Declaración

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(...) Rio Adyacente / Bosque de la Muerte. 

El humo de su fogata se perdía entre los rayos del sol que cubrían el claro en el cual se encontraban, la misma había sido encendida con la técnica de fuego del azabache y servía para darle cocción a los pescados que sacaron de la rivera, no deseaban que se tostaran demasiado y no tenían especies con las cuales darles un mejor sabor, por lo que el hambre bastaría para que fueran consumidos como un manjar.

—Han pasado días desde que la prueba dio inicio —Comentó el Uchiha dándole varios bocados a su alimento.

—Ya únicamente nos queda este para conseguir el pergamino que nos falta, si mañana por la mañana no estamos en la torre con ambos... —Pronunció Sakura haciendo lo posible por no rechazar el alimento que entraba en su boca, en comparación, las bayas que Lee le llevo no estaban tan malas.

—¿Qué pasara? —Dudó Uzumaki un tanto confundido, disfrutando la comida como si fuera un platillo espectacular.

—Seremos descalificados idiota, perdimos demasiado tiempo... Todo por culpa de ese bastardo —El solo recordarlo, causaba que su cuello comenzara a dolerle, los ojos serpentinos de ese monstruo seguían causándole una fascinación y miedo a partes iguales.

—Eso no importa chicos ¿Están asustados? Somos tan fuertes que derrotaremos a cualquier equipo que se nos ponga enfrente —Comentó el rubio con optimismo.

—Precisamente esa es la cosa que me preocupa ¿Y si ya no quedan equipos? —Cuestionó el varón a su amigo.

—Sasuke tiene razón, estamos en el último día de la prueba, muchos, sobre todo los expertos, ya habrán llegado a la torre y recordemos que la cantidad de pergaminos era sumamente limitada, aparte los débiles puede que ya cayeran en mano de los fuertes o de los miles de peligros que existen en este bosque infernal, sinceramente... Ya no sé si podamos lograrlo —Suspiró con fatiga Haruno, estaba harta de todo el asunto, recordaba con especial cariño la cama que la esperaba en su casa, nunca se había expuesto a algo como aquello.

—¡Escúchenme bien! —Exclamó con tanta fuerza el joven que una espina se le tranco en la garganta, tras toser un poco para poder librarse de ella carraspeo su tráquea y continúo hablando —Tuvimos que luchar contra un tipo mitad hombre y mitad serpiente, fui tragado, escupido, golpeado y me desmayé, ustedes también han pasado por cosas horribles ¿Nos vamos a rendir ahora? Al carajo —Finalizo con el pescado que le quedaba y tomo una última brocheta entre sus manos, mientras la mordía para poder hacer varios sellos —¡Tajuu Kage Bunshin no Jutsu! —Exclamó haciendo que cientos de clones aparecieran al instante.

—¿Qué estás haciendo idiota? Aun no te recuperas de tus heridas —Mencionó el Uchiha sorprendido por los ánimos de su colega.

—Habla por ti debilucho —Comentó dándole una mordida a su comida —Volveré en cuanto consiga a alguien a quien podamos patearle el culo para tomar su pergamino, si no es que se lo arrebato yo mismo —Afirmó convencido, corriendo por todo el bosque con todas las réplicas.

Durante un rato se sentaron los dos a comer, escuchando como en los alrededores los árboles se movían ante el balanceo de los diferentes clones esparciéndose por todos lados, cuando estuvieron lo suficientemente lejos el ruido se detuvo, mientras que ellos continuaban tragando y tomando un poco de agua para refrescarse, era el primer momento tranquilo que tenían en días.

—Ese loco... En verdad que tiene un espíritu incomparable —Sonrió el azabache ante semejante despliegue.

—Sin duda estaba equivocada con él —Susurró Haruno sentándose nuevamente.

—¿Con respecto a qué? —Consultó el muchacho colocándose a su lado.

—A la estupidez que dije cuando recientemente nos volvimos un equipo —Suspiró en un tono de vergüenza.

Naruto El Camino del ShinobiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora