Naruto El Camino del Shinobi

Guarida de Serpientes

Nuevamente, la suerte estuvo de su lado, cuando una sombra igual de serpentina, se movió por los arboles a una gran velocidad, tomo al trio casi al mismo tiempo y se los llevo a otra rama, notando como las andanas de brisa destruyeron los árboles que impactaron, la dama que los rescato tenía una marca en el cuello que le dolía en sobre manera y que curiosamente era idéntica a la que acababan de ponerle al Uchiha.

—Sensei —Saludó agradecida la chica, notando como tenía a sus dos amigos inconscientes a su lado.

—¿Te llamas Sakura verdad? —Preguntó esta con el rostro serio, para acto seguido darle la espalda.

—Si —Aceptó temerosa.

—Bien, carga a ambos y llévatelos muy lejos —Solicitó enseguida, viendo fijamente al enemigo.

—Eso es ridículo, como si fuera a permitirlo —Opinó el oponente, arrojando una serie de serpientes que salieron de su brazo. La dama de cabellos rosado iba a gritar, pero acto seguido la mujer libero una técnica exactamente igual, los reptiles se chocaron entre sí, mordiéndose con violencia, arrancándose escamas y frenando los ataques.

—¡Muévete! —Ordenó nuevamente.

—¡De acuerdo! —Habló temerosa, haciendo fuerza para colocarse a ambos en cada hombro y comenzar la retirada.

—Te dije que no eras suficiente —Sonrió el sujeto, quien desde su otro brazo proyecto otra serpiente, la cual se dirigía directo a la espalda de la kunoichi.

La misma la hubiese atrapado, de no ser por una serie de shurikens y kunais que causaron que la bestia fuera asesinada, quedando empotrada a un tronco, mientras diez sombras se posicionaban a su alrededor, este decidió retraer la técnica de las serpientes perseguidoras, notando que la mujer hacia lo mismo, al verse rodeado no pudo hacer otra cosa que suspirar.

—Vaya, sin duda soy temido en esta villa —Carcajeó ante los enmascarados.

—Tu legado te precede, uno de los tres Sanin legendarios, aprendiz de Sandaime, el gran sabio de las serpientes y uno de los ninjas clasificación S más buscados en el libro bingo ¿Creíste que no sería capaz de reconocer tu técnica de cambia pieles? ¿O el hecho de que te conocías la hora de patrullaje de nuestras unidades? —Mencionó la mujer, sintiendo el dolor en el cuello cada vez más intenso, hasta que la marca irremediablemente comenzó a sangrar.

—Ese viejo Hiruzen no es más que una reliquia anticuada, tanto tiempo pasa y nada cambia en esta aburrida aldea, cada vez más obsoleta en comparación al resto del mundo ninja —Burló de todos los que estaban a su alrededor y de la patria a la cual servían —Pero, aun así, es sorprendente que se necesite de tanta gente para apresarme —Comentó con una risa viperina.

—Nadie aquí quiere encerrarte Orochimaru, hemos venido todos juntos a liquidarte —Amenazó el líder de la unidad, un varón de cabello largo, portando una máscara de Tigre.

Los otros nueves llevaban caretas de distintos felinos, León, Puma, Ocelote, Jaguar, Guepardo, Pantera, Leopardo, Lince y Cunaguaro, cada uno llevaba herramientas diferentes, los tres primeros espadas de distinto tamaño, los siguientes, mazo, hacha y guadaña, mientras que los últimos, cadenas con diferentes picos, el tigre cargaba consigo una lanza.

—Aunque sean una alineación formidable, notaran lo complicado que eso puede llegar a ser —Conversó mientras mostraba su alargada lengua.

—¡Equipo! —El líder con mascara de tigre puso en formación a su unidad —Atacaremos con alineación C, Anko-sama, desde abajo —Solicitó el individuo listo para el ataque.

El grupo no tenía piensos de darle cuartel al enemigo, su temible legado le precedía, por lo que a una sola voz de su líder atacaron todos al unísono. Desenfundaron sus herramientas y saltaron, sin permitirse quedar como un tonto, rápidamente libero serpientes por todas partes, eran exactamente once, las cuales salieron por debajo de sus pies tras realizar una postura de manos, eran de un tamaño formidable, casi del mismo que los troncos que le rodeaban.