El Clan Inuzuka

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(...) Arena de Combate / Preliminares

El equipo medico no tardo en llegar, el joven del clan Inuzuka tenía la nariz fracturada, parte del mentón y la frente con serios daños, sin embargo, su situación no era critica, después de un buen tratamiento estaría como nuevo, por culpa de las píldoras del soldado, el muchacho recupero la consciencia muy deprisa, solo para notar que se encontraba en la camilla y lo sacaban del escenario como a un perdedor, cuando volteo a la derecha pudo observar una chica que se le acercaba con un frasco en la mano.

—Esperen un momento, creo que esto puede serles útil —Ofreció la muchacha con amabilidad —Es un ungüento especial de hierbas medicinales del clan Hyuga, es muy difícil de conseguir y costoso, especialmente creado para recuperación rápida —Explicó de manera detallada al personal médico.

—No lo quiero Hinata, gracias —Lo rechazó el varón con carácter.

—Deja de ser testarudo, te ayudara mucho —Expresó de forma cordial.

—¡Ya dije que no! ¿Qué te importa de todas maneras? Tu decidiste apoyarlo a él... Ahora entiendo porque nunca aceptaste una salida conmigo —Reprochó sintiendo como sus dolores se intensificaban.

—Lo siento, debemos irnos —Mencionaron los enfermeros con urgencia.

—Esperen... Si tengo algo que decirte, si te llega a tocar con el chico de la arena ni siquiera lo pienses, retírate inmediatamente, pero, si te toca contra Neji, también ríndete, cualquiera de los dos buscara matarte —Habló con un tono preocupado, incluso pese a lo ocurrido, seguía teniéndole gran aprecio a la dama.

Mientras iba camino a la enfermería simplemente perdió el conocimiento, no podía creer que el muchacho al que tan solo hacia pocos meses era incapaz de transformarse en nada útil ahora le hubiese derrotado, casi parecía inaudito, ni siquiera en su subconsciente estaba tranquilo, pues revivió varias veces su derrota, hasta que una voz familiar lo despertó de su letargo.

—¡Kiba! —Gritó provocando que abriera los ojos de par en par.

—¿Qué? —Preguntó con un dolor tremendo y con dificultades para moverse.

—Mírate nada más, pareces un culo al que se le quedan pegado trozos de papel higiénico —Carcajeó de forma áspera la madre del shinobi.

—Ya basta, este no es el lugar —Indicó otra voz mucho más seria, quien a su vez revisaba las heridas del perro.

—Siempre tan linda madre ¿Qué haces aquí? —Dudó al notar a la joven que se encargaba de su mascota.

—Nos llamaron en cuanto Akamaru llego, sabes que solo nosotros estamos capacitados para hacernos cargo de los animales de esta villa —Explicó la progenitora.

—Es patético que te derrotaran a ti y a ese estúpido gato de hocico largo —Un tono grueso resonó en la habitación. El cual venia de un perro grande de pelaje azul y blanco, que tenia un parche en el ojo.

—Fue mi culpa, el no tuvo nada que ver, lucho excelente ¿Cómo se encuentra? —Preguntó a la mujer que lo atendía.

—Sorprendentemente bien, se le ha roto un colmillo, pero le volverá a crecer enseguida, fue noqueado por un golpe seco, tu enemigo debió ser sorprendente —Elogió la chica con un suspiro.

—Es lo que mas me revienta, fue Naruto —Al decir aquello su madre comenzó a reírse junto al perro.

—Ya basta los dos, ese chico es el hijo de Yondaime y el jinchuriki del kyubi, mi hermano dio una buena pelea —Defendió la señorita con obstinación.

—¡Y una mierda! Conozco a Kiba, perdió por tonto, puede que el sea un adversario temible, pero no se compara al poder de nuestro clan, solo te diré algo, ese muchacho acabara convirtiéndose en un guerrero formidable y puede que incluso tome el manto de Hokage, debido a que Hana se ha dedicado a la rama veterinaria de nuestro clan tu asumirás mi lugar como líder militar, pero te advierto ¡No aceptaremos a un dúo de debiluchos! Por lo que espero que no vuelvas a decepcionarnos de esa forma —Comentó de forma detallada la dama, notando que el muchacho miraba a otro lado —¿¡Quedo claro!? —Consultó mientras su perro ladraba con ferocidad.

—¡Si jefa! —Contestó con una profunda impotencia.

—Perfecto, te encargo a estos dos despojos Hana —Aclaró la dama marchándose.

—Si madre —Aceptó mientras la mujer salía de la habitación —Lamento mucho eso —Indicó la señorita con amabilidad.

—No tienes que defenderme, además ella tiene razón —Balbuceó el varón con tristeza —Yo... Yo fui quien golpeo a Akamaru, no me di cuenta y... Dudé de mi olfato —Replicó mientras una lagrima salía de su ojo.

—Descuida —Con tranquilidad la chica le dio un abrazo cálido —Te dije, su colmillo volverá a crecer, pero si te digo algo tonto, jamás dudes de tu olfato, somos el clan Inuzuka, si no confiamos en nuestro sabueso ¿En quien mas podremos confiar? En el campo de batalla no somos dos guerreros independientes, sino un solo super guerrero ¿Te quedo claro? —Contó con una sonrisa.

—Cielos Hana ¿De donde sacaste toda esa dulzura? —Consultó correspondiendo con dificultades el abrazo.

—Por supuesto que de papá —Alegó con felicidad.

—Me encantaría haberlo conocido ¿Por qué habrá tenido que huir ese cobarde? —Suspiró con rabia el varón.

—Me gustaría saberlo en algún momento, quizás algún día lo sepamos —Intento consolar a su hermano, el cual siempre guardaba un profundo rencor hacia esa figura.

—Sabes, aun con todo... Estoy feliz por Naruto, el realmente lo ha pasado como la mierda y me alegra que al menos ahora, parece que ha encontrado su camino —Meditó un instante recordando como este lo vio con un fuego tan intenso que era difícil de explicar —Puede que lo que dice madre sea cierto y el muy condenado se vuelva el Hokage —Aceptó casi a regañadientes, sobrepasado por todo lo que le había ocurrido.

—Ahora descansen, ambos deben recuperarse —Afirmó la chica con seriedad.

—Akamaru... No podemos quedarnos atrás, le demostraremos a todos de lo que estamos hechos —Pensó viendo detenidamente a su perro, quien lo miro de reojo y solicito con un ladrido que lo acercaran a su amo, cuanta lealtad, pese a lo que había acontecido, no le guardaba ningún tipo de rencor.

—Eso es lo que es el clan Inuzuka, no lo olvides —Declaró Hana justo antes de retirarse, dejando a su familiar reflexionando sobre su derrota. 

Naruto El Camino del ShinobiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora