El joven Hyuga escuchaba los estruendos con fascinación, pero gracias a su habilidad no solo podía imaginar lo que en aquella otra punta del campo pasaba, sino que era capaz de verlo con bastante nitidez, un grupo numeroso de shinobis se enfrentaba en una lucha campal contra uno extremadamente poderoso, la situación no era demasiado amigable para ninguno.
—¿Deberíamos intervenir? —Sugirió el muchacho de cabello en forma de bol.
—No seas absurdo Lee, en un combate como ese sobramos, además, no tiene nada que ver con nosotros, nuestra misión está clara ¿Cómo quedo el perímetro Ten-ten? —Cuestionó cambiando el tema.
—Ha quedado fantástico, todo lo que entre en un rango de un kilómetro cuadrado caerá en alguna de mis trampas —Celebró la dama contenta.
—Perfecto, tu y yo empezaremos a darle vuelta, seguro que alguno caerá pronto, todos descansaran en la noche, nosotros los atraparemos en ese rango de tiempo —Indicó viendo que su compañero no paraba de ver hacia donde estaban los ruidos.
—¿Y yo? —Consultó Rock Lee tronando sus dedos, listo para lo que le indicaran.
—Iras en esa dirección, busca comida y agua, hay un abrevadero escondido, luego volveremos a este punto a las doce del mediodía, si todo sale bien deberíamos tener el pergamino y las provisiones para llegar hasta la torre —Mencionó confiado.
—Perfecto —Sonrió con sus dientes brillando, tomando un bolso con varios termos y unos empaques para recolectar frutos.
—Lee, una cosa más —Añadió este antes de que saliera corriendo —No te entrometas con otros grupos, por favor —Dijo, notando que este lo miro de reojo y se fue sin confirmarle nada.
—Creo que hubiese sido mejor que ustedes dos se quedaran juntos y yo recolectara —Suspiró Ten-ten casi intuyendo que su amigo se metería en problemas.
—No somos sus niñeras, estará bien, no será un prodigio, pero tiene la suficiente capacidad como para vencer a cualquier enemigo, solo espero que no se las quiera dar de héroe —Comento Neji con frustración —Vamos —Ordenó a la chica comenzando a moverse.
(...) A orillas del Rio / Por la mañana.
Desde que el sol salió el equipo diez había iniciado sus labores, primeramente, buscaron el agua y extrajeron unos cuantos pescados, prepararon una fogata sobre un risco que colindaba con el rio y procedieron a tostarlos, cuando los tuvieron listos los consumieron lo más pronto que pudieron, mientras lo hacían el joven Nara fue contando la estrategia que utilizarían, la sincronía entre los tres, era capital para obtener la victoria, después de todo se trataba de las familias unidas por generaciones de la aldea de la hoja. Cuando la comida finalmente estuvo lista dejaron atrás el miedo, el estrés o la ansiedad, eso podía existir mientras estuvieran solos, pero como grupo era imposible, se miraron a los ojos y juntaron sus percepciones.
—Formación ¡Ino! ¡Shika! ¡Cho! —Mencionaron con fuerte voz, apartándose de la fogata, dejando que siguiera ardiendo.
La hija de los Yamanaka, se escondió muy próxima, al igual que Akimichi, mientras que Nara tomo un lugar más apartado, percatándose de que varios ninjas llegaban a la zona, tomaban agua e ignoraban las brasas, quizás preocupados por una lucha o temiéndose una trampa, durante un tiempo pensó que su plan no daría resultados, pero a horas del mediodía finalmente vio los frutos. Un muchacho que cargaba consigo un recipiente con agua, no hubo comunicación entre los miembros, la dama de cabellos amarillos sonrió y mediante una rápida postura de manos apunto al sujeto.
—Técnica Ninja Cambio de Cuerpo y Mente —Expresó haciendo un arco con ambas manos, transmitiendo su consciencia al interior de la del varón, causando que su cuerpo cayera inerte en el suelo.
—Excelente, primera parte completada —Celebró Shikamaru, acercándose hasta donde yacía su amiga.
—Lo único malo es que no tiene el pergamino consigo —Habló la muchacha con decepción, registrando las cosas del cuerpo que acaba de poseer.
—Ya habíamos anticipado esto, solo tenemos que esperar —Declaró con serenidad.
Ahora solo restaba la paciencia, pero para eso el jutsu era fantástico, ya que era capaz de mantenerse todo lo que el usuario quisiera, siempre y cuando se mantuviera el cuerpo de origen lo suficientemente cerca, tras una hora empezaron a escuchar pasos que se aproximaban, hasta el rio, finalmente sus compañeros habían llegado.
—¡Isagi! —Exclamó una de ellas.
—¡Por aquí! —Indicó Ino desde el cuerpo del varón.
—¡Qué bueno verte amigo! Pensamos que te había pasado algo —Dijo la otra, ambas se veían sumamente contentas, allí notaron que eran muchachos, seguramente de su misma edad, con bandanas de la aldea de la nube, solo hasta ese momento se dieron cuenta de lo barbárico que era todo aquello.
—Cielos ¿En qué clase de mundo vivimos? —Se cuestionó Shikamaru, sabiendo que esos chicos perfectamente podrían ser asesinados por ellos si así lo quisieran.
—Oigan chicas... ¿Tienen el pergamino? —Dudó durante un momento Ino desde el cuerpo de su enemigo, siempre estaba la posibilidad de que fuera el que no le servía.
—Por supuesto, debes estar deshidratado, recuerda ya tenemos ambos —Sacaron los dos de sus mochilas.
—Lo lamento —Suspiró el varón del clan Nara, creando unos sellos —Arte Ninja, Jutsu de la Imitación de Sombras —Pronunció deteniendo a la joven que portaba ambos textos —¡Ahora Choji! —Exclamó dando la orden.
—¡Si! ¡Jutsu Multi Tamaño! —Indicó con cierto pánico juntando ambas manos y aumentando de manera masiva su masa, convirtiéndose en prácticamente una pelota humana guardando sus brazos, piernas y cabeza —¡Tanque Humano! —Con la última exhalación comenzó a rodar por el suelo impulsado por chakra, arrasando todo a su paso.
La kunoichi que se encontraba libre pego un brinco, mientras que Shikamaru hizo retroceder al otro a la misma vez que él lo hacía, ya que su técnica consistía en unificar la sombra de los usuarios acto que provocaba la parálisis del enemigo y la subsecuente acción mimética entre ambos. Isagi, siendo controlado por Ino se impulsó y empujo a su compañera cayendo ambos en el rio, mientras iban en descenso la guerrera del clan Yamanaka libero su técnica, por lo que volvió a su cuerpo. Al mismo tiempo que Choji se detenía, al borde del precipicio.
—Lo siento mucho, señorita —Se disculpó Nara con una sonrisa ladina, obligando a que la chica levantara la mano con el pergamino que necesitaban y actuando de forma idéntica, ambos hicieron el lanzamiento, mismo rollo que cayó en las manos de Ino, quien todavía se encontraba un poco mareada.
—Misión cumplida —Sonrió la muchacha sobándose ligeramente la frente, agotada por el estrés mental que una técnica como esa conllevaba.
—Desgraciados perros de la hoja —Escupió la muchacha con frustración y enojo.
—La técnica esta por desvanecerse, pero no luchare contra ustedes, les hare un favor a ti y a tu equipo —Mencionó Shikamaru, alargando un poco la conexión entra las sombras, caminando hacia atrás y metiéndose detrás del bosque. Acto seguido el joven Nara fue obligando lentamente a que la muchacha abriera el otro pergamino que poseía en su poder.
—Espera... No lo hagas —Suplicó la joven con ira.
—¿Estás seguro? —Dudó Ino con cierto temor, mientras que Choji veía la situación con pánico.
—Anko dijo que con esto era como rendirse, además me da curiosidad saber que pasa —Argumentó el muchacho intrigado.
Lo acontecido no fue demasiado sorpresivo, un sujeto de la aldea de la nube, seguramente su sensei, apareció y noqueo a la joven con un jutsu paralizante, acto seguido bajo del risco y rescato a los otros dos shinobis, salvándolos de una muerte segura, ya que ambos quedaron noqueados con la caída, este suspiro, pero cargando a los tres procedió a marcharse. Ahora sabían bien que lo que traían consigo no era una información, sino el comando de invocación de un docente.
—Sera mejor apurarnos, no sería bueno que nos ocurra lo mismo que le paso a ellos —Ordenó Shikamaru con un fuerte bostezo.
—¡Eso no nos pasaría por que contamos con el más grande genio de la hoja! —Expresó enérgica Ino, siendo segundada por las risas nerviosas de Choji.
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Naruto El Camino del Shinobi
FanfictionEn una aldea escondida entre grandes arboles y hojas danzantes, un joven porta en su interior al temible nueve colas, la imagen de sus padres y el sacrificio que hicieron. Fue mancillada por un despreocupado Hokage, ahora el muchacho deberá enfrenta...