Formando Equipos

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(...) Expedientes de Konoha

—¡Te digo que no puedo tomarte la foto así muchacho! —Reclamo el señor cruzado de brazos.

—Por favor amigo... Quiero que mi retrato sea completamente único, estas viendo al que se acabara convirtiendo en Hokage —Afirmo el rubio alzando el dedo pulgar.

—Que rayos, con quince años y con esas fantasías, escucho eso todo el tiempo cuando vienen niños de cinco, pero esto ya es ridículo —Suspiro el señor recordando la expresión de Yondaime cuando se hizo su fotografía —De acuerdo chico, solo por respeto a Minato-sama te hare caso, pero si te regañan no es mi problema —Expreso el hombre preparado para capturar la imagen.

—¡Así se habla! —Exclamo Uzumaki con una sonrisa de oreja a oreja, preparando su pose.

(...) Oficina del Hokage / Poco tiempo después.

Rodeados por un silencio incomodo, Iruka, Kakashi y Hiruzen veían al muchacho con una expresión de molestia. El joven se tomo su foto de registro como genin con la cara y mano, maquillada de color blanco con tribales rojos, el primero de ellos le dio un fuerte coscorrón mientras que el otro intentaba disculparse con el tercero.

—Ya que, la dejaremos así por los momentos, podrá corregirla cuando se haga chunnin —Hablo el anciano botando humo por su boca.

—Gracias Sandaime, lamento las molestias —Musito el maestro mirando a Hatake, quien volteo hacia la puerta.

—"¡Joven maestro deténgase!" —Se escucho claramente proviniendo del pasillo.

El rubio volteo y observo como un pequeño niño de tan solo ocho años, abría la puerta de golpe sosteniendo un shuriken. Este cargaba ropajes algo modestos, de colores amarillos y azules, junto con una larga bufanda, parecía ir directo contra el jefe de la aldea, pero en medio de su trote se enredo en la tela que llevaba y cayo de cara contra el piso.

—Konohamaru... ¿No te he dicho que dejes de entrar sin permiso en mi oficina? —Comento Hiruzen con recelo.

—No puedo evitarlo, debo derrotarte y convertirme en Hokage —Hablo con total seguridad, notando como Naruto estallaba en carcajadas —¡Y tu de que te ríes gamberro!

—¡Que dijiste mequetrefe! —Grito Uzumaki corriendo contra el chico y levantándolo por el cuello.

—¡Como te atre---! —El hombre que estaba tras el niñito intento ir contra Naruto, pero Kakashi se metió en el medio.

—Si no sabes controlar a tus estudiantes, no le reclames Ebisu —Afirmo Hatake con un rostro terrorífico.

—¡Yo que tu no lo haría! ¡Es el nieto del tercer Hokage! ¡El mejor candidato a ser su sucesor! —Expreso el shinobi, intentando intimidarlo.

—Si, ahora me soltara y se disculpara como todos los demás —Pensó con orgullo el chiquillo.

—¡Me importa una mierda! —Exclamo el rubio metiéndole un coscorrón en la cabeza.

—¡Naruto! —Regaño Iruka ante la actitud del joven.

—Bueno el registro ya está hecho ¡Nos vemos luego en clase sensei! —Hablo con malicia el chico zorro, desapareciendo al momento.

—Que muchachos más problemáticos —Bajo su sombrero Sandaime sacándose un momento la pipa de la boca.

—No lo puedo creer... Un momento... Él fue quien derroto a Mizuki el traidor —Susurro para sí mismo el niño, quien esbozo una sonrisa y salió corriendo tras el ninja.

—¡Joven maestro deténgase! ¡Lo siento mucho Hokage-sama! —Aclaro Ebisu persiguiendo al niñito.

—Kakashi-san, Hiruzen-san, esperaba que el propio Naruto se quedara para conversar respecto a este tema... Pero hay algo que quiero pedirles a ambos —El hombre guardo un profundo silencio, ganándose la atención de ambos —Deseo hacerme cargo de Naruto, quiero adoptarlo oficialmente —Ante semejante comentario, ambos se quedaron en total asombro.

Naruto El Camino del ShinobiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora