Sello Liberado

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(...) Cercanías de la Explosión

La joven de cabellos rosados, tenía ambos compañeros en su espalda, pero ya no le quedaban fuerzas, camino lo más rápido que pudo con ellos a cuestas, siendo perseguida por los dos asesinos del sonido, hasta que finalmente se dejó caer en el suelo, sin apenas chakra para mantenerse despierta, vio a los dos varones abalanzarse sobre ella desde una rama alta y ya no podía empuñar ni tan solo un kunai.

—¡Date por muerte perra de la hoja! —Vociferó el guerrero de cabellos negros, apuntándole con la palma de ambas manos.

—¡Remolino de la Hoja! —Fue exclamado por una segunda voz, una que salto de las ramas que tenían frente a ellos, el hombre de leotardos verdes dio dos patadas en el aire, arrojando a los dos muchachos en direcciones opuestas, mientras caía suavemente en el suelo y los miraba a los dos con el brazo levantando en señal de estar en guardia.

—¡Lee! —Gritó Haruno como si hubiese visto un ángel caído del cielo.

—¿Quién mierda eres tú? —Discutió Zaku recuperándose del golpe, escupiendo sangre a un lado de la tierra y notando que le habían volado un diente.

—La pequeña bestia verde de la hoja —Aseguró el muchacho con seguridad, mostrando una sonrisa confiada, viendo de lado los ojos tan ansiados con los que deseaba que Sakura le viera.

—Eso ya lo veremos —Preparó su amplificador Dosu, subiendo la intensidad del mismo.

—¡Yo me ocupo! —Se adelantó Abumi, levantando ambas palmas y acercándose a Rock Lee —¡Ráfagas de viento cortante! —Espetó eufórico, con la encía todavía sangrante.

—Cielos, debo protegerlos —Pensó rápidamente el muchacho, notando que bajo sus pies yacía el saliente de una rama —La primera puerta debería bastar —Suspiró sintiendo como una corriente de chakra se liberaba a través de todo su cuerpo.

La musculatura de Lee aumento rápidamente y con un solo brazo saco una gigantesca cantidad de ramas las cuales junto a toda la tierra bastaron para hacer de escudo ante las ondas que provenían de las manos del enemigo, este no pudo ver nada debido a la corriente de polvo que se expandió por todos lados. Por ende, no fue capaz de ver, como su adversario se acercó con velocidad y le metió una patada, en el abdomen, causándole un dolor tremendo y arrojándolo varios metros a lo lejos.

—Eso fue sin duda impresionante —Expresó Dosu maravillado, apuntándole con su amplificador y liberando una ráfaga sónica.

—¡Cielos! —Pensó el muchacho, dando una finta para esquivarla, notando como el arbusto al cual le pego perdió absolutamente todas las hojas, si bien estas no eran tan destructivas como las del otro adversario se veían más dañinas —No he de subestimarle... Lo siento sensei, tendré que ir por la segunda puerta —Suspiró un poco y soltó las vendas de su brazo.

—No intentes nada raro, fenómeno —Declaró el guerrero con la cara tapada, soltando varias corrientes sónicas contra él enemigo.

Con sorpresa noto como este las esquivo en un abrir y cerrar de ojos, las vibraciones se expandieron por todos lados y los arboles comenzaron a perder las hojas, causando que se creara un vendaval de vegetación que nublaba la vista, quizás fue por eso o tal vez por la velocidad, pero de pronto Lee apareció frente a él y con una patada en su cara lo mando volando por los aires, acto seguido se posiciono en su espalda, sin que este pudiera si quiera reaccionar las vendas de las manos del muchacho se expandieron a través de su cuerpo, inmovilizando sus extremidades.

—¿Qué es esto? —Dudó en su mente con un tremendo miedo, notando que caería de cabeza hacia el suelo sin poder moverse —Demonios, voy a morir —Reflexionó sudando.

Naruto El Camino del ShinobiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora