EN NOMBRE DEL AMOR // JENLISA // (JENNIE+LISA BLACKPINK)

CAPÍTULO 50: CASTIGOS

Rosé está en un rincón de la habitación intentando inyectarse de una jeringa que Lisa de inmediato arrebata de sus manos, sin hacer caso de las protestas de la chica.

—¡¿Qué carajos, Rosé?!

—Devuélveme eso.

—Nada, se supone que estás aquí para cambiar.

—Soy un caso perdido, Lisa, no tengo salvación.

—Si una basura de ser humano como yo la tiene, tú también.

—No eres eso, Lisa, presta atención a todo lo que tienes —se pone de pie con lágrimas—; tienes a tus amigas y a tu novia que se preocupan por ti, que te aman, eres una pianista talentosa, tienes una carrera. Yo no tengo nada, no valgo nada.

—¿Qué hay de Eric y tus amigos del parque?

—Son unos drogadictos, Lisa, y a Eric ya ni le importo, ni siquiera me ha visitado hoy que es mi cumpleaños.

—Cumples años el 31 de octubre y te llamas Rosé, más bruja no puedes ser.

—¡Púdrete y devuélveme eso!

Lisa siente algo de pena por Rosé, no puede evitar comparar sus situaciones y llegar a la conclusión de que la suya no es nada al lado de la de ella, que no tiene derecho siquiera a quejarse cuando a su vida ha llegado alguien que no tiene a nadie en quien apoyarse.

Se siente agradecida porque a pesar de ser una mierda a veces, casi la mayoría del tiempo, Jisoo, Jennie y hasta Nayeon, incluso Chaewon no se han alejado de ella y la siguen queriendo.

—Devuélvemela, por favor —pide de nuevo.

—Que no, Rosé, la voy a tirar.

—La necesito.

—No, no la necesitas, un paso más y llamaré a la enfermera.

—La quieres para ti, admítelo.

La heroína es una droga derivada del opio elaborada a partir de la morfina. Sus efectos más comunes, son la euforia, aumento del ritmo cardíaco y sueño; la historia de Lisa con esta sustancia, no es tan compleja como probablemente se cree. El plan de Hunter no solo consistía en la venganza por la muerte de su hermana, sino también en hundir a Lisa de todas las maneras posibles, y se le ocurrió, que volverla una adicta con la excusa de que olvidara todos sus problemas a través de ellas, era una buena idea.

Observando la jeringa en sus manos, recuerda las sensaciones que le provocan y un escalofrío la recorre toda. De verdad Kai en lo único en que tuvo razón, fue en que meterse eso la hacía olvidar de todo, pero no en un buen sentido; tal vez sí la alejaba de la realidad, pero las alucinaciones, los efectos físicos y las pesadillas se hacían mucho peores con el paso del tiempo.

—¿Cómo carajo metiste esta mierda aquí?

—No me la metí por el culo, si es en lo que estás pensando, te dije que conozco este lugar como la palma de mi mano.

—Ya, pues deja de meter estas cosas aquí, no está bien en un lugar donde hay tantas personas adictas a esto.

—¿Cómo tú?

La ansiedad en el cuerpo de Lisa empieza a manifestarse más notoriamente.

—No se lo diré a nadie, ven.

—Aléjate de mí —la empuja.

Una de las internas del lugar interrumpe su forcejeo. Al separarlas, nota la jeringa en la mano de Lisa y de inmediato la reporta. Rosé intenta impedir que se la lleven diciendo que es su culpa, y Lisa, como no quiere que echen a Rosé de nuevo del lugar, se culpa también; al final se las llevan a ambas a hablar con la directora del hospital.