Shaun es un cirujano altamente capacitado pero autista, que trabaja bajo la supervisión de su jefe, Neil. A pesar de las barreras que enfrenta en su trabajo debido a su condición, Shaun desarrolla fuertes sentimientos hacia Neil. Sin embargo, la sec...
¡¿Que Neil hizo qué?! —dijeron casi gritando todos en la sala de descanso, quiénes estaban más atónitos eran Alex y Jared. Claire estaba más bien sorprendida, pues esos cambios habían empezado desde la última conversación que habían tenido ella y Neil. Audrey casi se ahoga con su café matutino, al principio pensó que era una broma, pero Shaun no sabía hacer bromas y no le gustaban tampoco.
De acuerdo.. a ver si todos escuchamos lo mismo.. estás diciendo que anoche, el gran gruñón Neil Meléndez.. nuestro jefe.. ¿te llevó a tu departamento? —comentaba Jared, observando atentamente a Shaun, quien simplemente se dedicó asentir levemente con la cabeza mientras jugaba con sus manos como siempre. ¿Y cómo es su carro? ¿se ve caro o barato? —Alex iba a continuar hablando si no fuese por que Claire le dió un pequeño golpe en la cabeza. ¡AUCH! ¡eso dolió! —se quejó con un leve puchero mientras se sobaba donde había sido golpeado. Entonces deja de hacer preguntas pendejas, anyways.. pues wow Shaun.. creo que Neil está cambiando y me alegra que te trate mejor.. —Le dedicó una gran sonrisa.
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Shaun salía de una cirugía exitosa junto con Neil, quien nuevamente le había felicitado por su gran trabajo y talento. Si sigues así Shaun, estoy seguro que serás un gran cirujano.. —Hablaba mientras se lavaba sus manos. Mh.. m-muchos piensan q-que no seré un b-buen cirujano.. porque t-tengo autismo.. —Se podía notar la tristeza y frustración en la voz del menor, muchos no confiaban en su capacidad de ser cirujano e incluso sabía que al principio Neil tampoco confiaba y le ponía retos difíciles para ponerlo a prueba. Neil no pudo evitar sentirse nuevamente culpable, pues él había sido uno de los que no creían en él, pero con el paso del tiempo eso había cambiado aunque no dijese nada hasta ahora.
Mira Shaun.. nosotros los doctores, cirujanos, enfermeros y muchos más.. no somos Dios, intentamos curar y sanar a las personas.. salvarlas pero no siempre lo vamos a lograr.. —Guardó silencio por unos momentos mientras que observó de reojo a este. En algún momento no podremos salvar a alguien.. al igual que alguna cirugía no saldrá bien.. te lo digo por experiencia.. pero eso no significa y no hace que nosotros seamos malos cirujanos o lo que sea.. y el que tú tengas autismo no es un impedimento.. úsalo a tu favor.. ves las cosas de una manera distinta.. detalles que nosotros no vemos y eso Shaun.. es una muy buena cualidad.. —Cuando terminó de hablar se quedó totalmente sorprendido de sí mismo, ¿desde cuando decía cosas así? pero al volver a mirarle pudo observar una bonita sonrisa que se le había formado a su residente.
Mu-muchas gracias Dr. Meléndez.. me s-siento mucho m-mejor.. —sonrió levemente y finalmente salió de allí, pues su corazón iba demasiado rápido y además debía de atender unos cuantos pacientes más y por fin podría irse, pues hoy salía más temprano que sus otros compañeros, pues tenía unas citas importantes a las cuales asistir.
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Finalmente había salido del hospital, primero fue a una cita que tenía en el dentista, pues siempre iba diario por el cuidado de sus dientes, pasaron las horas y luego fue al banco pues tenía que pagar algunas cosas, era un rutina algo aburrida que hacía cualquier adulto. Seguían pasando las horas y finalmente lo único que le faltaba era ir a un pequeño supermercado para comprar unas manzanas, específicamente; manzanas verdes.
