EN NOMBRE DEL AMOR // JENLISA // (JENNIE+LISA BLACKPINK)

CAPÍTULO 7: CONFUSIONES

Todo ocurre en cámara lenta. Segundos después, es Jisoo la que reacciona del asombro.

—¡Mataste a mi amiga!

Aparta a Sander de un empujón levantando la puerta como puede. Lisa se pone de pie sobándose la cabeza por el golpe.

—¿Ese era el maravilloso truco para abrirla? —dice molesta—. Bien podía hacerlo yo desde adentro.

—¿Estás bien? —pregunta Sander a Jennie con una risa escapándosele.

—Quiero irme de aquí ya —dice medio ida.

—Por primera vez en la vida concuerdo con la nerd, voy por mi moto.

—En tu moto no podemos ir las tres —dice Jisoo.

—Además, bebiste, ni loca me subo en esa cosa.

Lisa pone los ojos en blanco y se va hacia donde están Kai y los demás, susurra algo en su oído y el chico se pone de pie hacia la salida.

—Parece que iremos en el auto de Kai.

—Me duele todo el cuerpo —se queja Jennie.

—En un rato estarás en casa.

La artista se detiene en seco dándose cuenta...

—¡A mi casa no puedo llegar en estas condiciones!

—¿Te regaña tu mami?

—Jisoo, mira cómo estoy, parezco un zombi recién resucitado.

—Es lo que yo siempre le digo —comenta Lisa entre risas cuando las ve salir.

—¡Cómete una mierda Manobal!

—Pues quédate en casa de Lisa.

—¡Ni loca!

—¡Ni loca!

Ambas se miran con enojo al hablar al tiempo.

Kai se sube al lado del conductor, antes de que Lisa o Jennie lleguen al asiento del copiloto, Jisoo ya está sentada sacándoles la lengua y el dedo corazón por lentas.

Las dos chicas se miran con enojo otra vez y se suben en la parte de atrás sin dirigirse ni una mirada.

—Hay mucha tensión aquí —comenta Jisoo con gracia—, y qué pena que no sea sexual.

—¿Pasa algo? —pregunta Kai confundido.

—¿Kai, bebiste?

—No, querida, me tatué hace poco, te prometo que estoy sobrio.

—La nerd cree que nos mataremos camino a casa.

Todos ríen.

—No te preocupes, preciosa, aunque no lo parezca soy más responsable que este par de locas.

Jisoo va concentrada en el camino recibiendo el aire de la carretera; va embelesada jugueteando con el viento, cuando unos quejidos en la parte de atrás la sacan de su ensimismamiento, se trata de Lisa, voltea a verla reprimiendo una carcajada.

—Ni se te ocurra decir una palabra —amenaza.

—No diré nada —saca su teléfono—, pero no significa que no haré una foto del momento.

El cuerpo de Lisa está atrapado por una adormilada Jennie, quien envuelve sus brazos alrededor de su torso con la cara enterrada en su cuello. La pelicorta intenta moverla disimuladamente, pero ella sigue aferrada a su cuerpo como si de una cómoda almohada se tratase.

—No seas tan hija de puta, déjala que duerma.

—Te aprovechas porque tengo las manos atrapadas y no te puedo agarrar a golpes.