EN NOMBRE DEL AMOR // JENLISA // (JENNIE+LISA BLACKPINK)

CAPÍTULO 39: MI VERSIÓN DE TODO

Aproximadamente a las seis de la mañana, al tiempo que Chaewon llega a casa de los Manobal, Lisa está abriendo la puerta de entrada. Jennie se quedó a dormir para cuidar mejor del pequeño Jacob. No fue fácil convencer a sus padres, la señora Kim insistió en que estaba castigada, y su padre en que no sería buena idea por su previa conversación; sin embargo, terminaron aceptando sabiendo que solo se trataba de un favor para la enfermera; tampoco quería llevárselo a su casa, se sentía mejor en otro ambiente para distraerse, y la casa de Lisa era el lugar perfecto, al menos sin ella.

—¿Lisa, dónde estabas? Te estuve llamando toda la... ¿Qué te pasó?

—¿Está bien mi mamá?

—¿Estás bien tú?

—Contéstame, Chaewon —pregunta asustada.

—Salió de peligro esta madrugada, está bien, ¿dónde estuviste?

—Lo que importa es que mamá está bien.

Jennie baja las escaleras adormilada; al ver a Lisa golpeada, va hacia ella para revisarla.

—¿Qué te pasó? —pregunta preocupada.

—No es nada.

Chaewon se retira hacia el cuarto donde está su hijo, haciéndole señas a Jennie de que las dejará a solas para que hablen.

—¡Por Dios, Lisa, mírate!

—Necesito hablar contigo ahora mismo.

—Déjame ir por el botiquín para limpiarte.

—No necesito el botiquín —la detiene—, necesito que me escuches lo que te voy a decir, antes de que sea demasiado tarde.

Jennie sabe de lo que Lisa le hablará, y quiere con todas sus fuerzas decirle que no la quiere escuchar, ir por sus cosas y volver a su casa; pero al ver su semblante y esa mirada de súplica, se conmueve.

—Hay algo que tienes que saber —comienza Lisa—. Sobre la apuesta, sobre Irene, sobre todo.

—Todo lo que necesitaba saber me lo ha dicho Kai.

—No es justo que escuches su versión basada en la venganza y la rabia, por encima de la mía.

—¿Y en qué se basa la tuya, Lisa?; ¿en el engaño?; ¿en las mentiras?

—Escúchame, todo lo que te dije en el despacho de mi padre fue mentira.

—¿Qué parte exactamente? —pregunta dolida—. Dijiste tantas cosas que me olvidé.

—Que fue a propósito, que no te amo, olvida por favor todo lo que te dije ese día.

—¡¿Cómo carajo me pides que lo olvide?! Lo tengo tatuado en el corazón y ya no se borrará nunca.

—Perdóname, tuve que decirte esas cosas o Kai...

—Lisa, no me interesa ya lo que te haya dicho Kai o quien sea, eso no borra que la decisión de hacerme daño y seguir con las mentiras siempre fue y ha sido tuya. Yo ya pagué tu precio, deberías estar feliz de que te salvé el culo.

—¡Pues no lo estoy! Me siento terrible por lo que te hice, por eso necesito explicártelo.

—No quiero que me expliques, me tengo que ir.

Lisa corre hacia la puerta y se pone delante.

—No sigas con esto, déjame.

—Sí sigo, te voy a contar todo, y si al final de la historia quieres seguir odiándome y marcharte, no te detendré, pero primero voy a contarte todo lo que has ansiado saber desde que nos conocimos.