Un Soberano Orgulloso

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(...) Villa Oculta de la Cascada / Zona Central

Tras llegar al final de la gruta, se vieron inmersos en lo que parecían ser las raíces de una gigantesca planta, los ninjas de la aldea les pidieron al equipo que los acompañaran en la subida, escalando a través de una intricada red de escaleras, hasta que finalmente llegaron a la copa, donde una gran habitación secreta se encontraba, esta parecía estar vacía pero rápidamente una chica salto hacia ellos.

— ¡Shibuki-san! —Grito con euforia la muchacha de cabello cortó agua marina y tez morena, quien llevaba una blusa larga y una falda holgada de color blanco.

— ¡Fu! —Gritaron los genins con mucha emoción, abrazando a su amiga.

—Qué bueno que estaban en la guardia fronteriza, me preocupe muchísimo por ustedes —Contesto con un rostro lleno de felicidad.

—Que gusto verte —Abrazo con una gran calma —Hiciste un buen trabajo al seguir el protocolo —Sonrió contento el jefe —Chicos, ella es Fu, nuestro jinchuriki del Nanabi —Presento el hombre, viendo como Naruto y ella compartían una mirada fija.

—Un gusto conocerte —Comento Kakashi, quien bajo la cabeza respetuosamente, al igual que Sakura y Sasuke.

— ¡Un gusto! ¡Espero que puedan ser mis amigos! —Celebro sonriente la dama.

— ¡Oigan ustedes nunca han hecho eso conmigo! —Exclamo furioso el rubio, siendo obligado a inclinarse por la mano de su sensei —Nanabi... —Repitió Uzumaki en su cabeza.

—Qué es esto que siento en el estómago ¿Ese chico también tiene un bijuu? —Se preguntó mentalmente la joven — ¡Papi! ¡Masato-san! —Ignoro el asunto para saludar a sus seres queridos.

—Me haces sentir orgulloso amor ¿Saliste lastimada? —Cuestiono con cariño el guerrero, preocupado por el estado de su hija.

—No, pero no pude ayudar a los demás... Me dijeron que en un caso así nadie era confiable —Bajo la vista con cierto miedo y tristeza.

—Fue lo correcto, ya que nos traicionaron desde adentro —Expreso Masato, acercándose a una pequeña abertura que había en la pared.

A través de ella pudo ver toda la aldea, esta estaba construida en forma de circulo alrededor de aquel gran árbol, las edificaciones, caminos y viviendas estaban ancladas sobre la laguna, lo que hacía que todo el tiempo estuvieran rodeados de agua, una multitud parecía estarse movilizando hacia su posición, por lo que el shinobi decidió ver bien que ocurría antes de avisar al equipo.

— ¿Viste quiénes están detrás de esto? —Hablo intrigado el jefe de la aldea.

—Los tiburones de agua dulce, ellos atacaron primero, Suien-san apareció con muchos de nuestros ninjas para repelerlos, pero cuando todos le hicieron caso, los traiciono, mato a los que se opusieron y tomo de rehenes a otros tantos —Conto con frenetismo y cierta ansiedad, sintiendo como su chakra se sacudía violentamente.

—Tranquila cariño, ya estamos aquí —Abrazo con amor Hisao, dándole cobijo a su hija. Naruto no pudo evitar sentir cierta envidia al ver la escena.

—Parece que Masato tenía razón después de todo —Musito Kakashi ante la revelación del enemigo — ¿Qué hacemos ahora? —Encaro el jounin a su cliente.

—No puedo decir que jamás lo sospeche, pero me parecía blasfemo cuestionarlo, especialmente ante la memoria de mi padre —Suspiro Shibuki aclarando sus ideas —No hay tiempo para entristecerse, debemos frenar esta locura —Comento con un semblante decidido.

— ¡Vengan a ver esto! —Exclamo el hombre desde la ventana entre abierta en la corteza del gran árbol.

En cuanto acudieron este la levanto un poco más para que todos lo visualizaran, en medio del poblado, a los pies del gran tronco donde ellos se encontraban, se podía ver a Suien, quien tenía frente a él a una anciana, el resto de los civiles estaban acomodados como testigos del acto. Vigilados por los tres tiburones de agua dulce.

Naruto El Camino del ShinobiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora