EN NOMBRE DEL AMOR // JENLISA // (JENNIE+LISA BLACKPINK)

CAPÍTULO 34: EL ENEMIGO CERCA

Las cosas con Jisoo mejoran con el tiempo, gracias a que Haein la motiva a seguir pasando tiempo con sus amigas; a veces lo incluyen en sus planes, aunque se incomode un poco por estar entre chicas. Igual, ser novio de Jisoo ya significa incomodarse por sus bromas y comentarios la mayoría del tiempo.

Se acerca la navidad, una de las fechas favoritas de Jennie y una de las más difíciles para Lisa. Estar más afectada que de costumbre por la situación de su mamá, es algo normal en la chica para estas fechas; por lo que entre su novia y Chaewon, se encargan de adornar su casa con todo lo que la señora Giselle guarda en su sótano.

Jennie acepta la condición de Lisa de no celebrar la navidad, pero sí el año nuevo, aunque eso no la cohíbe de preparar galletas y chocolate en noche buena para comer sentadas en el balcón; ni de comprarle una camiseta que quiere que use especialmente en fin de año.

—¿En qué quedamos con lo de la ropa, Kim?

—¡Por favor! —hace un puchero—, es solo una camiseta, si quieres luego la usas para limpiar la encimera o la guardas en tu clóset para siempre, pero quiero que la uses ese día.

—Está bien, prometo que la usaré —la besa—, Pero no más prendas, contaminas.

—¡Sí señora!

—¿Qué voy a hacer contigo?

—Amarme mucho, solo eso pido.

—Ya lo hago —la besa de nuevo—. ¿Me acompañas a ver a mamá?

Jennie se sorprende por la petición de su novia, pero no objeta, siente que es un paso muy grande en su relación con Lisa que comparta la sensibilidad de un momento con su madre, así que se limita a estar cerca de ella para acompañarla.

La señora Manobal permanece en su posición habitual sobre la cama, acompañada del sonido de las máquinas que la mantienen con vida.

—Feliz navidad, mami —se acerca a tomar su mano. Jennie observa desde la puerta—. Son pasadas las dos, ¿recuerdas cuando tenía siete años y encontré los regalos de Santa en la parte de arriba de tu clóset? —ríe entre lágrimas—; no te quedó de otra que decirme la verdad.

Lisa invita a Jennie con la mirada a que se acerque a su lado en la cama de su madre.

—Jenn, esta es mi madre —sonríe—. Se llama Giselle, ¿verdad que es un nombre muy bonito?

—Hermoso.

—Mami, ella es Jennie, la vecina, ¿la recuerdas? Es la chica de la foto.

—¿Cómo que la chica de la foto?

—Mamá ya te conoce, le he hablado de ti —sonríe tímida—. Es mi novia por fin, seguí tu consejo y se lo pedí, ahora puedo amarla gracias a ti.

Jennie se extraña por sus palabras sintiendo la enorme ansiedad de preguntar, pero espera paciente.

—El día que te dije que te quería, hablé con mamá —la observa con intensidad—. No sabía qué hacer contigo, las voces me estaban ganando la batalla, los muros a mí alrededor se estaban cerrando sin dejarme respirar, y entonces mamá apretó mi mano —llora—. Solo eso hizo falta para darme la valentía que necesitaba para decirte lo que sentía. A partir de ese día decidí cambiar por ti y para ti, y no sabes cuánto me ha costado, pero vale la pena... tú vales la pena.

—Lisa ...

—Te amo más que a mi propia vida, quiero que seas consciente de ello y que lo recuerdes cuando sientas que me odias.