CAPÍTULO 53: LOS MONSTRUOS DE MI REALIDAD

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Lisa está sin pronunciar palabra por al menos tres días; se levanta muy temprano y desaparece, nadie sabe a dónde va, vuelve tarde a dormir, y así todos los días, Rosé está preocupada. Una mañana la rubia la sigue hasta la azotea del hospital y teme lo peor, aunque Lisa lo único que hace es sentarse sobre los contenedores de aire acondicionado a admirar la vista en silencio.

Rosé no sabe ya qué más hacer para persuadir a Lisa de que le cuente lo que le pasa, lo que siente; se le ocurre escabullirse en la oficina de la directora Jeon Somi con el fin de encontrar en el expediente de Lisa, un teléfono de contacto para avisar a alguna de sus amigas.

¿Aquí conmigo, allá con quién?

¿Eres Jisoo?

Depende de quién pregunte.

Soy Rosé.

Entonces si soy dice coqueta.

Oye, tienes que venir a ver a Lisa.

¿Le pasó algo a mi amiga? pregunta alarmada.

Si, no... Es extraño, tú, Picasso o la hippie tienen que venir a verla pronto porque yo ya no sé qué hacer con ella.

¿Qué le pasó a Lisa, Rosé?

No sé explicarte, es decir, está bien pero no está bien.

¿Qué te inyectaste, puta? No entiendo lo que me dices.

Ven al hospital y velo con tus propios ojos cuelga.

Jisoo llega esa tarde en menos de lo que canta un gallo y Rosé ya la está esperando en el jardín. No hay saludos ni nada, la rubia toma del brazo arrastrándola hasta la azotea del hospital, donde encuentran a Lisa en la misma posición de siempre, solo observando el paisaje.

¿Lisa? llama Jisoo.

La pianista voltea a verla todavía en silencio y vuelve la mirada de nuevo. Rosé empuja a Jisoo aún más cerca, y esta se acerca con sigilo; como con miedo de que cualquier paso en falso haga que su amiga salte al vacío.

Lisa, sabes que le tengo pavor a las alturas, no me hagas subir ahí.

Lisa voltea a ver de nuevo a su amiga sin mover un músculo.

Con todo el miedo del mundo, Jisoo trepa la pequeña escalera a un lado del contenedor llegando hasta su amiga y se sienta junto a ella. Rosé le desea suerte a Jisoo con un gesto de manos y se va.

¡Virgen santa, por favor no me lleves todavía! dice con la voz temblorosa intentando no mirar abajo. Bajémonos de aquí, Lisa.

Gracias por venir, Jisoo habla la pelinegra por fin.

Rosaura está muy preocupada por ti, dice que ya no hablas.

Lisa voltea a verla encogiéndose de hombros simplemente.

¿Estás bien?

La chica asiente.

Escucha, ni la coneja ni yo hemos podido venir porque estamos atareadas de exámenes y proyectos, pero por fortuna, pasado mañana quedaremos libres, se acaba el semestre oficialmente. En cuanto a Jennie...

Entiendo...

¿Qué te pasó, Lisa?

Son mis pesadillas, Jisoo, se han vuelto más claras desde que una psiquiatra vino a verme el otro día suspira nostálgica. Mientras habla, solo observa al frente al panorama. Yo no quería ir a terapia, entonces la terapia vino a mí.

EN NOMBRE DEL AMOR // JENLISA // (JENNIE+LISA BLACKPINK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora