba durmiendo, oh bueno, supuestamente. Porque entre aquella oscuridad y silencio, poco a poco unos sollozos empezaron a sonar, una respiración qué pasó de estar calmada a una muy agitada.

El sudor bajaba por su frente, alguno de sus mechones de pelo pegados en el mismo, una inquietud recorrió por todo su cuerpo, temblaba y se movía de un lado a otro. Aquellas lágrimas saladas recorrían rápidamente por sus mejillas sin parar, eran los simples síntomas de una: Pesadilla.

¡¿Donde carajo te metiste, pequeña mierda?! —gritaba un señor de unos 42 años, en un estado de ebriedad muy severa, que se tambaleaba por el pasillo de la casa, mientras era tratado de ser detenido por su esposa

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¡¿Donde carajo te metiste, pequeña mierda?! —gritaba un señor de unos 42 años, en un estado de ebriedad muy severa, que se tambaleaba por el pasillo de la casa, mientras era tratado de ser detenido por su esposa.

Dos chicos, uno de 15 y otro de 13, escondidos en el armario del chico mayor, Steve abrazaba a Shaun fuertemente mientras agarraba sus manos con fuerza pero sin llegar a lastimarle, evitando que este se golpeara por el ataque de pánico que estaba teniendo. Todo estará bien.. te lo prometo.. por favor, inhala y exhala, ¿sí?, como te enseñé.. vamos.. —decía el menor con voz baja, susurrándole para que sólo él le oyera. Shaun poco a poco empezó hacer aquel ejercicio de respiración que su hermano menor le había enseñado, aunque aún seguía temblando, poco a poco se fue calmando. Muy bien Shaun.. lo estás haciendo bien.. sigue así..

D-de nuevo nos lastimará.. ¿por qué l-lo hace? ¿por qué m-me odia tanto? a mi.. a ti y.. y a mamá —no pudo soportar más el llanto, lágrimas caían con rapidez por sus mejillas, pero antes de que pudiese tener otro ataque de pánico, sintió como le era entregado a sus manos un pequeño oso de peluche, que con rapidez, lo abrazó contra su pecho. Papá.. él está muy mal de la cabeza Shaun.. perdóname por no ser fuerte.. por no poder protegerte mejor.. —Steve susurraba con un nudo en su garganta, estos episodios de ambos tener que esconderse para que su padre no los golpeara, en especial a Shaun. Tener un padre alcohólico y con temperamento de mierda era simplemente horrible, si no estaba borracho no les golpeaba a ellos, sólo les insultaba y se quedaba viendo la televisión. No sabían en que momento empezó todo, tal vez desde que perdió el trabajo de su sueños, cuando diagnosticaron a Shaun con autismo, cuando las deudas empezaron a crecer cada vez más y más.

¡Por favor, cariño! ¡no les hagas daño! —un golpe en la mejilla, una simple cachetada fue suficiente para hacerla callar y ahogarse en su llanto. ¡Cállate de una maldita vez! esos inútiles.. —habló con asco para finalmente adentrarse al cuarto del mayor, buscó y buscó con torpeza por su estado de ebriedad, pero no encontró a nadie, se fue a la habitación del menor, buscó y buscó y.. ¡Ahí están pequeñas mierdas! —los sacó con fuerza dejándoles caer al suelo, estaba tan cegado por la furia y el alcohol, sacó su cinturón y una vez más, empezó a pegarles, primero con Shaun, quien lloraba asustado.

¡Suéltalo! ¡basta! —gritó Steve, que empujó a su padre pero fue rápidamente golpeado mandándolo directamente al suelo. ¡Basta! ¡es suficiente! ¡ellos no tienen la culpa de nada! —gritó con rabia y desesperación, acercándose a su esposo para sacarlo de la habitación, pero entonces esta fue tomada bruscamente por el cabello, tirándola al suelo, poniendo ambas manos en su cuello, haciendo presión. ¡Cállate maldita perra! ¡todo es tu culpa! ¡mi vida es una mierda por tu culpa!

Shaun estaba adolorido, en especial su espalda de tantos latigazos, miró con lágrimas a su hermano tirado en el suelo adolorido, y fijó su vista a su madre en el suelo, que la estaban matando frente a sus ojos. Por un momento todo se detuvo delante de sus ojos, rabia, enojo, miedo, frustración, tantas emociones a la vez en tan solo un chico de 15 años. Asustado y sin pensarlo, con el objetivo de ayudar a su madre y dejar de ser un inútil cobarde como era llamado por su padre, por sus compañeros de salón e incluso algunos profesores.

Tomó la lámpara de la mesa de noche y con fuerza lo golpeó en la cabeza.

Silencio.

Un silencio se formó en la habitación en cuestión de segundos, un aterrador silencio.

El padre cayó inconsciente al lado de su esposa que por fin estaba recuperando el aire, pero entonces.. poco a poco.. lentamente un charco de un líquido espeso, con olor y sabor metálico se estaba formando al rededor, Shaun estaba paralizado, no se movía ni un poco, su corazón por un momento podía jurar que dejó de latir, aquella mezcla de sentimientos se desvaneció pero sólo uno se quedó: Miedo.

Steve se levantó rápidamente para ir donde su hermano, le habló y sacudió algo fuerte pero no daba ninguna reacción, en cambio su madre se arrodilló frente al cuerpo tirado en el piso, entrando en pánico. ¿Q-que.. que fue lo que hiciste Shaun..? ¡Que mierda acabas de hacer! —gritó en angustia sin saber que hacer, y miró a su hijo mayor, le miró con ojos de rencor para luego susurrar unas palabras que le marcarían de por vida. Eres.. eres un asesino..

Y finalmente reaccionó el mayor, lágrimas caían sin parar, esas palabras rodeaban su mente una y otra y otra vez sin parar. N-no.. y-yo no soy un a-asesino.. ¡no lo soy¡ ¡n-no lo soy! —repetía sin parar entrando en un ataque de pánico mientras que con sus manos se daba golpes en la cabeza.

¡¿Cómo que no lo eres?! ¡lo eres! ¡mira lo que hiciste! ¡asesino! ¡eres un asesino! —gritaba con desesperación y lágrimas.

¡Q-QUE NO LO SOY! —gritó desesperado mientras abría sus ojos y se sentaba rápidamente en la cama. Su pecho subía y bajaba con rapidez, mientras que miraba a su alrededor, dándose cuenta que se encontraba simplemente en su departamento, en su casa.. a salvo.. dejaba que las lágrimas bajaran a su antojo, sin más se abrazó a si mismo con fuerza, llamando mentalmente a su hermano, sabiendo que estaba sólo en ese momento, que aquello había sido una pesadilla, de un recuerdo de su pasado.

Un pasado venenoso que no le dejaba tranquilo, no era el único recuerdo doloroso, habían muchísimo más, y últimamente cada maldita noche soñaba con ello, tal vez por aquel paciente que tuvo que se parecía a su hermano muerto, que todos aquellos recuerdos que había cerrado con llave, se había abierto.

Su cuerpo temblaba y temía cerrar sus ojos para dormir nuevamente, temía a la oscuridad de su habitación, temía, siempre con miedo, necesitaba a alguien, que alguien le abrazara y que le dijesen que todo estaba bien, que lo qué pasó no fue su culpa, que no era un asesino y que dejase de vivir con la culpa en sus hombros.

Pero como cada noche, no había Nadie.

Pero como cada noche, no había Nadie

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𝘼𝙈𝙊𝙍 𝙔 𝙏𝙍𝘼𝙄𝘾𝙄𝙊𝙉.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora