CAPÍTULO 2: LISA

226 20 0
                                    

Jisoo va al salón de castigos al final de la jornada a recoger a su mejor amiga en apuros. Lleva una sonrisa malvada en el rostro, más una carcajada cuando ve la cara de enojo de la otra.

—Eres una hija de puta, Jisoo. Lo que haría una amiga sería acompañarme en mi desgracia.

—No con Bennett, ya tengo muchas faltas.

—No sirves —le suelta un golpe—, fuiste tú la que me aventó a la boca del lobo.

—También te amo, mon amour.

—Esa nerd me las va a pagar.

—Te cuento que me la encuentro casi todo el tiempo, así que para tu tranquilidad hoy no la dejé en paz ni un segundo.

—Eres la mejor amiga del mundo.

—Para eso estamos.

El cielo yace un tanto despejado después de aquella tormenta que por un momento pareció no detenerse. Las calles lucen desoladas camino a casa de Jennie, cuyo estado de ánimo combina a la perfección con el cielo gris de la tarde.

—¿Qué tal tu primer día de clase? —pregunta su madre con alegría mientras prepara algo de comer.

—Una mierda.

—¡Esa boca!

—¡Lo fue mamá!, ¡fue una mierda total y apenas es el primer día!

—Eso te pasa por no esperarme.

Su hermano entra en el momento justo para molestarla revolviendo su cabello. Logra que la chica se moleste aún más.

—¡Déjame en paz! Obvio no te iba a esperar porque tardas siglos y te importa un carajo la universidad.

—Eso no es cierto.

—¿Todo bien contigo? —pregunta su madre recuperando la sonrisa de antes.

—Me inscribí en clases de música.

—¡Fantástico!, ¿sí te queda tiempo?

—En las tardes, justo voy saliendo para allá. ¿Hay algo de comer?

—En seguida te empaco algo.

Suga saca la lengua a su hermana y va por su Cello a su cuarto.

Los mellizos se llevan solo unos minutos. A Jennie le gusta sacar a relucir que ella nació primero (equis de). Suga estudia negocios internacionales para hacerse cargo de la empresa de su papá algún día, aunque también comparte el gusto por el arte como su hermana, el suyo más de carácter musical. Se llevan bien ambos pero a veces es un fastidio, por eso la chica prefiere encerrarse en su cuarto a pintar, justo como hace enseguida.

La pintura para Jennie lo es todo. Más ahora que empieza una nueva vida. Le inspira tranquilidad y es el escape perfecto de la realidad, aunque la insistencia de alguien al teléfono intente en vano robarle cada momento de paz que ha adquirido desde que llegó.

Sumergida en su música y la maravillosa obra de arte que está por terminar; con nada más que la lámpara de su mesa de noche iluminándola, no se percata del ruido insistente en su ventanal hasta que una figura se pone frente a ella quitándole los audífonos de golpe.

—¡Por amor a Dios, llevo un buen rato tocándote la maldita ventana!

¿Pero qué hace ella ahí?

—¡¿Qué haces en mi habitación?! —exclama indignada.

—No grites, vas a despertar a los vecinos —calla—. ¡Ah espera! Ya lo hiciste, porque de lo contrario no estaría yo aquí.

—¿Qué rayos está pasando?, ¿qué haces aquí?

—Supongo que me recuerdas.

—Manobar.

—¿Me viste cara de borracha? No. Manobal con "L", soy Lisa —ríe, pero a la otra chica no le hace gracia.

—Y resulta que fuiste enviada a embriagarme con tus encantos hasta caer rendida a tus pies.

—No me molestaría embriagarte un poco para que se te quite lo nerd aburrida, y para que caigas a mis pies será solo cuestión de tiempo, pero eso no importa ahora, mi intención es hacerte pagar por unas cuantas cosas. Como por ejemplo, el hecho de que me desafiaras delante de todos e hicieras que me enviaran a detención para que me castiguen.

—Eso te lo buscaste tú misma.

—Tu nombre.

—¿Qué quieres?

—Primero tu nombre.

—Soy Jennie Ruby Jane —contesta sin más.

—Jenn.

—Para ti Jennie.

—Jenn, tu nombre es muy largo.

—Vete al diablo.

—¿Acaso no te gusta tu nombre?

—Por tercera vez, ¿qué es lo que quieres?

—Gruñona.

—No lo soy.

—¿Tienes algún problema con el mundo? Parece que siempre estás de mal humor.

—No te importa. Por cuarta vez, ¿qué es lo que quieres?

—Tu lámpara de noche me molesta —señala.

—¿Eres una bravucona acaso? Porque pareces.

—No lo soy, solo que nadie se mete conmigo —expresa con suficiencia—, excepto Im, aunque ella sí me cae bien. Respecto a la lámpara, ¿vas a apagarla o la moverás de lugar?

—Ninguna de las dos y no vuelvas a meterte en mi cuarto o llamaré a la policía.

—Tal parece que aquí la bravucona es otra, además de nerd.

—Por segunda vez, vete al diablo —repite irritada—, tengo cosas que hacer.

—¿Qué cosas?

—Estudiar y ponerme al día, cosa que por lo visto tú no haces.

—¿Quién dice que no estudio?

—Tu ropa de chica mala.

—Mi ropa está cool, no te metas con ella.

—Vete. Por tercera vez.

Lisa levanta una ceja hacia ella, e ignorando por completo sus quejas, va hasta la lámpara y ella misma la apaga dejando el cuarto a oscuras.

—¡Enciéndela!

—¿Acaso te da miedo la oscuridad?

—Voy a gritar, mi madre vendrá y te sacará a patadas de aquí.

—Sácame tú.

La acorrala contra el escritorio respirando muy cerca de su cara. De los nervios por su acción, Jennie tira accidentalmente uno de los botes de pintura sobre el alfombrado.

—¡Quítate! —la aparta y va a encender la luz principal—. ¡Mira nada más!, ¡mira nada más! Mi madre me matará.

—Sale con agua y jabón, deja el drama.

—¡Vete ahora mismo de aquí!

—Por hoy te dejaré en paz. Mantén esa lámpara lejos de mi vista y todo irá bien.

—No me dejaré intimidar por ti.

—Hasta luego, nerd.

Jennie no se explica cómo Lisa salta desde un balcón al otro sin romperse el cuello; es un segundo piso y al menos dos metros de distancia, pero no tiene tiempo para pensar en eso, pues la mancha creciente de amarillo en el alfombrado le importa más.

Va por los más fuertes y eficientes botes de jabón y quita manchas de su mamá y se pone a limpiar. Ahí le dan las cuatro de la madrugada solo quedándole dos horas de descanso para levantarse a su segundo día de clases. Está cansada y de mal humor. En lo único en lo que piensa es en que si Lisa no ha llegado para hacerle pagar todas las cosas malas en su vida, ella sí le hará pagar las suyas bien caro.

EN NOMBRE DEL AMOR // JENLISA // (JENNIE+LISA BLACKPINK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora